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Coreanos corren para esparcir amor y palestinos tienen picnic para unir comunidades

  • Cientos de angelinos comparten amor corriendo 
  • Conocer a nuestras comunidades asiáticas y de minorías es fundamental para combatir el odio, dicen corredores participantes  
  • Aseguran que eventos interraciales unen comunidades

Por: Mireya Olivera y Nora Estrada

Los Ángeles, Cal.- Los coreanos y palestinos tuvieron actividades ejemplares en el área angelina para demostrar que el amor es más poderoso que el odio.

Los eventos se llevaron a cabo durante el fin de semana del 16 y el 17 de septiembre.

Bajo el tema alto al odio, compartir y amar a la comunidad, cientos de corredores y amantes de la caminata recorrieron la calle Wilshire en el barrio de Koreatown para unirse a la convocatoria de la comunidad asiático americana coreana y del The Korean Daily, en la décimo anual carrera de 5 y 10 kilómetros realizada el 16 de septiembre pasado.

Los corredores arrancaron minutos después de las 8 de la mañana desde la calle Wilshire y Vermont, lugar de la concentración, hasta el parque MacArthur y regresaron de nuevo al lugar del arranque.

Muchos de los participantes eran estudiantes de LAUSD y familias enteras caminando en su mayoría por 5 kilómetros. Una de ellas fue la estudiante Jaqueline Ornelas de la escuela Rise Kohyang High School ubicada cerca del Fwy 101 en donde la mayoría de sus estudiantes son asiáticos americanos, según dijo la joven de 15 años.

Ornelas acudió a la carrera alentada por su entrenador de su escuela quien le dijo que tenía que mejorar su tiempo, cosa que logró con un poco de esfuerzo y alentada por sus padres los inmigrantes mexicanos Simón Ornelas y Flor Ventura.

El señor Ornelas y su esposa esperaron a su hija en la meta y al preguntarles por qué no habían participado junto con la joven de 15 años dijeron “no porque les iba a ganar a todos”. La madre dijo con mucha risa “me gusta correr, pero por los tacos”.

En medio de la algarabía que se vivió los padres resaltaron la importancia que se hagan carreras comunitarias y en las que participen todas las comunidades de color. 

“Es bonito convivir con todos y conocernos mejor”, mencionaron los padres quienes viven en el área de Pico y Alvarado. 

Jaqueline quien fue ganadora del segundo lugar en la carrera de 5 kilómetros en la categoría juvenil, dijo que este tipo de eventos deportivos comunitarios son muy bonitos porque se convive entre las distintas etnias. Y aunque dijo que ella no ha experimentado incidentes de odio señaló que lastimosamente, en su escuela, ha escuchado de muchos comentarios racistas y ataques de odio por internet contra la comunidad asiático americana.   

En la carrera participaron no sólo mexicanos sino también familias y gente de centroamérica como la familia guatemalteca España Savala, residente de Koreatown. 

El patriarca dijo que acudieron a la carrera invitados por la escuela de sus hijas una de 16, 14 y 9 años, la más pequeña. “Estamos involucrados en la escuela y la salud de nuestras hijas”.

Reconoció que hay mucha comunidad guatemalteca en el área de Koreatown pero lamentó que muchos de ellos no participan y no se involucran en las actividades de sus hijos. 

“Hay muchos latinos pero no nos hacemos presentes, por lo mismo muchos nos sentimos discriminados pero no es tanto eso sino que nosotros nos hacemos un lado de la gente, no interactuamos entre nosotros, por eso es importante conocernos y conocer otras etnias, otras culturas”, dijo al agregar “aquí estamos ahora coreanos y latinos”.

Como familia dijo que ellos tratan de involucrarse y ser partícipes con la comunidad en el desarrollo de sus hijas y respetar a todos para vivir cada día mejor.

El oaxaqueño inmigrante de San Antonino Castillo Velasco, Isaac Canseco, recorrió los 10 kilómetros en una hora con 3 minutos. Dijo estar agradecido con los organizadores por el evento en el que es importante y esencial que se unan los seres humanos y que se conviva con otras culturas.

“Conocernos y conocer nuestras tradiciones y cultura nos hace mejores seres humanos”, dijo Canseco de 43 años quien emigró de su pueblo oaxaqueño a la edad de 23.  

El poder de convivir

Con el propósito de empoderar a la comunidad y compartir las historias de diferentes etnias, los palestinos tuvieron su decimocuarto Picnic: Un Día de celebración y unidad.

El evento se llevó a cabo el 17 de septiembre en el Parque Regional El Dorado, en Long Beach.

“Este evento es una oportunidad para que todos nos unamos como comunidad, es momento de decir no al odio, de aprender de las culturas, tradiciones y gastronomía de nuestros vecinos”, opinó Fatmeh Atieh, editora del periodico Al Enteshar. “Creemos en el poder de la comunidad y de la importancia de compartir nuestras historias”.

Durante el evento se realizaron varias actividades infantiles, algunas de ellas trataron parte de la historia del pueblo palestino, grupos masculinos y femeninos de jóvenes hicieron presentaciones de bailes y otros cantaron.

Como el nombre del evento lo dice, los asistentes llevaron sus sillas, mesas y mucha comida que intercambiaron con amigos y desconocidos.

Además, el chef Amor Omar estuvo atendiendo a los hambrientos asistentes que prefirieron probar beef & chicken kebab, hummus, falafel, ensaladas, bebidas como café, fruta y knafeh nabulsieh, entre otras delicias.

El rapero palestino Waheeb Nasan y Jabur Bakla le pusieron ritmo a la celebración.

Entre las vendimias, destacó la moda. Cientos de vestidos y accesorios palestinos llamaron la atención.

La fashionista Nisreen Malhis se encontraba en el lugar para explicar el significado de las prendas.

“Es una buena oportunidad para conocer la moda de ellas, es hermosa. Me encantaron los vestidos”, expresó Rosalinda Carrillo, vecina de Long Beach de origen latino. “Estoy disfrutando y aprendiendo mucho de la historia de ellos. Ahora comprendo muchas cosas”.

Uno de los momentos más emotivos fue la conmemoración especial que se hizo en memoria de la masacre Sabra y Shatila, en la que murieron cientos o miles de refugiados palestinos residentes de los campos de refugiados situados en los barrios de Beirut Oeste, durante la Guerra del Líbano.

Aunque la mayoría de los asistentes eran palestinos de primera, segunda y tercera generación, también fue posible ver a muchos mexicanos que acostumbran visitar el parque para ejercitarse y a unirse a festejos celebrados en el lugar, como el zacatecano Alejandro Gómez.

“Todos tenemos historias, y muchas veces lo vivido en ellas son las causas por lo que ahora vivimos en este país. Y precisamente porque ya sufrimos por diferentes odios, aquí debemos tener más actividades entre razas, conocernos más, vernos como amigos, como hermanos. Que este país nos una, no que nos separe, no, ya sufrimos mucho en nuestros países”, comentó Gómez. “Yo pare aquí por curiosidad y me voy muy satisfecho”.

Liz Hernández, de la Ciudad de México, fue sorprendida por nuestras cámaras haciendo malabares sosteniendo dos platos con comida mediterránea y bebidas.

“Me enteré del evento por medio de una persona con la que trabajo. Me gustó la idea de venir y hermanarnos más con esta bonita comunidad. Todos tienen algo con quienes nos identificamos. Todos deberíamos darnos la oportunidad de hacer amigos con personas de otros países. Es muy bonito todo esto”, opinó Hernández.

Denuncia el odio llamando al (833) 866-4283 o al 833-8-NO-HATE, se pueden realizar de forma anónima de lunes a viernes de 9 a.m. a 6 p.m.

Información adicional en: https://www.cavshate.org/ (eligiendo español como idioma)

Nota: Este informe es parte de la serie de trabajos que desarrolla Impulso Newspaper con Stop The Hate (STH), gracias a la financiación proporcionada por el Estado de California y administrado por la Biblioteca del Estado de California (CSL) en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de Asuntos Estadounidenses de las Islas Asiáticas y del Pacífico de California (CAPIAA).
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