- El Departamento de Servicios de Cuidado de la Salud de California, UCLA y varias organizaciones salen al rescate de los desamparados
- Beneficiario de esos programas dice que hacen la diferencia entre la vida y la muerte
Los Ángeles, Cal.- Los recursos que ofrecen el Departamento de Servicios de Cuidado de la Salud de California (DHCS por sus siglas en inglés), la UCLA Homeless Healthcare Collaborative y organizaciones de apoyo como Casa Milagrosa para ayudar a los desamparados a salir de las calles y de las adicciones, sin importar su raza y su estado migratorio, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Sólo se necesita que las personas se comprometan consigo mismas y tomen las decisiones correctas, según afirmó Juan Galindo, quien dijo sentirse muy feliz, ya que gracias a esos programas ya ha dejado de ser un desamparado y se encuentra en mejores condiciones y con la esperanza de seguir superándose.
Entrevistado en las instalaciones del centro Depaul Casa Milagrosa que se encuentra ubicada cerca del parque McArthur, reveló que después de seis años de vivir en la indigencia en el área de Skid Row, agradece a Dios porque en noviembre del 2023 logró hacerse de un lugar para vivir.
“Anteriormente estaba viviendo en las calles de Los Ángeles, en un área bastante peligrosa y como dicen en México uno tiene que dormir con un ojo abierto para sobrevivir”, reveló Galindo, quien nació en Boyle Heights, California de padres mexicanos.
“Básicamente uno ve de todo de lo peor, hay mucha violencia, mucha tristeza, ves mucha juventud que está sufriendo por decisiones equivocadas. Yo he perdido ha bastantes amigos, han fallecido a causa de la droga”.
“Cuando yo salí de la prisión federal donde estuve por 5 años porque yo hice malas decisiones, mi hermano que es mormón fue por mí y trató de ayudarme pero luego nos enojamos y me quedé en la calle, fue así que fuí a vivir en el área de Skid Row”, recordó. “Lo que sucedió es que yo no estaba preparado mentalmente para la vida en la sociedad porque en la cárcel todo es muy diferente, entonces no quería salir, en mi mente tenía miedo porque no sabía lo que me esperaba”.
Expresó que durante ese tiempo recibió servicios de cuidado de la salud gracias a que el personal de muchas agencias de apoyo a los desamparados recorren las calles visitando carpa por carpa para saber qué clase de ayuda o de recursos necesitan las personas que están en esa situación.
“Yo estoy muy agradecido con esas agencias de apoyo porque uno realmente necesita su ayuda para salir adelante. En el tiempo que estuve viviendo en las calles tuve que aguantar la lluvia, el frío, el calor, a gente que no conocía, muchos pleitos y robos”, resaltó Galindo de 60 años de edad. “Una vez saliendo de un baño en la calle 6 y la Maple me asaltaron realmente no sé cómo pasó todo porque me cayeron por atrás de repente y con algo punzante me cortaron atrás de la oreja y me salió muchísima sangre, me tuvieron que llevar al hospital general donde me hicieron seis puntadas”.
“Ahora ya tengo una vivienda en la calle 6 y Wall donde construyeron unos apartamentos nuevos que se abrieron el Día de Acción de Gracias del año pasado para ayudar a los desamparados”, agregó. “Algo que me ayudó a calificar es que tenía un trabajo de medio tiempo en un centro de personas de la tercera edad, y fue uno de los grupos de apoyo que recorren los campamentos para informar a las personas sobre los apoyos y los recursos disponibles los que me ayudaron con todo el proceso y en los casi 7 meses que tuve que esperar me estuvieron dando viviendas temporales y ellos pagaban toda la renta y me daban la comida”.
Por tal motivo, recalcó que existe ayuda para los desamparados sólo que ellos también tienen que hacer su parte que es cumplir los requisitos para acceder a una vivienda y seguir los reglamentos establecidos.
Nuevos Servicios bajo Medi-Cal
Ethnic Media Services en coordinación con el Departamento de California de Servicios de Cuidado de la Salud y Homeless Healthcare Collaborative de UCLA (Universidad de California de Los Ángeles) realizaron una conferencia de prensa en el centro comunitario Casa Milagrosa en pasado martes 13 de agosto para dar a conocer las nuevas estrategias y los recursos que existen para apoyar a los desamparados a salir de las calles de Los Ángeles y acceder a los diferentes servicios de salud y de asistencia que ahora se contemplan bajo los nuevos lineamientos de Medi-Cal.
En el 2022 el DHCS estableció un plan de atención medica gestionada que facilita a las comunidades aprovechar el programa de medicina de la calle.
Este programa que opera en Los Ángeles, la Bahía de San Francisco, San Diego, Bakersfield y Redding, se centra en comunidades como la de los desamparados para reducir las barreras que enfrentan a los acceso no solo de salud, sino también de alimentación e incluso de vivienda.
El coordinador de Voluntarios y Comunicaciones de Depaul USA-Casa Milagrosa, Gabriel Partida, dijo que en el condado de Los Ángeles hay 75 mil 312 desamparados que representan el 50 por ciento de las personas sin hogar que hay en Estados Unidos.
Explicó que el centro Casa Milagrosa opera de lunes a viernes ayudando de 90 a 150 personas de los cuales el 70 por ciento son latinos y el 30 por ciento son afroamericanos, blancos y de otras razas.
Agregó que principalmente ofrecen diferentes servicios a los desamparados que están en el área de McArthur Park y a veces del centro de Los Ángeles en donde también hay estudiantes y personas que vienen de otros estados de la Unión Americana como Utah y Arizona.
Mencionó que todos los días les dan desayuno y comidas a los desamparados en tanto que los martes al centro cuenta con el apoyo de una unidad del programa Homeless Healthcare Collaborative de UCLA que les ofrece diferentes servicios de salud a los indigentes y los jueves pueden tomarse un baño.
Además dijo que cuentan con un laboratorio de computadoras y les ofrecen a las personas ayuda para acceder a los servicios de salud física y mental y de vivienda que necesiten.
Partida reconoció que aunque resolver el problema de la indigencia no va a ser rápido, ni fácil, hay apoyo de la comunidad y de diferentes grupos de organizaciones civiles.
“No hay que verlos a ellos como algo malo porque cada persona trae su historia hay que conocer que está pasando allí, darles un trato más humano, yo tengo un pensamiento ‘no podemos cambiar el mundo, pero cada persona puede cambiar su mundo’, opinó”.
El director de Homeless Healthcare Collaborative de UCLA Brian Zunner-Keating afirmó que para tratar de solucionar el problema de los desamparados realizan diferentes prácticas como son las visitas a cada uno de los campamentos que están en las calles, en las autopistas y en todos los sitios donde se encuentran, todo ésto acompañados del personal médico, para ayudarlos en el lugar donde están y conocer mejor su situación.
“Tratamos de acercarles los servicios que necesitan”, explicó. “Estamos tratando de cambiar la práctica médica donde el doctor usualmente atiende en su oficina a los pacientes. Ahora estamos proveyendo un amplio entrenamiento llevando a los estudiantes de la salud al lugar donde se encuentran estas personas para checarlos y ver que es lo que están necesitando para apoyarlos a salir de las calles y que tengan una mejor calidad de vida”.
Zunner- Keating comentó que todo esto se hace sin tratar de forzar a alguien a hacer algo que no quiere, generalmente tratan de entender su situación porque son personas que lo han perdido todo y cada una tiene diferentes problemas, agregó que también están visitando a las personas que están en riesgo de perder su vivienda para tratar de ayudarlas con recursos que necesiten y con información.
Subrayó que gracias al Medi-Cal y a las políticas de gobierno de California, todas las personas sin importar su condición y su estado migratorio tienen acceso a los cuidados de salud y hasta pueden tener un reembolso por lo que gasten en las medicinas.
Eduardo Rodríguez Conde, de 60 años, dió gracias al Medi-Cal de estar vivo. El inmigrante de origen veracruzano (estado al Sur de México) dijo que hace 6 meses tuvo un trasplante de riñón y que gracias a tener el seguro médico le cubrió todo los gastos y está vivo.
“Si no estuviera en Estados Unidos ya me habría muerto en otro país”, opinó el inmigrante quien hace poco tiempo salió de las calles para tener una vivienda en los Apartamentos Los Robles.
A Rodríguez le hacían diálisis por la diabetes y ahora dice que ya no se la hacen gracias al trasplante de riñón.
Regularmente el inmigrante acude a la organización Casa Milagrosa para alimentarse y recibir recursos.
“Aquí nos tratan bien y recibimos los servicios”, sostuvo mientras desayunaba junto a los sin techo Marvin Hernández, inmigrante de Guatemala y Leoncio Esquivel inmigrante de Michoacán México, quien vive dentro de su auto en la calle.
Zunner- Keating dijo que los principales problemas de salud que enfrenta esta población son: diabetes, alta presión y problemas mentales.
En el 2023 DePaul-Casa Milagrosa atendió a mil 427 personas con más de 28 mil visitas a sus instalaciones y ofreció 26 mil 751 comidas a personas con inseguridad alimentaria; otorgó más de 402 servicios de higiene personal, distribuyó 5 mil 717 bolsas de bocadillos, repartió 796 bolsas de despensa, ayudó a 227 personas a obtener nuevos beneficios, asistió a más de 50 individuos a obtener una nueva vivienda temporal o permanente, y el centro de apoyo recibió 5 mil 292 horas de voluntariado de 112 estudiantes que ofrecieron su tiempo y talentos.
Para ayudar a esta población sin vivienda a salir adelante les dan servicios de lavandería, ayuda para encontrar empleo, acceso a teléfonos y computadoras, talleres de salud física y mental, entre otros servicios.
La institución reportó que en Los Ángeles hay más de 5 mil estudiantes de colegio en la indigencia por lo que han creado el programa Dax que proveé vivienda, alimentos, ropa, consejería, apoyo de salud física y mental y otros servicios para ayudarlos a alcanzar el éxito en la escuela y en la vida.
Guillermo Vidaurri, (izq.) Director de la Organización sin fines de lucro Depaul-Casa Milagrosa y personas que atienden en Casa Milagrosa localizada en el 161 S. Alvarado St. Los Ángeles, CA 90057. Website: www.depaulusa.org