Por Pilar Marrero/EMS
A pocos días de decidir la posible destitución del gobernador de California, se han intensificado las campañas activistas para la movilización de los votantes latinos, el grupo que hasta ahora ha tenido menos participación en el voto temprano del revocatorio que finaliza el 14 de septiembre.
Según el último informe y análisis de las papeletas devueltas por correo realizado por Political Data Inc, el 36% de los votantes blancos ha participado hasta el 9 de septiembre, pero sólo el 20% de los latinos, el 30% de los asiáticos y el 28% de los afroamericanos lo han hecho.
Los latinos son el grupo de votantes más numeroso después de los blancos en California, pero sólo 1 de cada 6 ha devuelto su papeleta.
En los próximos días, a medida que se abren más oportunidades para votar en persona y se acerca el día final de las elecciones, los activistas esperan convencer a más electores latinos para que hagan oír su voz.
Los latinos y los nuevos votantes fueron uno de los grupos más influyentes en la transformación de California en estado Demócrata, tras una serie de iniciativas antiinmigrantes en la década de 1990. Muchos activistas consideran que este intento de destitución es tan preocupante para esa población como la Proposición 187 lo fue en 1994. Esa propuesta, que prohibía el acceso a escuelas y atención sanitaria a indocumentados y convertía a funcionarios en virtuales agentes de inmigración, fue aprobada por los votantes de California pero rechazada por los latinos mayoritariamente.
Pero, aunque los latinos tuvieron una participación récord en las elecciones presidenciales de noviembre pasado, los grupos de movilización reportan que al hablar con estos votantes, ellos parecen muy confundidos sobre el proceso y no están bien informados sobre el tema.
Varios grupos asociados con el activismo latino y de movilización electoral hicieron uso de sus brazos político para hacer campaña contra la destitución, que consideran desastrosa para los latinos.
“Tenemos una operación de campo en Fresno y Modesto y estamos haciendo llamadas por toda California a los votantes latinos de baja participación”, dijo Eduardo Sainz, director nacional de Trabajo de Campo de Mi Familia Vota, organización que está utilizando un comité independiente para hacer campaña contra la destitución.
“Sabemos que tener un gobernador republicano significaría el desmantelamiento de mucha legislación y política progresista que ha beneficiado a las comunidades de color”, dijo. Su organización encuentra que muchos latinos se sorprenden cuando se les dice que hay elecciones.
“Algunos han dicho: Pero yo acabo de votar, refiriéndose a las pasadas elecciones presidenciales”, dijo Sainz. “Muchos no se han enterado o no tienen suficiente información”.
Marilú Guevara, directora ejecutiva de la Liga de Mujeres Votantes de Los Ángeles, considera que muchos votantes -no sólo latinos- siguen confundidos sobre la revocación. “Recibimos muchas llamadas telefónicas, recibieron una boleta, pero no entienden el proceso”.
El bajo número de devoluciones de boletas por parte de los latinos no es tan inusual como parece, dijo Fernando Guerra, director ejecutivo del Centro para el Estudio de Los Ángeles en la Universidad Loyola Marymount.
“Los latinos deciden tarde”, dijo Guerra durante una presentación ante líderes latinos esta semana. “Pero se ha demostrado que, si se presta atención a estos votantes, ellos participan”.
Algunos líderes latinos han dicho entre bambalinas que no se invirtieron suficientes recursos en movilizar a la comunidad, un problema común en la mayoría de los ciclos políticos.
Pero otros problemas han asediado esta brevísima campaña, incluyendo el hecho de que los latinos pueden estar consumidos por el fuerte impacto que la pandemia ha tenido en su comunidad, los problemas de la vuelta al colegio de sus hijos, la preocupación por la economía, etc. Además, la campaña fue bastante corta.
“La mayoría de la gente con la que hablamos no sabía que había una campaña”, dijo Angélica Salas, directora del Fondo de Acción Chirla, que también trabaja para derrotar la revocación.
El último jueves antes de las elecciones, el gobernador Newsom se unió a un evento con el Fondo de Acción del Proyecto del Millón de Votantes, un grupo de 7 redes diversas, incluyendo, entre otras, Asian Pacific Islanders for Civic Empowerment, California Calls, la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de California (CHIRLA), PICO California y la Mesa de Compromiso Cívico del Condado de Orange.
El grupo ha realizado 3 millones y medio de llamadas telefónicas para conseguir el voto y ha llamado a 20.000 puertas, y su motivación es ” que California no se convierta en Texas”.