Oax.- Con paciencia y esmero se encuentra lo que uno quiere, solo hay que buscarlo, dice pausadamente doña Petra mientras acomoda sus pinceles y pinturas en una mesa rustica de madera y espera a que seque la pintura de la jícara que va a decorar.
Tradicionalista conserva los modos y el estilo mismo desde que aprendió a pintar hace más de 30 años cuando se fue a vivir con su esposo Miguel Santiago Soriano, reconocido tallador de Monos de Palo.
Con lentitud y parsimonia se acomoda en su silla de plástico y comienza a pintar lo que a su mente va llegando, primero una trazo, luego una línea o un círculo o lo que imagine, claro como ella explica no siempre pinta mentalmente, también hace algunos dibujos que luego reproduce en las jícaras.
Sin embargo, doña Petra Hernández Ramírez, no solo pinta jícaras, también pinta botellas que muchos turistas compran para llevar mezcal o algunos otras bebidas, pinta alebrijes o como ella les llama Monos de Palo que es el nombre de su negocio ubicado en San Antonio Arrazola.
Ella tiene un don muy especial que hace que los colores los combine de una manera diferente. Ella ve algunos colores diferentes a nuestros ojos y por la combinación que hace, cuando termina su decorado obtienen unos matices y unas sombras fantásticas.
Carrizos, jícaras, dragones, leones, todo lo que llega a sus manos “en bruto”, con la paciencia de doña Petra los convierte en una artesanía colorida y especial, diferenciadora de otras figuras también pintadas magistralmente, pero con un estilo y resultados diferentes, lo que llama la atención a los pocos paseantes que se atreven a llegar a esta comunidad llena de maestros del arte popular en Oaxaca.
Durante la conversión doña Petra Hernández Ramírez nos dice que la pandemia ha afectado no solo su economía sino la economía de todos los productores de alebrijes en esta población, debido a esto muchos han tenido que buscar otras formas de conseguir el sustento diario debido a que tuvieron que cerrar durante cuatro meses, muchos de ellos tuvieron que pagar la renta de manera puntual o desalojar ante la exigencia de los caseros.
Sin embargo, eso no la detiene en su proyecto de seguir pintando, por eso cuando visitemos esta población apoyémosles comprando sus objetos hechos a base de madera de copal y de otros tipos.
Doña Petra los invita a su negocio llamado Monos de Palo, ubicado a una cuadra de la agencia municipal, donde expone sus creaciones, botellas, jícaras, alebrijes, y pinturas en acuarela que su esposo tambien pinta, pero sobre todo ofrece una buena atención y excelentes anécdotas además del trato cordial y amigable.
Esta población ha decidido luchar sola y enfrentarse al estancamiento económico debido a que la autoridad de la cabecera municipal que es Xoxocotlán, encabezada por Alejandro López nunca los apoyó, con el pretexto de que debido a la pandemia se detuvo todo, esperanzados creyeron que tendían por lo menos el apoyo moral pero siquiera eso sucedió.
Solo, en días pasados, el diputado local Horacio Sosa organizó una reunión con los habitantes de Arrazola para preguntarles como están y en que podía ayudarles, lo que les ha causado molestia debido a que dijeron “como ya vienen las elecciones de nueva cuenta quieren embaucarnos, pero cuando realmente necesitamos de su apoyo nunca nos dieron la cara, ahora quieren volvernos a ver la cara, ya no confiaremos en estos políticos oportunistas”, sostuvo la artesana.
A pesar de todo, doña Petra sigue pintando, sacando de su memoria imágenes o buscando la forma en que la pintura que realizó ayer o en la mañana no se parezca a otra, y ahí es donde radica el éxito del colorido de sus piezas, que las convierte en únicas.
San Antonio Arrazola forma parte de la Ruta Mágica de las Artesanías, que reúne a diez pueblos cuyos artesanos son creadores del barro verde o vidriado, barro negro, alebrijes, bordados y tejidos y el mezcal minero, además del patrimonio intangible que puede observarse en esta ruta.
El trabajo de Doña Petra, lo mismo en alebrijes que en botellas.