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La Guelaguetza, fiesta de las etnias indígenas oaxaqueñas

Oaxaca de Juárez, Oax., julio 2023.- Representantes de los 16 grupos étnicos y del pueblo afro mexicano del estado, mostraron sus rituales y celebraciones ancestrales con música y bailes, además de obsequios artesanales, en las primeras dos ediciones de la Guelaguetza (el lunes 17) que inició con la Canción Mixteca y el Dios nunca muere, “el himno de los oaxaqueños”.

Ambas interpretaciones que abrieron el festejo, motivaron a los más de once mil asistentes al Auditorio ubicado en el Cerro del Fortín, a acompañarlas con el agitar de pañuelos y sombreros. Al escuchar el Dios Nunca Muere, del compositor Macedonio Alcalá, los oaxaqueños se pusieron de pie, llevaron la mano al corazón y guardaron silencio.

La “fiesta étnica más importante de Latinoamérica”, comenzó el domingo 16 de julio con la celebración a la Virgen del Carmen oficiada por el arzobispo de Antequera, Pedro Vázquez Villalobos. Ante los feligreses que llenaron el templo del Carmen Alto, recordó que Los Lunes del Cerro, ahora llamado Guelaguetza, formaron parte de los cultos populares y religiosos a la patrona.

El lunes 17 a las 10:00 y a las 17:00 horas, Leticia Santiago Guzmán de la etnia chatina y nombrada Diosa Centéotl, presidió la fiesta. Con un bastón de mando caminó por el círculo del Auditorio y dio la bienvenida en su idioma indígena y en español.

“Hoy les quiero decir a todas las mujeres que nunca nos cansemos de luchar desde nuestras etnias y que siempre veamos un mundo mejor para seguir adelante. Hoy les quiero decir a las diferentes culturas de mi estado, a las 16 etnias y al pueblo afromexicano que nunca nos avergoncemos de nuestras raíces, que donde quiera que vayamos sintámonos orgullosos de ser oaxaqueños”

En la edición vespertina, luego de la Canción Mixteca y el Dios nunca muere, se presentaron 15 delegaciones con los bailes rituales presentes en fiestas patronales, mayordomías, bodas y funerales, entre otros actos comunitarios. Destacaron la Danza de la Pluma de Teotitlán del Valle, la Flor de Piña de San Juan Bautista Tuxtepec y el Baile de la Aguja de Santo Tomás Ocotepec.

La danza de la pluma es una representación de la confrontación bélica entre mixtecos y zapotecos que después fue adaptada para narrar la historia de la conquista y evangelización con los personajes de Hernán Cortés y Moctezuma. Acompañada por música de flautas y tambores, es vistosa por el tocado de los bailarines quienes, en sus giros, saltan en el aire en una coreografía llamativa.

La Flor de Piña es la más esperada por el colorido de los huipiles, los adornos de las bailarinas, los tocados y el danzar alegre y coordinado de las jóvenes con una piña al hombro. En esta ocasión, dijeron, también de dolor se canta, ya que el 13 de julio falleció en un accidente automovilístico, la bailarina Kary León y antes, el día 9, murió Paulina Solís Ocampo, creadora de la coreografía.

“De San Juan Bautista Tuxtepec Con un porte señorial/ hacen su entrada triunfal, / luciendo primores mil/ los bordados del huipil. / Y ya se inicia la danza/ que causa alegría y asombro. / ¡Baila doncella la danza/ con una piña en el hombro!”.

El Baile de la Aguja de Santo Tomás Ocotepec, donde más del 80 por ciento hablan su lengua materna, fue presentado luego de que en 2018 fue eliminado por un Comité de Autenticidad (que ya no existe). Los integrantes elegían las representaciones culturales de las comunidades para ser presentadas en “La máxima fiesta de los oaxaqueños”.

Este baile lúdico de la mixteca oaxaqueña causó expectación. Luego de una danza lenta y mecida entre varias personas, un hombre escondió una aguja entre el público y una mujer con los ojos vendados, debía encontrarla. Con los pies descalzos danzaba por el escenario y se acercaba al lugar preciso, guiada por la música del violín y la guitarra.

En cada paso que la danzante daba cerca de las orillas del círculo de bailes, el público veía con atención o volteaba hacia otro lado por el temor de ver que la mujer cayera. Y con esa misma emoción vio cuando “encontró” la aguja y la expectación volvió cuando regresó al escenario de la misma manera y por momentos titubeante pero nunca dio un paso en falso.

Los otros bailes fueron la Danza de los Diablos del pueblo afromexicano de Santiago Llano Grande, que también motivó algarabía y aplausos sobre todo cuando azotaban los fuetes en el piso y zapateaban. Con sus máscaras de diablo, barbas blancas, cuernos y orejas largas, vestidos como charros, representan el pasado negro, europeo e indígena de estas poblaciones.

También participaron los de la etnia chocholteca de Santiago Teotongo con sus sones. Los de San Pedro Amuzgos presentaron una mayordomía al Señor San Pedro y un Fandango Amuzgo. Mestizos de San Carlos Yautepec, ofrecieron un fandango y jarabe Carleño y los zapotecos de Asunción Ixtaltepec, una fiesta patronal en honor a la Asunción de la Virgen María.

Los mixtecos de Huajuapan de León participaron con su jarabe mixteco. Los zapotecos de Juchitán de Zaragoza con “Mi antiguo Juchitán”. Los mixtecos de Santiago Juxtlahuaca, la Danza de los Rubios. Los mixes de Santa María Tlahuitoltepec rito, festividad y sones mixes. Los mixtecos de Santiago Jamiltepec, sones, juegos y chilenas y los mestizos de Putla, Villa de Guerrero, calendas, sones, chilenas y comparsas de carnaval.

Después de cada presentación, los representantes de las comunidades lanzaron productos artesanales y frutas: sombreros, abanicos, panes, rebozos, canastas, bolsas y piñas. Los asistentes con gran algarabía bajaban de sus asientos para intentar atrapar algún obsequio.

LA OTRA GUELAGUETZA

Los profesores de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, llevaron a cabo su Guelaguetza Magisterial y Popular. Inició el domingo 16 de julio. Luego de un mitin con representantes de algunos sindicatos nacionales, entre ellos, Adriana Urrea Torres de la desparecida Notimex, quemaron un castillo de unos cinco metros de alto, a un costado de la Catedral de Oaxaca.

Al día siguiente, el lunes 17 de julio a las 10:00 horas sería el festejo en el estadio del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO). Sin embargo, algunos asistentes, ubicados en primera fila, en la parte baja, comenzaron una pelea que terminó en golpes, sillazos e insultos y el final del festejo.

Medios de comunicación de Oaxaca, señalaron que el diputado Irán Santiago del partido Morena, fue el causante. Los maestros lo acusaron de vender el movimiento magisterial al ex gobernador Alejandro Murat. Posteriormente, el político lo negó, de cualquier manera, la violencia dejó a varias personas heridas.

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