HomeCaliforniaGuelaguetza Familiar sigue marcando huella en corazones oaxaqueños

Guelaguetza Familiar sigue marcando huella en corazones oaxaqueños

Los Ángeles.- Lágrimas, risas, abrazos y besos fraternales estuvieron a la orden del día durante el emotivo encuentro que tuvieron 32 padres de familia que vinieron del estado de Oaxaca, México a la ciudad de Los Ángeles, para encontrarse por primera vez con sus hijos e hijas a quienes no veían desde hace más de 10 a 25 años, cuando decidieron dejar su tierra natal para perseguir el sueño americano.

Guadalupe Martínez al igual que Judith Carvajal esperan impacientes y por separado el momento de reunirse con sus respectivas madres en el salón del Centro Cultural localizado en North Hollywood, quienes son participantes y beneficiarias de la 3da. Llegada de Embajadores Culturales Guelaguetza Familiar Oaxaca – Los Ángeles que organizó el Instituto Oaxaqueño Atención al Migrante (IOAM).

“Hace 20 años que no veo a mi madre (Ignacia Sánchez Escudero), pero hoy Dios me ha dado la dicha de volverla a tener conmigo, de sentirla, abrazarla”, comentó Guadalupe Martínez, durante la llegada de los padres el pasado sábado 27 de enero. “Son muchas emociones las que siento ahorita, no sé si estoy acá o donde ando, pero estoy muy contenta, siento mucha alegría”.

“Para celebrar nos vamos a reunir todos en la casa con los sobrinos, los nietos y los bisnietos de mi mamá y que aún no conoce”, agregó. “También estará mi hermano Rodolfo Martínez, quien hace 19 años no la ve”.

Guadalupe explicó que dejó Oaxaca por la ilusión de venir a Estados Unidos y porque su esposo Juvencio Reyes ya estaba en este país.

“Todo este tiempo que ha pasado me ha hecho mucha falta mi mamá en innumerables ocasiones”, mencionó. “Y hace 12 años murió mi papá, entonces, a él ya no lo pude volver a ver.

Guadalupe, quien portaba un vestido de colores rojo y blanco con grandes flores, mencionó que decidió ponerse este vestuario que es muy típico del Istmo de Tehuantepec para festejar la ocasión y recibir a su madre para que se de cuenta que conserva sus tradiciones”.

Ya de pie en el estrado del salón, Guadalupe Martínez no pudo evitar dejar aflorar sus emociones a la cara en cuanto vió y abrazó a su madre Ignacia Sánchez Escudero, a quien le regaló un gran ramo de rosas rojas envueltas en papel celofán teniendo como fondo la música regional oaxaqueña.

“Me siento muy feliz, muy contenta de encontrarme en Los Ángeles con mis hijos (Guadalupe y Rodolfo Martínez), después de muchos años de no verlos”, recalcó Ignacia Sánchez de 74 años de edad. “Para mí, este es un momento inolvidable, es como un sueño y que ahora he despertado porque yo sí deseaba verlos, pero no me imaginaba que sería a través de este programa que pudiera yo llegar hasta acá, por eso le doy gracias al gobierno de Oaxaca y al Instituto de Atención a Migrantes.

Guadalupe Martínez y su mamá Ignacia Sánchez.

“Ahora con la visa espero poder venir más seguido a visitar a mis hijos y a mis nietos para transmitirles nuestras tradiciones del estado de Oaxaca, nuestras costumbres”, enfatizó. “Quiero enseñarles como se preparan las comidas típicas, como se hacen los tamales, las salsas en el molcajete y no en la licuadora”.

Cuando le llegó el turno a Judith Carvajal no pudo evitar que las lágrimas de emoción al acudir abrazar a su madre Irene Caro Carrera y entregarle una bella canasta de rosas rojas naturales adornadas con escarcha dorada, como símbolo de su amor fraternal, mientras sonaban los acordes de la música regional a cargo de la banda Grandeza Oaxaqueña.

“Estoy muy emocionada de volver a ver a mi madre después de 20 años de no verla, ahora solo quiero mirarla y abrazarla”, comentó Judith. “He esperado tanto tiempo este momento, me siento muy feliz.

“Para celebrar nos vamos a ir de vacaciones unos días, la vamos a llevar a conocer otros lugares de aquí, de California”, expresó. “También aprovecharemos para compartir más y que convivan mis dos hijos mayores con mi mamá porque aún no se conocen, sólo Zuri la más chica ha tenido la oportunidad de viajar a Oaxaca y conocerla”.

La señora Irene Caro Carrera reveló visiblemente conmovida que extrañaba mucho a su hija Judith.

“Me estresa mucho cada vez que pienso…”, agregó. “A diario la tengo en mi pensamiento y en todo momento yo lloró porque siempre pensé que nunca la iba a volver a ver, pero gracias a Dios ya llegó el tiempo en el que nos volvimos a encontrar”.

“Me siento muy, pero muy contenta porque cuando ella se vino para acá (Estados Unidos), pasé años llorando por mis hijos, por ella y no es porque esté presente pero es mi hija, la más cariñosa”, afirmó la señora Caro. “Cuando se vino a este país, yo la acompañé parte del camino, no sé de donde me salieron tantas lágrimas, desde la capital de México a mi pueblo yo lloré mucho, sentí como que me cortaban un pedazo de mi corazón y ahora que estamos juntos solo quiero abrazarlos y compartir con ellos”.

Esperan reunificar a 94 familias en el 2018.

La directora del Instituto Oaxaqueño Atención al Migrante Aída Ruiz García anunció que en el año 2018 reunificarán a 94 familias, padres e hijos que tienen más de 20 años de no verse a través del programa Guelaguetza Familiar Embajadores de la Cultura Oaxaqueña.

“Este proyecto está operando en California, Nueva York y también están trabajando para implementarlo en Minneapolis”, agregó que en Estados Unidos hay dos millones de oaxaqueños, queremos ayudarlos a reunirse por medio de este programa que llamamos de intercambio cultural porque se trata de conservar su lengua maternal, sus costumbres y tradiciones.

“Nosotros no les cobramos nada por hacer este evento, por los trámites que algunas personas cobran hasta cuatro mil dólares por realizarlos”, aseveró Ruiz García.

El tramite al que se refiere García es solo para la obtención de la visa, pues el beneficiado paga todos los costos: desde el pasaporte, el costo de la visa, el transporte para que lleguen a California y hasta la fiesta de bienvenida, que en esta ocasión fue mucho más elevada que las dos ocasiones anteriores.

Es decir, el gobierno oaxaqueño solo tramita la visa y organiza los grupos, pero no destina recursos para que todo el programa sea pagado como lo hacen otros estados que iniciaron el programa como los Zacatecanos, los de Jalisco y Puebla, entre otros.

Emotivo encuentro entre hijo migrante y su madre.

“En esta ocasión, que será la tercera, traemos a 32 embajadores culturales, de los cuales a 29 les dieron su visa de turista por 10 años y en esta ocasión podrán estar aquí por diez días antes de regresar a México, pero ellos van a poder venir cuando su familia los invite”, indicó la funcionaria del gobierno de Oaxaca.

Comentó que actualmente están trabajando para traer al sexto y séptimo grupo de embajadores de Guelaguetza Familiar, quienes también van a poder abrazar a sus padres, a sus nietos, a sus nueras y a sus yernos, añadió que tratarán de llevar este programa a otros estados de la Unión Americana donde hay oaxaqueños.

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