miércoles, diciembre 18, 2024
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El odio, los abusos y el racismo hacen de las suyas en un oaxaqueño

  • Pese a la adversidad sigue adelante

Los Ángeles, Ca.-Fue víctima de un brutal ataque de odio que le provocó una seria herida en la cabeza a principios de este año, lo reportó a la policía y no hicieron nada, esa es la reciente experiencia de la víctima, a quien llamaremos “Jorge” ya que por razones de seguridad y privacidad nos pidió omitir su verdadero nombre.

Decepcionando de la policía de Los Ángeles, triste y con temor así dijo sentirse Jorge, quien es originario de Oaxaca y hace como dos años también fue víctima de una estafa por parte de una persona que consideraba su amigo y además era su vecino, pero eso no fue todo porque esa persona fue más allá y después presentó una denuncia en contra de él, lo que provocó que la policía lo esposara y lo detuviera.

Jorge mencionó que emigró a Estados Unidos a la edad de 13 años porque su mamá murió cuando tenía 3 años de edad y su papá falleció cuando tenía 8 años, y aunque en realidad él hubiera querido estudiar no tuvo la oportunidad de hacerlo porque llegó solo a la casa de un cuñado un día de Acción de Gracias de 1988 y al día siguiente lo llevaron a trabajar en un restaurante de comida japonesa.

“Empecé cocinando arroz para los sushi, marinando pescado, camarones, abriendo ostiones y ya poco a poco me subieron a cocinero y allí estuve trabajando dos años”, recordó. “Toda mi vida he trabajado en restaurantes y siempre en lo que es la comida japonesa”.

Jorge, quien se casó en 1992 y es padre de 3 hijas y un hijo, comentó que el pasado jueves 18 de Enero fue víctima de un ataque de odio  cuando después de haber terminado de trabajar, se dirigía a la parada de autobuses en donde regularmente aborda el segundo autobus que lo llevaría a su vivienda.

El oaxaqueño víctima de ataque de odio y también de robo en otras ocasiones.

“Eran como las 11:20 p.m., todavía había gente en la calle, yo iba caminando sobre la Broadway entre las calles 5 y 6 cuando 3 muchachos latinos que venían del otro lado de la calle, de repente cruzaron y me rodearon”, comentó. “Nunca imaginé que iban a atacarme, recuerdo que me dijeron que les diera todo lo que tenía pero al final de cuentas sólo me golpearon brutalmente, sin que yo pudiera defenderme por lo rápido que pasó todo, me quebraron la cabeza y al verme bañado en sangre se fueron corriendo sin llevarse nada”.

“Dos muchachos estadounidenses que andaban por allí me ayudaron y le llamaron a la ambulancia pero no llegó, fueron unos bomberos que pasaban por allí que me vendaron la cabeza, en eso llegó mi familia y me llevaron al hospital”, agregó que en medio del dolor y lo mal que se sentía había alcanzado a llamar a su esposa.

Jorge añadió que lo atendieron en el Hospital Kaiser Permanente, le pusieron 3 grapas en la parte de arriba de la cabeza y le tomaron radiografías para revisarla y asegurarse que todo estaba bien.

Expresó que debido a lo mal que se encontraba no fue sino hasta la semana de ocurrido el incidente que pudo ir a la estación de policía a hacer una denuncia, pero sólo le hicieron un reporte de los hechos ya que no pudo dar una descripción detallada de los atacantes, “en esos momentos de agresión no te fijas en eso, además yo perdí el conocimiento y aun ahora no sé si tengo algo dañado en la cabeza porque aún siento mucho ardor y me duele”.

“Les dije a los oficiales de la policía que donde me atacaron había cámaras de los negocios y ellos me dijeron que no trabajaban con videos, me sorprende que me hayan dicho eso, porque sé que la policía sí tiene derecho a revisarlas”, aseveró Jorge. “Hasta ahora no he consultado ningún abogado, pero tengo un ex-patrón que me dijo que al parecer la ciudad podía ayudarme económicamente porque estuve sin poder trabajar, pero tuve que regresar a hacerlo antes de tiempo para poder pagar la renta y los billes”.

Indicó que la organización Restaurant Opportunities Centers United lo ayudó abriendo una cuenta de Go Fund Me pero sólo se logró recaudar como 500 ó 600 dólares porque no hubo mucha respuesta por parte de la comunidad.

“Hasta ahora no he hecho nada más porque me siento un poco decepcionado con la policía porque supuestamente ellos están para ayudar a la comunidad y en mi caso no lo hicieron”, resaltó Jorge. “La verdad, ahora siento temor al andar en las calles, pero la necesidad lo obliga a uno a salir a trabajar, mis compañeros de trabajo se han mostrado muy solidarios, uno me regaló un tubo de gas pimienta y otro me acompaña hasta la parada de autobuses, siento que no hay protección para nosotros”.

“En la mañana mi esposa y yo vendemos tamales y tortas y hace como un mes vimos como un afroamericano golpeó a un señor latino y lo dejó tirado en el suelo, le llamamos a la policía y nunca llegó”, recalcó. “Y eso no es todo hace como dos años fuí víctima de una estafa por un señor mayor que era mi amigo y vecino me dijo que necesitaba dinero con urgencia, me insistió tanto que me compadecí y le presté mil 300 dólares y cuando llegó el tiempo en que tenía que regresarme mi dinero, él sólo me dijo que buscará a otra persona y que hiciera lo mismo que él hizo y que ese dinero se iba a multiplicar”.

Jorge expresó con tristeza que en ese momento se dió cuenta que le estaba robando y fue a la estación de policía de Mid Wilshire a levantar una denuncia para que lo investigarán, pero se negaron a tomar el caso argumentando que no podían hacer nada, agregó que quería que abrieran una averiguación no sólo para recuperar su dinero sino porque sospecha que hay más víctimas.

“Esa persona vivía cerca de mi casa pero se cambió hace 4 meses no sé a dónde pero en una ocasión cuando iba al trabajo me lo encontré y le pedí mi dinero y en vez de aceptar que lo tomó adoptó una actitud agresiva y me empezó a gritar que soy un ratero, un sinvergüenza, un ladrón, un vividor”, afirmó. “Pero allí no paró todo porque él se atrevió a ir a la policía”.

“Un día varios oficiales bajaron de 5 patrullas, se acercaron al camión que había abordado y me bajaron, me esposaron y me interrogaron, me trataron como si yo fuera un criminal, me dijeron que tenían una denuncia en mi contra por haber golpeado a una persona mayor”, relató. “Pero cuando les expliqué lo que en realidad está sucediendo y les mostré todos los mensajes de texto que esa persona me ha mandado y el envió de dinero que le hice por Zelle me soltaron y comentaron que iban a investigar el caso pero ya han pasado como 5 meses de eso y aún no he tenido ninguna noticia de ellos”.

Jorge de 48 años reconoció que en este caso tampoco ha buscado asesoría legal porque se siente muy mal y ya no le tiene confianza a la policía porque no lo ayudaron en ninguno de los dos casos y en cambio al estafador por tener más de 60 años sí le hicieron caso pese a que les mintió diciéndoles que él era la víctima.

Consideró que ha tenido muy mala suerte porque antes de todo eso fue víctima de otro brutal ataque donde le robaron mil 500 dólares que había cobrado por su sueldo y al parecer su agresor lo había estado vigilando, pero como también le robó su celular IPhone la policía sí lo pudo rastrear logrando recuperar su teléfono pero no así el dinero, además hace unos 6 años varios hombres lo golpearon robándole todo lo que traía, aunque en ese caso la policía sí lo ayudó.

A un año de que se lanzó el programa California en contra del Odio (California versus Hate, en inglés) en mayo del 2023, el Departamento de Derechos Civiles de California ha recibido 1,020 reportes de Odio. 

Cabe mencionar que cualquier víctima de violencia doméstica y/o de ataques de odio puede dirigirse a Chirla (Coalición de Derechos Humanos de los Inmigramtes) al número de teléfono 1 (888) 624 – 4752 o a CARECEN al número de teléfono (213) 285 – 7800 donde le podrán ofrecer ayuda y orientación para resolver su caso, así como también de los beneficios migratorios a los que puede acceder.

De acuerdo a las estadísticas de 2022 del Departamento de Justicia de California, la cantidad de eventos de crímenes de odio han aumentado y bajado en la última década siendo el 2014, el año con menos casos con 758.

En tanto que esos eventos de crímenes de odio aumentaron 20.2 por ciento al pasar de 1,763 en 2021 a 2,120 en 2022.

El número de víctimas de crímenes de odio reportados ascendió a 13.5 por ciento al pasar de 2,180 en 2021 a 2,474 en 2022. 

Los eventos reportados de crímenes de odio raciales en general aumentaron 11.4 por ciento, es decir que de 1,165 en 2021 pasaron a 1,298 en 2022.

Los eventos de crímenes de odio registrados en el 2022 en contra de los latinos fueron 210 casos lo que representa un aumento del 9.9 por ciento y el número de víctimas de esa raza por ese mismo motivo ascendió a 265 casos lo que equivale a un alza de 10.7 por ciento.

Cualquier víctima o testigo de un incidente o crimen de odio en California puede denunciarlo y recibir apoyo llamando al 833-8-NO-HATE; (833) 866-4283 de lunes a viernes de 9:00 am – 6:00 pm. Para obtener información adicional sobre la denuncia de un incidente de odio o crimen de odio y obtener apoyo, vaya a CA vs Hate.

Este recurso cuenta con el apoyo total o parcial de fondos proporcionados por el Estado de California, administrados por la Biblioteca Estatal de California en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de Asuntos de Asiáticos e Isleños del Pacífico de California como parte del programa Stop the Hate. Para denunciar un incidente de odio o un delito de odio y obtener apoyo, visita CA vs Hate.

NOTA:Este contenido es apoyado a través de fondos administrados por Latino Media Collaborative.

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