Los Ángeles, Cal.- Con bajos sueldos, incluso sin los insumos necesarios, los trabajadores de salud comunitarios se enfrentan a un sistema laboral incierto, de mayor exposición y peligro, al mismo nivel incluso que las comunidades de color que atienden y que en su mayoría no tienen seguro de salud para ir a revisión médica en medio de una pandemia que los afecta desproporcionalmente.
Y aunque se han ganado la confianza de la comunidad a través de años trabajando en la salud preventiva de comunidades como la inmigrante y de refugiados, todavía falta mucho por hacer.
El rol de los trabajadores de salud comunitaria es critico especialmente durante Covid-19 con los trabajadores de comunidades ignoradas y de las personas que no tienen como pagar un seguro médico, aseguran los expertos en el tema de la salud durante una conferencia ofrecida por Ethnic Media Service el pasado viernes 23 de octubre.
Los trabajadores de salud comunitaria ejercen su trabajo serio y con mucha pasión señaló Denise Octavia Smith, diectora ejecutiva de la Asociación Nacional de los trabajadores de Salud Comunitaria (CHWs).
La trabajadora dijo que se han vuelto promotoras de salud y que han creado confianza entre las comunidades de las personas que tienen enfermedades crónicas, de cáncer y de sida. “Alguna vez fuimos también trabajadoras inmigrantes y tenemos la habilidad de mejorar la salud de las personas y buscar la equidad y la justicia social.
“Los trabajadores comunitarios somos gente de color, somos sobrevivientes de todas la barreras de comunidades marginalizadas, muchas veces trabajamos con becas y somos los trabajadores de salud que menos se les paga”, comentó.
Dijo “estamos en programas que estamos impactados por la sectorización que son persistentes en E.U., de una manera racista. Nosotros trabajamos con comunidades con recursos propios y trabajamos también en educar a la comunidad en el uso de opioides, vivienda, además de hacer trabajo de hospital y clínicas, tramos de crear puentes”.
Octavia indicó que al principio de la pandemia, a comienzos de marzo, se les estaba despidiendo en lugar de reconocer su trabajo.
Con millones de personas padeciendo problemas de salud mental, de alimentación y de vivienda, dijo que ahora más que nunca se necesita de sus servicios para implementar los programas de desarrollo que vendrán al igual que de la vacunación.
Hay miles de millones de dólares que se van a invertir en centros para poder luchar contra la pandemia y necesitamos una capacidad más amplia, sostuvo al hablar de un reporte con la comunidad de indios nativos de Navajos en donde se destaca el problema de los fondos para esas comunidades tribales.
Resaltó que la pandemia ha recordado que los Estados Unidos no enfrentado y reparado el daño por cientos de años de las poblaciones indígenas y afroamericanas.
Explicando que el 30% de las personas afroamericanas dicen que aunque hubiera no tomarían una vacuna disponible contra el covid-19.
“Los trabajadores comunitarios enfrentan esa barrera”, dijo al referirse al gran trabajo que tienen hacer para ganarse la confianza de la comunidad.
Los pocos recursos que les llegan a ellos para su trabajo son de filántropos y organizaciones como United Health Care quienes les donaron más de mil mascarillas para donar entre las coaliciones junto con equipo médico.
Apenas en marzo, los trabajadores de salud comunitarios fueron catalogados como trabajadores esenciales de salud por lo que se les debe pagar más, pero formalmente dos estados lo han hecho, uno de ellos California y el otro Massachusett, indicó Octavia.
Los trabajadores agrícolas son los trabajadores esenciales más impactados por la crisis de salud
Para el doctor David E. Hayes Bautista director del Centro de Estudios de Salud y Cultura Latinos de la UCLA, los trabajadores agrícolas han sido fuertemente impactados con la pandemia según un estudio revelado apenas el pasado 22 de octubre por la UCLA.
El reporte en el que trabajó el doctor David, exponen que las poblaciones de color son las que más altos casos tienen tanto de infección como de mortalidad del coronavirus.
“El coronavirus parece afectar de manera diferente, pero el coronavirus no es racista ni discrimina, pero es muy oportunista y apenas puede encontrar un acceso al cuerpo y ahí se mete”, sostuvo.
Indicó que Estados Unidos esta muy atrás de países avanzados en cuanto al tema de salud y su protección a la pandemia, indicando que en un primer reporte del mes de abril estaban preocupados por el impacto y las afectaciones a los trabajadores del campo.
“A ellos les ha afectado mucho el coronavirus. Cuando recién empezó, en marzo, a la gente se le dijo que tenía que trabajar de casa, pero había gente no podía hacer eso, había algunos trabajadores esenciales como doctores, enfermeras que no podían hacer eso. Por ejemplo en Este de Los Ángeles, los que tenían mascaras, entrenamiento para usarlas, no hubo ningún trabajador infectado en el área de covid, eso es muy bueno.
Pero otro tipo de trabajadores esenciales se nos olvidaron que no podían trabajar desde casa, uno de ellos son los agricultores que tienen que tener cuadrillas de trabajadores, que tienen trabajar juntos y que pocas veces se ven con seguro de salud, como los latinos, que incluso después de Obama Care son dos veces más posibles que no tengan seguro de salud. Casi el 100% son inmigrantes y el 60% no tienen papeles como indocumentados.
Ellos salían cada día de su casa, ellos eran los más esenciales, y el condado les decía que se les tenía que dejar viajar porque son esenciales.
En estado de California, se le dijo a la comunidad, desde temprano, que si tienes síntomas: fiebre, ve al doctor, pero estos son trabajadores que no tienen doctor, algunos dicen: ‘no conozco un doctor, menos uno que hable español ¿cómo voy a pagar?.
Si uno no tiene cobertura médica, el doctor dijo que los pacientes que requieren una prueba de Covid tienen que pagar entre 100 hasta 2 mil dólares, suma que es bastante para personas que tienen una familia amplia.
Igual que los agricultores que están expuestos, el doctor Hayes dijo que hay otro tipo de trabajadores esenciales que también lo son como los que empacan, los cajeros o troqueros.
Los trabajadores esenciales son los más expuestos y tienen menos acceso a la salud tienen, dijo al explicar que una sola dosis de Remdesivir, medicina que requieren los pacientes con covid cuesta 3 mil 120 dólares, lo que equivaldría a dos meses de salario de un trabajador agrícola.
“Para pagar solo por ese artículo, básicamente tendría que renunciar a toda la comida, la vivienda, la ropa y el transporte durante dos meses. Bueno, si te quedas sin comida, una persona promedio muere en unos 40 días ”, sostuvo, al indicar que el costo a la nación por la hospitalización del presidente Trump le costó a la nación 320 mil dls.
Los centros de salud calificados a nivel federal (FQHC) ofrecen atención médica a personas de bajos ingresos, independientemente de su estado migratorio, pero Bautista dijo que esta era una solución imperfecta a la crisis de acceso a la atención médica, ya que tales instalaciones están crónicamente subfinanciadas y a menudo abrumadas por un gran número de pacientes.
Además, si una corte suprema conservadora deroga la ley de cuidado de salud a bajo precio, 55 millones de personas en los Estados Unidos carecerían de cobertura medica, esto en medio de una pandemia es una receta para un desastre absoluto, consideró el experto.