Zaachila, Oax.- El pasado 30 de julio se llevó a cabo la edición número 56 del “Laanii Roo Xten Daan Zaadxil Doo”, ante más de 5 mil espectadores que un poco antes de la una de la tarde gritaron ¡Viva Zaachila, Viva Oaxaca!, y en ese momento apareció la representante de la Diosa Pitao Kosobi, la joven Dámaris Martínez Avendaño, acompañada de la Presidenta Municipal de Zaachila, la doctora Maricela Martínez Coronel y su cabildo.
Después de estas mujeres zapotecas venían en caravana, la autoridad ejidal representada por Juvenal Aguilar y las 21 delegaciones que regalaron su danza, cultura, tradición y su “Guelaguetza”, en una fiesta multicolor y multicultural, la cual, es reconocida como la segunda más importante después de la realizada por el gobierno Estatal en el Cerro del Fortín.
La bienvenida a esta noble tierra corrió a cargo del maestro encargado de preservar la lengua zapoteca en la Villa de Zaachila, Sergio Vicente García Aguilar, quien dijo que esta Villa recibe a sus hermanos con los brazos abiertos.
Desde las 10 de la mañana, turistas nacionales, extranjeros y paisanos de la población, así como de pueblos vecinos se dieron cita para ocupar un lugar en “El Cerrito”, junto a la zona arqueológica de Zaachila, una zona no explorada que se presume contiene también vestigios arqueológicos.
Los encargados de tocar la música para ejecutar los bailables, corrió a cargo de distintas agrupaciones musicales, “Resplandor Zaachileño”, “Banda Costa Mía” y “Santa Cecilia”, músicos que se llevaron las ovaciones de los presentes por la maestría de su ejecución.
Mientras entre el público asistente se repartía el tradicional tepache y tamales para mitigar la sed y el hambre, el cielo dejó caer sus primeras gotas de lluvia que mojo a los asistentes, que amainó un poco, por lo menos durante unas horas, pero que más tarde volvió para ya no cesar en su intento por darles “el remojo” a los asistentes.
La Delegación de Papaloapan, conformada por bellas mujeres bailando Flor de Piña, arrancaron los aplausos y suspiros de algunos caballeros, para dar paso a la picardía de los sones y chilenas de la Región de La Costa, los cuales arrancaron cientos de carcajadas a los espectadores por la ocurrencia de sus coplas.
Otros bailes que se llevaron nutridos aplausos fueron: Putla, el Torito Serrano, el Jarabe Mixteco, y por supuesto, Juchitán de Zaragoza de la Delegación del Istmo.
En entrevista colectiva al final de fiesta, la edil zaachileña, Martínez Coronel, informó que durante los días previos al Lunes del Cerro 2018, se realizaron distintas actividades, como la Feria Artesanal y del Mezcal, la Muestra Gastronómica, el Festival de arte urbano, y la Feria de la Barbacoa, Biuses y Carnes Asadas, con lo cual se cumplió con su gente y con sus visitantes, desplegando a diversos elementos de seguridad, protección civil, rescate y salud con primeros auxilios.
Fue tanta la entrega de los bailarines y el ánimo de los asistentes, que la ligera llovizna no bajó los ánimos y las ganas de pasarla bien. Y lo miles de asistentes no dejaban de aplaudir y pedir el recuerdo o su guelaguetza.
Todas las delegaciones participantes se congregaron- al final- en un abrazo de hermandad y fraternidad, y al termino de la celebración se entonó el “El Dios Nunca muere”, canción que se ha vuelto emblemática, no sin antes despedirse hasta el próximo año de nuevo en ” El Cerrito” de la Villa de Zaachila.
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