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FACTOR DE ÉXITO

LAS ENSEÑANZAS DEL CORONAVIRUS

  • La familia debe estar preparado para cualquier contingencia
  • Existen los recursos para ello, sin depender de lo que el gobierno pueda brindar
  • Se encuentra al alcance de casi todos.

Sin duda la pandemia del coronavirus ha dejado mucha tristeza, dolor y desolación, pero también muchas enseñanzas. A Lucy Ugalde, el COVID-19 la hizo tomar conciencia de la importancia de contar con un seguro de vida para que, en caso de muerte, su familia tenga de donde echar mano para sepultarla y enfrentar de mejor manera los retos que depara el futuro.

Muchas personas han tenido que recurrir a colectas para poder sufragar los gastos funerarios y de sobrevivencia de la familia; otros,  lavar carros; algunos más a las páginas de internet donde han creado las llamadas “go funme” a fin de obtener recursos; cuando todo estos se podría haber evitado tomando una sencilla y práctica decisión: haber consultado a un especialista financiero.

“Tengo 72 años y nunca he tenido un seguro de vida, pero después de las colectas que tuve que hacer para mi hermana y mi sobrino quienes el año pasado fallecieron de coronavirus, me puse a pensar que es tiempo de prepararme”, le dijo Lucy Ugalde a la periodista Aracely Martínez de La Opinión..

Y dice que se dio cuenta que no quiere dejarle deudas a su familia, o ponerlos en un predicamento económico en caso de muerte.

“Uno como latino ni se preocupa ni se acuerda de prepararse para los gastos funerarios. Vive la vida feliz sin importarle lo que suceda después de la muerte, pero COVID me hizo reflexionar en algo que nunca había pensado. Así que mi hija y yo, ya comenzamos a ver qué seguros podemos adquirir para estar preparados”.

La pandemia de COVID-19 ha puesto al descubierto que la comunidad latina no está lista para hacer frente a los gastos de un funeral que se vienen cuando fallece algún familiar o el principal proveedor de la familia.

En una nota publicada por La Opinión, de la periodista Aracely Martínez, señala que Miguel Ángel Ferrel, reconoció la necesidad de tener que recurrir a un préstamo de refinanciamiento de su casa para pagar los funerales de sus padres Arturo y Amparo Ferrel quienes fallecieron de complicaciones de COVID en diciembre y enero, con pocas semanas de diferencia.

“No encontramos por ninguna parte si tenían o no un seguro de vida. Todo indica que no. Así que abrimos una cuenta en GoFundMe para recaudar fondos para sepultarlos. El sepelio para los dos ya con todos los gastos incluidos, anda alrededor de $31,000. Ahorita hemos juntado poco más de $8,000”.

Tenemos que tomar conciencia que desde que nacemos, estamos más cerca de la muerte que lejos, y si no nos preparamos, cuando nos toque la hora, no solo vamos a dejar a nuestra familia con el dolor de la pérdida sino en medio de un fuerte estrés económico.

El reporte ‘Tendencias del Mercado de Seguros para los Latinos’ de la Universidad de la Florida, arrojó que el 34% de los latinos tienen un seguro de vida comparado con el 62% de la población.

Por desgracia muchos latinos no adquieren un seguro de vida ni de gastos terminales porque carecen de una buena educación financiera. Lo consideran como algo que no les pertenece. Somos capaces de comprar un seguro para el teléfono, pero no para asegurarnos, por si algo nos pasa, que nuestros hijos cuenten con un fuerte soporte financiero en el que apoyarse.

Desafortunadamente muchos latinos piensan que al adquirir un seguro de vida es como atraer la muerte. Por lo que es fundamental mantener una conversación con un asesor de seguros o financiero, para que analicen -de manera conjunta- todas las opciones y tomen la mejor decisión.

Es estimulante observar la diferencia que hace en una familia recibir medio millón de dólares o más producto de haber realizado el esfuerzo de contar con un seguro de vida, que además es libre de impuestos, simplemente no tienen que pedirle a nadie que los apoye con los gastos funerarios, o para sostener a los hijos.

Por lo tanto el mensaje a la comunidad hispana es claro: no dejen a la deriva el seguro de vida y de gastos terminales, porque la muerte es un proceso que todos tenemos asegurado, nadie se escapa, y es mejor dejar a la familia bien protegida.

Pero lo más importante, es que las personas carentes de documentos de estancia legal en el país, pero que posean un número individual de identificación del contribuyente (ITIN) también pueden acceder a un seguro de vida. Es importante recalcar que el seguro de vida es muy recomendable para la gente joven, porque para ellos es sumamente barato, y les da una gran protección, agrega.

El año pasado debido a la pandemia, mucha gente tomó conciencia de que la muerte es inevitable, y empezaron a poner más atención a los seguros de vida. Un reporte del grupo MIB, un servicio de reparto de datos para las compañías de seguro, reveló que el número de solicitudes se incrementó 7% entre los menores de 44 años.

Miguel Ángel Ferrel de 44 años dice que él ya compró un seguro de vida para él y para su esposa. “A ella no le gustó al principio, pero luego de la muerte de mi hermana a los 43 años de edad a causa de un infarto en marzo del año pasado, me lo ha agradecido mucho por los dos hijos que tenemos”, dice.

Carecer de un adecuado plan financiero es como si te subieras a un trapecio de 10 metros sin contar con una red de protección. Quizá nunca caigas, pero si pasa, las consecuencias son fatales”, concluye Pradillo.

Si deseas mayor información o tener una consulta lo puedes hacer a mi  correo electrónico: a_pradillo@sbglobal.net, o en el teléfono: 818-357-0251

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