- La retórica antiinmigrante de cara a las elecciones aumenta así como el miedo a una deportación, señalan activistas.
Los Ángeles, Cal.- Entre la comunidad inmigrante está aumentando su temor y ansiedad por el discurso de odio de los políticos en la coyuntura electoral actual en la que se les llama criminales, enfermos mentales y ‘basura’ desde el expresidente Trump hasta candidatos de las próximas elecciones de noviembre.
Ante eso, activistas de organizaciones defensoras de los inmigrantes señalan como clave la respuesta rápida de la comunidad frente a situaciones de deportaciones como las que se dieron luego de que el Trump asumiera el poder.
“Es muy desafortunado tener esta conversación de cómo reactivar la respuesta rápida y ayudar a las comunidades con ansiedad y temor”, dijo Arcenio López, activista y director ejecutivo del Proyecto de Organización de la Comunidad Indígena Mixteca (MICOP) en el condado de Ventura.
López comentó que aunque el temor siempre ha existido en el sector agrícola de ser deportado, éste ha aumentado mucho al igual que el estrés y la ansiedad de lo que les va a pasar.
Por eso dijo que es importante la organización de una respuesta rápida como la que hicieron con Covid-19.
Pero el líder indígena mixteco de Oaxaca se pregunta, “qué vamos hacer, cómo ayudar a la comunidad y decirle que va estar bien” ante los discursos de odio.
Indicó que las distintas naciones indígenas mexicanas, como los Zapotecas, Mayas y Huaves, entre otras, tienen un contexto histórico de discriminación y odio.
“Nosotros como pueblos indígenas lo conocemos muy bien”, dijo López al explicar que las comunidades indígenas no son inmigrantes porque son de este continente y que las fronteras fueron creadas con el propósito de dividir y controlara, quitándole a los pueblos sus tierras, recursos, cultura, sus creencias y su visión.
“Para mí el discurso de odio que estamos viendo tiene un fin intensional”, opinó tras decir que la mejor manera de contrarrestar los ataques de odio es con la resiliencia de más de 500 años, refiriéndose a la llegada de los conquistadores europeos al continente que llamaron América y la lucha que han tenido que enfrentar desde entonces.
López refiere que el odio los oaxaqueños lo conocen día a día cuando les llaman ‘oaxaquita’, ‘indito’ porque con esas palabras les están diciendo “eres bajito, eres feo”.
Y agregó que eso no vienen de una persona en particular, y que lo padecen a diario cuando los niños sufren de bullying porque simplemente son de Oaxaca.
“Si ven a una persona blanca diciendo criminales, indocumentados, eso refuerza la acción de lo que hacen contra nuestros niños y entonces aprueban las acciones de odio”, afirmó.
López asegura que ha visto como se han incrementado los crímenes de odio.
Durante la video conferencia organizada por Ethnic Media Services el pasado 2 de agosto se dijo que el discurso de odio político tiene consecuencias en el mundo real, alimentando las tensiones raciales y étnicas y propagando el miedo, el dolor y la ira en las comunidades de inmigrantes, incluso entre aquellos cuyo trabajo es asegurar que haya comida en las mesas de los estadounidenses día tras día.
Gustavo Gasca Gómez, Coordinador del Proyecto Stop the Hate y Especialista en Inmigración de la Fundación Educación y Liderazgo en Fresno California, dijo que ellos trabajan para conectar a los inmigrantes con servicios y educación.
Y que quieren empoderar a las comunidades directamente afectadas por discriminación, incidente o crimen de odio basado en las características como etnicidad y en donde nacieron las personas, entre otras cosas.
Gómez quien es beneficiario de DACA con la orden ejecutiva de Obama en el 2012, dijo que todavía él está indocumentado solo con un pequeño derecho de trabajar y tener un seguro social, pero que no puede votar y viajar fuera del país sin un permiso.
“Como individuo me impacta y me afecta”, resaltó sobre su situación migratoria manifestando que mientras eso pasa los partidos políticos siguen perpetuando estereotipos y pensamientos denigrantes no solo para las personas como él que provienen de México sino también contra personas de Medio Oriente y todos los inmigrantes, que son los más afectados.
Y como ejemplo dijo que la Organización Benito Juárez, que trabaja con oaxaqueños en California, les dicen que el 99% de los trabajadores del campo sienten miedo y ansiedad de lo que va a suceder en el futuro.
“La mayor parte de sus preocupaciones es por el Cargo Público”, por eso no acceden a recursos o beneficios de salud, porque sienten que son el blanco, indicó.
Sostuvo que los inmigrantes como él, que trabajo a los 18 años en el campo bajo el calor, lo sucio y tedioso, y que hace que su mente se sienta insensibilizada, no vienen a causar daño.
El trabajo del campo “es un trabajo por el que se tienen que tener respeto”, afirmó.
Juana Chavoya es una trabajadora del campo de menta en el verano y en el invierno en una empacadora de papa.
“Aquí en el Valle es lo que se siembra papa, ajo, menta, cebolla. Si nos sentimos atacados y discriminados por Donald Trump, porque la manera de dirigirse para nosotros los latinoamericanos lástima y es muy hiriente. Nosotros estamos aquí no porque uno quiere andar lejos de su casa o de su patria, la necesidad de una vida mejor, de poder uno tener un plato de comida más seguro, donde sus necesidades de uno sean cubiertas más y no hemos venido con el pensamiento de destruir, dañar o violar reglamentos”, afirmó.
La trabajadora dijo que son crueles cuando se cataloga a los inmigrantes como invasores o los etiquetan como malos. Al contrario añadió que ellos pagan impuestos y apoyan a la comunidad con su trabajo.
La inmigrante dijo que tienen buena relación con personas anglosajonas y que ellos se sienten pate de este país.
Y que si no fuera por los trabajadores inmigrantes tal vez fuera diferente el país porque en 16 años que lleva viviendo solo ha visto 3 trabajadores de éste país que no duraron en sus trabajos.
Los trabajadores campesinos dijo hacen lo mejor que pueden, trabajando todo el día con un azadón en la hierba que esta dura, con sus pies hinchados por el calor y con la boca abierta por el cansancio.
“Toda la semana es lo mismo, porque hemos venido a luchar para salir adelante y echar adelante a nuestros hijos”, mencionó en su testimonio la trabajadora de Tule Lake grabado por el medio Península 360 Press y presentado por Manuel Ortiz Escámez, sociólogo, periodista audiovisual y cofundador de dicho medio en Redwood City, California.
Arcenio López, activista y director ejecutivo del Proyecto de Organización de la Comunidad Indígena Mixteca (MICOP) en el condado de Ventura, Gustavo Gasca Gómez, Coordinador del Proyecto Stop the Hate y Especialista en Inmigración de la Fundación Educación y Liderazgo en Fresno, California y Manuel Ortiz Escámez, sociólogo, periodista audiovisual y cofundador de Península 360 en Redwood City, California. (de izq a der.)