Los Ángeles, Cal.- Esperanza Reinoso y su hijo Mateo de 17 años piensan que su ser querido sigue con ellos y lo sienten cada una de las noches de los más de cuatro meses y medio que ya no esta físicamente con ellos.
El padre de familia Ramiro Reinoso, quien era excelente trabajador de la MTA y buen esposo y padre, murió en su casa por causas que aún desconoce su esposa Esperanza Reinoso quien espera ansiosa los resultados de la autopsia.
Pero mientas, ella junto con su hijo quisieron rendirle un merecido homenaje con la creación de un altar en su nombre en la celebración del Día de Muertos que realizó Casa Culural de Saybrook Park junto con el Parques y Recreaciones del Condado en el Centro Cívico del Este de Los Ángeles, el pasado domingo 4 de noviembre.
El altar que era visitado por cientos de asistentes fue uno de los más observados de la noche porque además de lo tradicional tenía la peculiaridad de ser dedicado a Los Dodgers, equipo de béisbol que en ese tiempo estaba jugando la final de la serie mundial.
Esperanza dijo que su esposo era fanático del equipo angelino y que también era el encargado del equipo de béisbol de la MTA.
“Esa fue su última foto, cinco minutos antes de morir”, dijo Esperanza mirando la foto que puso en el altar de su esposo portando la gorra de Los Dodgers.
“El nació aquí, sus padres eran de Jalisco, Guadalajara y somos residentes del Este de Los Ángeles”, confió la mujer quien explicó que su esposo tenía 44 años y 7 años de servir como chofer de la MTA. Solo tenían un hijo y 18 años como casados.
Del altar en memoria de su esposo dijo que estaba todo lo que le gustaba a él.
“Siempre se tomaba una o dos cervezas, por eso tiene su modelo y agarraba reconocimientos del bus porque era muy buen chofer. El era dibujante en su tiempo libre. Murió con su camisa de la Virgencita de Guadalupe por eso también es en honor a la Virgen”, comentó.
Agregó que tienen muchos recuerdos de él en su casa y que su hijo le dijo “porque te estás llevando toda la casa” cuando estaban preparando las cosas para el altar.
‘“Le dije ‘porque a tu papá le hubiera gustado’, también me dijo ‘amá porque tuvimos que venir tantas horas’…porque duramos cuatro horas en hacer el altar”, explicó Esperanza sobre el tiempo que se llevó en construir el altar en memoria de Ramiro quien hace 7 meses tuvo que enterrar a su padre.
Esperanza celebró los buenos comentarios de la gente que vio el atar y de sus propios familiares y amigos quienes fueron a visitarla.
“Invité a diferentes amigos y amistades y del trabajo para que miren el trabajo en honor a él que todavía va seguir… que vive entre mí, su hijo y su familia. Lo vamos a recordar”, dijo Esperanza entre lagrimas momento en que se le acercó una familiar para decirle “te voy a prestar un libro de San Agustín, que dice: ‘No llores por mí, vieras como ésta aquí… como es tan bello’. Es un poema de San Agustín”, indicó la mujer.
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