Los Ángeles, Cal.- Amigos que tenían meses de no verse y separados por la frontera, parientes que no se conocían, así fue el reencuentro entre oaxaqueños en la pasada Guelaguetza organizada por la Organización Regional de Oaxaca (ORO) el pasado sábado 4 y domingo 5 de agosto en el parque Lincoln al Este de Los Ángeles.
Tal fue el caso de los amigos José Carrillo, Melissa Velasco y Fredy López, de la Sierra Norte de Oaxaca, quienes se reencontraron en la fiesta de la Guelaguetza, luego de no verse por varios meses separados por la frontera.
Melissa tiene pocas semanas como inmigrante. Llegó y se puso en contacto con su amigo José quien es originario de San Mateo Yeltla, Valle Nacional, Tuxtepec; y este a su vez con su amigo Fredy quien acaba de regresar de Oaxaca luego de haber visitado a sus familiares por un mes en Santiago Comaltepec.
Los jóvenes amigos comparten los mismos gustos por la música y la cultura oaxaqueña y no dudaron en reunirse en la fiesta oaxaqueña que cumplió su 31 aniversario con un rotundo éxito.
Melissa quien tiene el sueño de trabajar duro para poder emprender su propio negocio de venta de productos de belleza, dijo que al estar en la Guelaguetza se volvió a sentir como si estuviera en Oaxaca, como si no hubiera salido de la tierra que la vio nacer.
Aunque tienen solo algunas semanas de estar de este lado de la frontera, Melissa señala que ya extrañaba este tiempo, sobre todo la comida y el mezcal de los pueblos de los Valles Centrales, donde también se celebra esta costumbre oaxaqueña.
Ahora al ver los bailes, ya planea integrase a uno de los grupos folklóricos que participaron en la fiesta, entre ellos el grupo Princesa Donají, Ballet Nueva Antequera o el Huaxyacac, en donde podría bailar la danza de su tierra: Flor de Piña.
Cave mencionar que el amigo de Melissa, José Carrillo fue quien entonó el himno mexicano durante la ceremonia de inauguración en la que el presidente de ORO, Isaí Pazos dijo que hay mucho que agradecer a la ciudad de Los Ángeles por ser una ciudad en donde no solo la cultura oaxaqueña esta presente, sino que le ha permitido a los oaxaqueños hacer un modo de vida que no se pudo hacer en el lugar de origen.
Pazos dijo que la Guelaguetza en esta ciudad cumple 31 años por lo que estaban contentos y alegres.
“Es un evento cien por ciento cultural, donde sus hijos e hijas pueden aprender de dónde son sus raíces”, dijo, al agregar “me da gusto que ellos porten un traje. Que muchas personas: mamas, abuelas, nietas, nietos, porten un traje típico como algo representante de nuestro bello estado”.
El presidente de ORO, agradeció a su mesa directiva, a los grupos folklóricos, comunidades y las bandas que hacen todo lo posible por realizar la festividad.
“Sin ellos, esto no se puede realizar”, confesó para más tarde a las 11 de la mañana declarar formalmente inaugurada la fiesta racial.
Este año las novedades en la Guelaguetza Infantil fue la presentación- por primera vez por parte del grupo folklórico Donají- de la Danza de los Viejitos.
En tanto el domingo, se presentaron las comunidades de San Bartolomé Quialana, Yalalag, Macuiltianguis y por primera vez Tlaxiaco, representado por el Grupo Princesa Donají.
Asimismo, el Ballet Nueva Antequera presentó los sones y chilenas de Cacahuatepec y el grupo Huaxyacac a Miahuatlán.
El objetivo es preservar y difundir la cultura, el folklore, gastronomía y artesanías de la comunidad oaxaqueña de este lado de la frontera.
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