- El amor entre un oaxaqueño y una chica blanca
Los Ángeles.- A pesar de ser un joven muy trabajador y de haber sido un buen estudiante, Edgar Lara quien tiene 24 años de edad y nació en Los Ángeles de padres oaxaqueños reveló que empezó a sufrir incidentes de odio racial desde la edad de 16 años, es decir hace ocho años.
Lara, quien se describe como orgulloso de sus raíces oaxaqueñas y amante del deporte, expresó que actualmente tiene dos empleos, uno en los parques de la ciudad de Arcadia donde labora desde hace seis años y otro en una empresa privada de tecnología llamada HHS Construction que es socia de Spectrum.
Edgar Lara que en la actualidad tiene una relación sentimental con su novia Vale Siess de 23 años de edad de la raza blanca, recalcó que en varias ocasiones ha sido objeto de incidentes de odio racial cuando los ven juntos en la vía pública.
“Conocí a Vale Siess en la ciudad de Arcadia trabajamos juntos en un evento y de allí empezamos a ser amigos desde el 2017 y ahora ya tenemos cuatro años y cuatro meses como novios”, comentó. “De ella me gusta su personalidad, todo, que se rié de todos mis chistes que no son tan subidos de tono pero son chistosos, lo que más me gusta de ella es que tengo una amiga que siempre ha estado y está a mi lado”.
Su novia Vale admitió que lo que más le agrada de su pareja es que es muy amable, divertido y muy cariñoso, que siempre está dispuesto a la aventura, a pasear, a conocer lugares nuevos y sobre todo que es muy considerado con ella y sus familiares, además reconoció que le gusta más la comida oaxaqueña y mexicana que la americana.
“De Oaxaca me gustan las montañas, la ciudad y Puerto Escondido, y la comida como las quesadillas, los burritos, las enchiladas, las memelas y los huaraches”, resaltó. “Me encanta el quesillo oaxaqueño y las tlayudas, nunca antes había comido algo así, ni había probado el mezcal, personalmente me gusta más esa bebida que el tequila y también me gusta el agua de zapote, de piña, de pepino, pero mi favorita es la de jamaica”.
“Mi novio también me empezó a llevar a las fiestas de su familia para conocer la cultura oaxaqueña donde ví que todo es más diferente”, mencionó Vale. “Las relaciones de las personas son más estrechas, se comunican más que mi familia, es mucho más colorida, siempre hay comida, aprecio mucho eso porque en la mía no siempre hay esa relación, además las bodas son muy distintas en cuanto a los alimentos, la música es en vivo, es de banda, de tamborazo, hay desfiles y las fiestas duran mucho más tiempo”.
Lara señaló que las fiestas de la familia de su novia son muy diferentes y calmadas porque no hay banda, no hay tanta música y sus familiares no hablan mucho, no son muy sociales y no hay niños, hay más adultos, pero agregó que la relación que tiene con ellos es buena.
“Su papá (el de su novia) me quiere más que a sus hijos. No he tenido rechazo de su familia por ser de diferente raza”, aseguró Edgar, lo que confirmó su pareja Vale, quien añadió que eso y su color nunca ha sido un problema para ellos porque sus padres siempre le han dado la bienvenida a otras culturas y que incluso tiene muy pocas amistades blancas, “entonces eso hizo que cuando empezamos a salir no fue algo tan malo para ellos”.
Ambos reconocen que cuando viajaron juntos al estado de Washington, Utah y Las Vegas, algunos blancos se les quedaron mirando, pero no les dijeron nada. Vale cree que se debe al deconocimiento de otras culturas y razas.
Siess, quien tiene 23 años de edad y es egresada de la Universidad de Cal State LA donde estudió Desarrollo Infantil, consideró que eso sucede porque los residentes de esos lugares no están acostumbrados a ver parejas de diferentes razas, porque incluso eso les ha sucedido en sus viajes a México.
Afirmó que los planes que tienen como pareja es irse a vivir juntos, en un futuro casarse y tener 2 ó 3 hijos o adoptar niños.
Sobre la discriminación racial en general, Siess dijo que no es algo bueno y admitió que anteriormente ha tenido algunas discusiones con algunos miembros de su familia, que son racistas, sobre el tema pero estimó que eso se debe a la falta de conocimiento de otras culturas ya que la mayoría de las personas con las que se relacionan son blancas.
“Yo fuí a una escuela privada donde la mayoría son personas blancas y los escuchas hablar de forma negativa sobre otra gente solo por el color de su piel, su orientación sexual o su religión y de hecho creí que eso era correcto”, reveló. “Pero fue cuando era estudiante de la Universidad (Cal State LA) que me di cuenta que el odio racial no era bueno y por eso empecé a ser más activa, a ir a varias protestas en contra del odio racial”.
“Y cuando empecé a salir con Edgar, me emocioné de la cultura de Oaxaca”, agregó Vale tras decir que “cuando salió la película de Coco, de Disney, fue emocionante porque la gente está aprendiendo sobre ese lugar”.
Lara recordó que cuando cursaba la preparatoria hubo ocasiones en que afroamericanos, blancos e incluidos asiáticos le dijeron que se regresara a México, pero nunca dejó que eso le adectará en lo personal.
También mencionó que hace 3 años cuando iba con su novia en su vehículo de modelo viejito, la policía (dos oficiales, uno blanco y uno Filipino) lo detuvieron, le lanzaron la luz y le hablaron fuerte porque se le acababan de vencer las placas.
Siess se puso nerviosa por la forma racista y discriminativa del actuar de los oficiales.
EL AMOR, LA MEJOR ARMA CONTRA INCIDENTES Y ATAQUES DE ODIO
Las armas más importantes para combatir los incidentes de odio y los ataques de ese tipo son el amor y la familia, que tiene que ver con el educar a los niños sobre la aceptación y tolerancia, sobre la importancia de conocer primero la historia y la cultura de cada grupo étnico o raza para que de esa manera se pierda el miedo a lo desconocido y los prejuicios, afirmó el doctor en psicología Jorge Partida.
El jefe de Psicología del Departamento de Salud Mental del Condado de Los Ángeles también señaló que el énfasis en el amor y la integración entre dos personas, especialmente de las generaciones más nuevas están provocando que haya más matrimonios y parejas interraciales, tendencia que seguirá creciendo porque cada año se ve que hay un aumento más grande de personas recibiendo servicios que se identifican como birracial o de familias integradas.
Explicó que en Los Ángeles hay una comunidad muy diversa y una batalla muy pública contra el racismo. El condado angelino ha creado la iniciativa ARDI (Antirracismo Diversidad e Inclusión) para poder combatir lo que es el estigma y el racismo.
Jorge Partida también aclaró que en familias homogéneas que realmente no han tenido esa inclusión de diferentes razas o culturas en su familia es importante reconocer que el racismo y la opresión sobre el color también continua siendo algo que impacta a nuestras comunidades.
“Siempre nos fijamos en nuestros propios familiares, aquellos niños que nacen con ojos de color o con piel más clarita tendemos a favorecerlos a las personas que consideramos más indígenas o más oscuras de piel, y eso es parte de la colonización y del sistema casto que, todavía, es mucha parte de la herencia cultural”, profundizó. “Y ahora en estos tiempos modernos, generaciones más jóvenes tienen esa tendencia de luchar contra el racismo, por eso pienso que es muy difícil para nuestros abuelos o padres aceptar la integración porque implica el nacimiento de niños que son biculturales o birraciales, que típicamente no se parecen al resto de la familia”.
Indicó que los incidentes de odio y los ataques representa la ignorancia de las personas que realmente no tienen experiencia en ver parejas birraciales o integradas.
“Aquí lo que importa es el amor entre dos personas y también el compromiso que se tienen para comunicar efectivamente entre pareja y para defender lo que se construye como pareja porque las amenazas independientemente del color de la piel, de la cultura de una pareja siempre van a existir”, explicó Partida. “ Lo importante es como se sienten las personas que construyen esa pareja, acerca de su diversidad, como la celebran. Es importante que cada uno de ellos tengan los espacios para celebrar y participar en la cultura del otro porque ya es obviamente una unión integrada”.
“Y nosotros mismos tenemos siempre que ser conscientes de nuestro racismo internalizado, hay veces que nosotros mismos llevamos ciertos prejuicios y es importante analizarlos porque a través de ese autoconocimiento es donde realmente tenemos la habilidad de defendernos contra los ataques externos”, reiteró. “Debemos hacerlo especialmente para nuestros niños, para su salud mental y para su habilidad de salir adelante en el mundo. Sabemos que la aceptación, la tolerancia hacia aquellas personas que son diferentes a nosotros es sumamente importante para encontrar el éxito”.
Según reportes de la Universidad de Siracusa, el número de matrimonios multirraciales en Estados Unidos se ha incrementado de forma considerable. En 2010 se contabilizaban 5,3 millones de matrimonios formados por dos personas de distintas razas, por 4 millones del año 2000.
De estas parejas mixtas, el 38% eran unión de blanco-hispano, el 14%, blanco-asiático, y un 7.9%, blanco-afroamericano.
Y en 2015, 4 de cada 10 matrimonios mixtos fueron entre un hispano y un blanco.