*El 62% de las muertes maternas ocurren hasta un año después del parto, y más del 80% pueden evitarse si se reconocen las señales a tiempo
A sus 39 años, Bertha Pérez-Sánchez enfrentó un embarazo complicado, agravado por la pandemia y un diagnóstico de diabetes gestacional.
El tercer trimestre de su embarazo fue particularmente tenso. Debido a complicaciones, incluido el tamaño de su bebé y el riesgo que representaba su diabetes, Bertha fue monitoreada constantemente, y en un momento, se detectaron irregularidades en el ritmo cardíaco del bebé. Esto la llevó a preparar un plan con su pareja para que, en caso de una emergencia durante el parto, su bebé tuviera prioridad en la atención médica. “Fue una decisión muy difícil, pero era necesario asegurarnos de que si algo no salía bien, él supiera qué hacer”, dijo Pérez-Sánchez.
“Opté por la cesárea, no solo por mi edad y la diabetes, sino porque mi ginecóloga y yo acordamos que era la mejor opción para mi bebé”, agregó.
Bertha participó en un foro para medios en español organizado por la Oficina de la Cirujana General de California y la Oficina de Asociaciones Comunitarias y Comunicaciones Estratégicas (OCPSC) con el fin de hablar sobre los riesgos que corren las mujeres embarazadas, y sobre cómo se pueden evitar.
La mortalidad materna ha ido en aumento en California, con causas relacionadas tanto a problemas de salud crónicos como a complicaciones del embarazo. Entre los síntomas más frecuentes están: Dolor de cabeza que no se quita, pensamientos de hacerse daño o hacerle daño al bebé, hinchazón extrema de las manos o la cara, problemas al respirar y hemorragia.
“Muchas veces nos preguntamos qué está matando a nuestras mamás. Y lo más común en California son problemas cardíacos, hipertensión y problemas de infecciones del corazón que no siempre son diagnosticadas a tiempo”, dijo la Dra. Diana E. Ramos, Cirujana General de California, durante el foro.
El evento forma parte de la iniciativa “Strong Start & Beyond”, la cual busca enfrentar las disparidades raciales y étnicas en los resultados de salud materna, que afectan de manera desproporcionada a las mujeres hispanas en California, y reducir la mortalidad materna en un 50% para diciembre de 2026.
Estos problemas cardíacos representan el 23% de las muertes maternas, seguidos por enfermedades mentales con un 12%, hemorragias con un 14%, e infecciones, un 12%, según datos proporcionados por el reporte Maternal Mortality Blueprint, publicado por la Oficina de la Cirujana General de California.
La Dra. Ramos enfatizó la importancia de educar a las familias sobre las señales de riesgo antes, durante y después del embarazo. “El 62% de las muertes maternas ocurren hasta un año después del parto, y más del 80% pueden evitarse si se reconocen las señales a tiempo. Es vital que las mamás, las familias y la comunidad estén alerta”, destacó.
California tiene la tasa de mortalidad materna más baja del país. Desde 2005, el estado ha sido pionero en la reducción de nuestra tasa de mortalidad materna. A pesar del progreso, las tasas de mortalidad materna en hispanas han incrementado de 8 por cada 100,000 habitantes del 2013-2015 a 17.7 por 100,000 habitantes del 2019-2021.
Para más información sobre el movimiento para reducir la mortalidad materna visite https://osg.ca.gov/strong-start-beyond/. Entre otros recursos disponibles para mujeres embarazadas está WIC del Departamento de Salud Púiblica de California, Para quienes necesiten seguro médico, pueden solicitar MediCal en el Departamento de Servicios de Salud de California.
Los síntomas y factores que conllevan a la mortalidad materna suelen estar asociados a complicaciones durante el embarazo, parto o postparto. Aquí tienes un listado de síntomas urgentes proporcionados por la Oficina para la Salud de la Mujer del gobierno federal:
- Dolor de cabeza que no se le quita o le da cada vez más fuerte
- Mareos o desmayos
- Pensamientos de hacerse daño o hacerle daño a su bebé
- Cambios en su visión
- Fiebre
- Dificultad para respirar
- Dolor de pecho o palpitaciones del corazón
- Dolor de vientre intenso que no desaparece
- Náuseas y vómitos intensos (no como náuseas matutinas)
- El feto deja de moverse o se mueve menos en el vientre
- Sangrado vaginal o expulsión de líquido vaginal durante el embarazo
- Sangrado vaginal o expulsión de líquido vaginal después del embarazo
- Hinchazón, enrojecimiento o dolor en la pierna
- Hinchazón extrema de las manos o la cara
- Cansancio extremo