- El arte y la música, escudos contra las pandillas y adicciones
Oax.- Más que una gran fiesta en honor a San Andrés Apóstol fue una celebración donde los jóvenes y adultos de origen oaxaqueño aprovecharon para estrechar los lazos familiares y de amistad, conservar vivas las tradiciones y costumbres de la comunidad, al mismo tiempo que mantienen a los niños y adolescentes alejados de las pandillas y de los problemas de adicciones.
Lo anterior trascendió al entrevistar a varios de los participantes al evento que se realizó el pasado domingo 1 de Diciembre de 2024 en el Salón de Banquetes Mirage y que se prolongó por alrededor de 12 horas, dando inicio a las 11:00 a.m. con una misa solemne en honor a San Andrés Apóstol oficiada por el diácono Félix Rac, quien antes de dar por terminado el servicio procedió a recorrer el recinto para bendecir con agua bendita a los asistentes y los objetos religiosos que traían consigo mientras era acompañado con los acordes musicales de la Banda Juvenil Solaga.
Enseguida los asistentes de la comunidad de San Andrés Solaga, Oaxaca, pudieron degustar de café de olla, champurrado, pan y piezas de tamales oaxaqueños de frijoles negros, los cuales fueron ofrecidos en forma gratuita por los directivos del comité directivo de Solaga integrado por su presidente Azarel Aragón, Francisca López, Donato Pazos y Benito Miguel, para agradecer el apoyo de la comunidad.
Después de las 12:40 p.m., el director del Grupo de Danza Las Solagueñas, Martín Hernández, dió el inicio de la fiesta con la presentación de la Banda Juvenil Solaga y de las bailarinas, quienes vistiendo sus trajes típicos mostraron su destreza en el baile folkórico al ritmo de diferentes sones para deleite de todos los participantes, el evento también fue amenizado por la Banda Filarmónica Yalalag, el grupo norteño Los Despejados, el DJ Primo y la presentación de la tradicional Recua.
Azarel Aragón dijo que todo el comité directivo estuvo trabajando en la preparación de todo el evento desde hace 2 meses con el propósito de mantener la fiesta anual de su Santo Patrono y las costumbres del pueblo, agregó que las demás personas que les ayudaron preparando las bebidas y comidas son voluntarios.
Nueva Promesa Musical Surge de la Banda Juvenil Solaga.
Para Izelic García de 16 años de edad y estudiante de preparatoria, formar parte de la Banda Juvenil Solaga es un sueño hecho realidad ya que aprendió a tocar el instrumento musical que más le gusta: la flauta, al mismo tiempo que le ha permitido participar en otras orquestas y tocar en importantes escenarios de Los Ángeles.
“A mí siempre, siempre, desde que estaba chiquita me gustaba la música, empecé a tocar desde los 7 años de edad, pero fue hasta los 9 años que aprendí a tocar la flauta gracias al apoyo de mi mamá y de la Banda Juvenil”, aseveró. “Me gusta mucho tocar ese instrumento porque pienso que la música es una forma de expresarte, te ayuda a relajarte, cuando estoy triste tocó y me siento más feliz, veo las cosas de diferente manera”.
“La música me ha llevado a muchos lugares porque también participo en una orquesta dentro del programa de música YOLA y ellos me han llevado a tocar en el Disney Hall, en México y a muchos otros lugares y eso me ha permitido conocer a más personas”, afirmó Izelic. “Me gustaría dedicarme profesionalmente a la música”.
Reconoció que en el primer lugar donde la dejaron tocar la flauta y le enseñaron fue en la Banda Juvenil Solaga, ya que en otras partes no se lo había permitido porque estaba muy chiquita por lo que solo formaba parte de los grupos de coro y de danza folklórica, agregó que también desea aprender a tocar música de mariachi y a cantar canciones rancheras.
Sandra Tapia de 44 años de edad y madre de Izelic aseguró que se siente muy contenta y agradecida de que su hija esté aprendiendo muchas tradiciones a través de la música porque eso la hace querer más a México, agregó que es feliz apoyando a Izelic y haciendo trabajo de voluntariado para que la Banda continue operando.
Por su parte Geba Henríquez, quien se encontraba disfrutando de un delicioso tamal y champurrado, recordó que sus dos hijos mayores Erick y Alejandro Carrillo fueron parte de la primera generación de la citada Banda en el año 2001, cuando tenían 12 y 9 años respectivamente, y que después su hijo menor Irwinse integró a esa organización musical, pero aclaró que como ya crecieron, se casaron y se convirtieron en padres ya no pudieron seguir en la música porque tuvieron que trabajar más para sostener a sus familias.
Expresó que aunque sus hijos ya no siguieron tocando en la Banda, siguen apoyando a la organización en sus eventos y fiestas para que puedan seguir operando.
Henríquez, quien es oriunda de la Sierra de Juárez de Oaxaca, comentó que el propósito de haber creado esta Banda hace más de 23 años es que; “los niños aprendieran a hacer algo sano y que no se fueran por malos caminos. La música les ayudó mucho a mantenerse fuera de las pandillas y los vicios”.
“El hecho de que mis hijos pudieron participar en la Banda Juvenil Solaga les ayudó a ser disciplinados, respetuosos y a ser personas de bien”, mencionó. “Hoy venimos a apoyar la organización para poder mantener las tradiciones de Oaxaca”.
Su amiga Rocío Nolasco aclaró que aunque ella nació en la Ciudad de México se considera oaxaqueña porque sus padres eran originarios de la Sierra de Juárez y desde que eran chicos les enseñaron sus tradiciones y costumbres y ahora ella hace lo mismo con su descendencia.
Agregó que sus hijos también fueron parte de la primera generación de músicos de la Banda Juvenil Solaga USA y aunque ya no forman parte de la organización, ella continua asistiendo a sus eventos para apoyarlos, porque considera que la música y el arte mantiene a los jóvenes lejos de los problemas.
