- Activistas y angelinos hablaron de su trabajo a favor de los más necesitados, desamparados, los jóvenes, trabajadores y la comunidad inmigrante
Los Ángeles, Cal.- Hace apenas un mes y medio que el Padre Richard Estrada estaba en una manifestación a favor de los inmigrantes sentado en su silla de ruedas, recordó con la voz cortada y a punto del llanto Anabella Bastida de la organización CHIRLA durante el homenaje que le brindaron el pasado viernes 4 de abril activistas, feligreses y angelinos en general congregados en la Iglesia de la Placita Olvera.
“El padre Richard siempre era visto aquí con su perro”, dijo Trinidad Gómez, feligresa de la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles, quien habló de lo mucho que era querido el sacerdote nacido el primero de marzo de 1942 en Este de Los Ángeles, de padres mexicanos, y quien falleció el pasado 1 de Abril a la edad de 83 años.
Adelfo Estrada de Michoacán, México, dijo que el Padre Estrada fue arrestado varias veces por manifestarse en contra de la Migra.
“Él siempre estuvo en la lucha de los migrantes”, comentó durante la ceremonia realizada frente al mural de la Virgen de Guadalupe.
Mientras algunas mujeres colocaban flores frente a su fotografía puesta en el templete, otras lloraban mientras escuchaban las narraciones de los activistas y personas que conocieron la labor pastoral y humanitaria del padre Estrada.


El oaxaqueño Maurilio Bautista, del Ministerio de la Virgen de Juquila, narró como el padre Richard hizo posible que la imagen de la venerada virgen oaxaqueña de Juquila, de 30 centímetros de altura, llegara hasta la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles el 25 de Abril del año 2010, en un peregrinar desde Oaxaca hasta Tijuana y donde ya la espera el sacerdote con cientos de personas.
“El padre no le importó su estado de salud. Estuvo recibiendo la imagen en Tijuana y desde ahí la pasó él mismo por la frontera para acá, donde también fue recibida por cientos de personas. Eso fue uno de los mas hermosos recuerdos que tenía el padre Richard”, confesó Bautista, al decir que las acciones del padre Richard traspasaron las fronteras.
Otro que narró su experiencia con el padre activista de raíces mexicanas y quien estudió peluquería antes de ser inspirado por el padre Luis Olivares para ser sacerdote Claretiano en 1978, fue el padre Carlos Quevedo, Misionero Claretiano quien trabaja mitad del año en el Centro de Atención al Migrante San Oscar Romero en Ciudad Juárez, Chihuahua y la otra mitad en una Casa de Retiro en Rancho Domínguez, California.
Quevedo dijo que gracias al padre Richard es que se tiene el Centro de Atención al Migrante en Ciudad Juárez, que fue él quien creó el albergue hace 5 años para los migrantes en tránsito.

Comentó que actualmente hay cientos de mujeres, niños, hombres y familias de las caravanas que provienen de al menos 9 países y que han pasado por ese albergue para recibir alojamiento temporal, alimentación y otros servicios como ropa, internet, etc.
“Ahorita la gente están desesperados y con gran incertidumbre en la frontera” dijo para indicar que durante los 5 años del albergue, todas las personas que llegan son por migración forzada, es decir que huyen del peligro en sus países de origen.
Y que “cuando las personas entraban a Estados Unidos por asilo, el padre Richard los apoyaba”.
“Varios de ellos venían a Los Ángeles, California, y los apoyaba, de acogerlos y darles apoyo para empezar una nueva vida aquí”, afirmó Quevedo, al decir que el padre siempre apoyaba el albergue para seguir adelante con su obra.
José Luis Hernández es uno de esos cientos de inmigrantes al que ayudó desde su llega a este país el padre Richard. Él hondureño llegó a esta ciudad después de haber luchado por su vida luego de ser mutilado de una pierna y una mano por el tren “La Bestia” en su tránsito hacía Estados Unidos.
Hernández y la activista Estela Jiménez de la organización Ángeles Sin Fronteras en San Diego, California, son amigos y coinciden en decir que el padre Richard no tenía fronteras. “Su amor era grande. Era un padre luchador y gentil, que pensaba en los desamparados, los inmigrantes y los trabajadores”, confesó con voz fuerte Jiménez al lanzar vivas por el sacerdote que la marcó en el activismo.
Raúl Murillo, activista por el derecho a votar de los mexicanos en el exterior comentó que el sacerdote Claretiano fue activista por los mas necesitados y nunca tuvo miedo a las estructuras a las que se enfrentaba. “Eso es un gran aprendizaje para nosotros. El poder lo respetaba por ser sacerdote y no tenía miedo a enfrentarse a la autoridad por los derechos de los inmigrantes”.

“En estos tiempos mas oscuros, hay que tener unidad”, sostuvo por su parte Juan José Gutiérrez, otro de los activistas quien aprovecho para pedir que todas las organizaciones pro-inmigrantes se unan para hacer fuerza en la marcha del 01 de Mayo.
Carlos Montes de la comunidad de Boyle Heights comentó que el padre Richard fue la inspiración para la Gran Marcha del 25 de Marzo que congregó a mas de un millón de personas en el 2006.
Dijo “desde aquí (en el sótano) se organizó la Gran Marcha. Él nos inspiró para unirnos y organizarnos…inspiró el movimiento pro-inmigrante”.
Otro activista que conoció al padre Richard es Rubén Rodríguez de la organización Por la Justicia en el Valle de San Fernando. “Conocí al padre trabajando en el Centro del Pueblo con Sandra Figueroa, donde llegaba gente con problemas de drogas y alcohol. Muchos de ellos jóvenes” aseguró.
En 1989 el padre Richard abrió el primer albergue para jóvenes sin hogar llamado Jóvenes Inc. como un proyecto de pintura como terapia y ayudándolos a través de los años. Mas tarde en 1993 apoya el movimiento contra el Sida.
“Siempre lo vi en la lucha, con gente llevando agua al desierto. Y cada vez que lo veía era con energía, a pesar que como activistas estamos conscientes de lo que debemos hacer y a veces sentimos que el pueblo no responde”, dijo Montes.
Otros oradores dijeron que su presencia es constante y que no había una actividad en favor de los derechos de los más necesitados sin el padre Richard.


“La última vez nos manifestamos contra Trump, frente al edificio federal, por los derechos laborales, por los trabajadores y las familias”, comentaron.
“Como líder era muy importante contar con él”, dijo por su parte Francisco Moreno del Consejo de Federaciones Mexicanas en América del Norte (COFEM) y lo mismo opinó Angélica Salas de CHIRLA, quien recuerda que siempre estaba dispuesto ahí para quien lo necesitaba.
Luego del homenaje, el Padre Arturo, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles, oficio una misa en honor y recordación del padre Richard, mencionando que siempre tenía contacto con las comunidades mas necesitadas y que cuando él llegó ya había un trabajo de 90 años bien hecho de sus antecesores, entre ellos el padre Richard.
“La gran cantidad de gente que hay aquí, no es porque estoy yo aquí sino porque son 90 años de los Claretianos que han dedicado tiempo y hay que darle gracias a Dios”. Y dijo “Al padre Richard hay que darle honor. Ha pasado a mejor vida y ha dedicado tiempo para los pobres y las cuestiones sociales”.
En 2013 el padre Richard se mudó a la Iglesia Episcopal siguiendo su trabajo con las comunidades y abogando por las mujeres y las personas LGBTQ+. En el 2014 viaja al sur de la frontera de México y Guatemala para conocer los motivos por los que los niños menores de edad llegan a E.U.
Sus servicios de oración y acción de gracias están programadas para el 25 de abril a las 7:00 de la tarde en la Iglesia Epiphany y La misa del funeral se llevará a cabo el 26 de abril a las 11:00 de la mañana en la Catedral de San Juan (514 W. Adams Blvd. Los Ángeles, CA 90007).




