- * Este día continuaron las manifestaciones con los alumnos de preparatorias que dejaron las clases para protestar.
Los Ángeles, Ca.- Bajo el lema “Un Día Sin Inmigrantes”, miles de personas residentes de Los Ángeles realizaron ayer una protesta por largas horas en el centro de esta ciudad por segundo día consecutivo para exigir un alto a las deportaciones y protestar en contra de las políticas de inmigración de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestación que tuvo que ser dispersada por oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles.
Esto se debió a que algunas personas le aventaron botellas de vidrio a oficiales del Departamento de la Policía de Los Ángeles, quienes habían formado una valla humana en Main Street a la entrada la autopista 101 para evitar que los inconformes invadieran esa arteria vial ocasionando serios problemas de tráfico y seguridad y a que la protesta ya se había prolongado por varias horas.
Cientos de residentes empezaron la manifestación frente al City Hall de Los Ángeles y de allí marcharon sobre la calle Spring hasta llegar a Arcadia St. y Main St. a la salida del freeway 101, área que los manifestantes rodearon para seguir expresando pacíficamente su rechazo a la deportación.
Los automovilistas que pasaban por la autopista hacían tocar los cláxones de sus carros en muestra de apoyo a la causa.
Muchos de los participantes eran jóvenes de primera y segunda generación de nacidos en Estados Unidos, entre ellos había estudiantes, trabajadores, emprendedores y madres y padres de familia, quienes coincidieron en mencionar que decidieron participar en la marcha para apoyar a sus padres y a los inmigrantes trabajadores y pedir un alto a la deportación y respeto hacia la comunidad.
Marlin Guerrero, quien tiene 3 hijos y es descendiente de padres mexicanos, comentó que decidió venir a la protesta frente al ayuntamiento con sus niños, para mostrar su apoyo al movimiento “Un Día Sin Inmigrantes” y para pedir respeto para su comunidad.
La estudiante Brisa de Jesús mencionó que decidió hacer una pausa en sus deberes escolares para participar en la manifestación.
“Creo que todas las familias deben estar juntas, mis hermanas crecieron aquí y no es correcto que nos digan criminales e ilegales, nadie es ilegal en tierra robada”, recalcó. “Y voy a tratar de apoyar estas manifestaciones aunque tenga que perder un año de la escuela porque la familia y las personas son más importantes y no merecen vivir con miedo porque trabajan muy duro”.
El emprendedor George Rosas reveló que él le dió su voto al ahora presidente Donald Trump, “porque soy un hombre de negocios y me gustan algunas de las cosas que está haciendo, pero no estoy de acuerdo con la deportación de los inmigrantes trabajadores y empresarios porque somos los mexicanos los que estamos arreglando la economía de Estados Unidos”.
Indicó que todos deben unirse sin importar a que país pertenezcan los padres porque ahora están atacando a la comunidad latina inmigrante.
Entrevistado cerca de la salida a la autopista 101, el estadounidense Jon Stiles aseveró que decidió participar en esta marcha para demostrar su apoyo a la comunidad latina por lo que hacen a favor de este país, y agregó que hay muchos anglosajones que están con ellos.
“Ningún ser humano puede ser ilegal en una tierra robada”, puntualizó. “Me parece que todos debemos de tener en cuenta que sin inmigrantes no hay Estados Unidos”.
Ashley Velez, quien portaba una pancarta con la leyenda ‘Somos la voz de los que no pueden gritar’ estaba a lado de su amigo Abraham Cano que traía otra que decía “Inmigrants built this country” estaban en la calle Aliso y Main pidiendo un alto a las deportaciones y una reforma migratoria para la comunidad trabajadora y mantener unidas a las familias mexicanas y latinas.
La joven de 20 años de edad y descendiente de madre mexicana y padre originaria de Guatemala aseguró que ellos hicieron todo lo posible para que tuviera una vida mejor y aún ahora, que ya son mayores, continúan trabajando muy duro para que todos estén bien.
“Ahora me toca a mí, quiero hacer algo para ellos, quiero hacer la diferencia”, subrayó. “Estoy peleando para que detengan las deportaciones y por una reforma migratoria porque no se merecen este trato, no son criminales, trabajan muy duro y hacen todo para tener una buena vida”.
Mientras tanto se seguían escuchando los gritos de los manifestantes pidiendo un alto a las deportaciones y expresando su rechazo a las políticas de inmigración del gobierno del presidente Donald Trump.
Unos pasos más adelante en la calle Main cerca de la salida a la autopista había una gran cantidad de autos y camionetas estacionados en plena vía pública como parte de la protesta e incluso uno de esos conductores rayaba la llanta de su vehículo estacionado en el concreto levantando arena, humo y dejando salir un fuerte olor a gasolina quemada junto con el hule poniendo en riesgo a los que estaban a su alrededor.
Durante toda la tarde seguía llegando más personas al lugar para apoyar la protesta por lo que la cantidad fácilmente sobrepasaban los mil inconformes, algunos de ellos llegaron con botellas, algunas de las cuales arrojaron a miembros de la policía de Los Ángeles cuando no los dejaron entrar a la rampa de la autopista 101 después de lo cual los oficiales recibieron órdenes de dispersar a la multitud a la que llevaron hacia el norte de la calle Main.
Algunos decidieron retirarse del lugar, aunque hubo quienes seguían en el lugar bailando al ritmo de la música de banda mexicana.
Hoy cientos de estudiantes de la preparatorias dejaron las aulas y salieron a protestar.
Empresas Oaxaqueñas Se Unen A La Causa
El periódico Impulso también realizó un recorrido por varios negocios propiedad de destacados empresarios oaxaqueños, los cuales permanecieron cerrados durante todo el día lunes 3 de Febrero en solidaridad al movimiento de “Un Día Sin Inmigrantes” colocando en la puerta de sus locales el motivo de su cierre y avisando que hoy 4 de febrero, volverían a estar abiertos para el público.
Fue así que algunos clientes de los negocios El Valle Oaxaqueño tuvieron que regresarse con las manos vacías al darse cuenta que estaba cerrado.
José Luna, originario de Oaxaca, México expresó que acostumbra a llegar a este lugar a hacer sus compras y que no sabía que iban a estar participando en ese movimiento porque la mayor parte del tiempo está ocupado, trabajando.
“Por una parte es bueno estar unidos todos los oaxaqueños apoyando a los inmigrantes”, comentó. “Pero no sólo deben hacerlo las empresas oaxaqueñas sino todos los latinos y estadounidenses que están en contra de las deportaciones, porque siempre somos un mismo grupo los que apoyamos, entonces tenemos que estar más unidos y ver que es lo más conveniente hacer para luchar por la comunidad porque se nos debe tratar con respeto porque la mayoría venimos a trabajar para salir adelante y apoyar a la familia”.
De igual manera llegaron otros clientes, quienes se sorprendieron al ver el establecimiento cerrado, pero al leer el aviso colocado al frente hacían la señal de viva.
El mismo escenario se pudo observar en los locales de la Carnicería La Oaxaqueña, en los restaurantes Sabores Oaxaqueños y en Casa Gish-Bac.
Casi todos los negocios oaxaqueños de Los Ángeles y hasta las Vegas Nevada cerraron y avisaron a sus clientes en las redes sociales con mensajes y post en sus respectivas páginas que cerrarían para unirse a la causa de la comunidad inmigrante.
