viernes, febrero 7, 2025
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Oaxaqueños inmigrantes salvan al menos 15 viviendas en el incendio Palisades

  • ¡Los héroes más verdaderos de la historia!, les llama uno de los propietarios a los trabajadores inmigrantes

Los Ángeles, Cal.- ¡Hola a todos! Dice Andy Steuer en un mensaje en la red social Facebook… y prosigue:

“Muchas gracias a todos mis amigos por contactar para ver cómo estoy. El derramamiento de amor ha sido profundamente conmovedor y estoy muy agradecido de tener gente tan increíble en mi vida.

Debo ser el hijo de pta… más afortunado de Palisades…

Milagrosamente mi casa sigue en pie gracias a mi manitos Oscar y su amigo Rafa.

Han estado ahí fuera durante las últimas 48 horas luchando contra el fuego de mi casa y las casas de mis vecinos.

En este punto, todas las casas de mi cuadra están de pie gracias a ellos. Mi casa se incendió varias veces y la apagaron. Lo mismo con mi vecino.

Seguimos de pie.  No puedo agradecerles lo suficiente. ¡Los héroes más verdaderos de la historia!”.

Así describe Steuer lo que ha pasado con su casa en Palisades donde miles de viviendas fueron destruidas por el incendio, que hasta el día de hoy viernes 24 de enero estaba contenido en un 77%, afectando 23 mil 448 acres y amenazando al menos 12 mil 317 estructuras.

Según los reportes del Centro de Información Conjunto Coordinado del condado de Los Ángeles, el incendio Palisades había destruido por lo menos 6 mil 809 estructuras, dañado 972. Se espera que estos datos cambien a medida de que se confirmen más daños.

Por otro lado en el incendio Eaton se reportaron afectaciones en 14 mil 021 acres y había sido contenido en un 95%. El siniestro localizado en el parte noreste del condado Los Ángeles, aproximadamente a 23 kilómetros del centro, había destruido 9 mil 418 estructuras, dañado 1,073 y amenazado 6 mil 775.

En tanto en el incendio Hughes hasta este mismo viernes se han visto afectados mas de 10 mil acres y se había contenido en un 56%, sin que hubiera reportes de estructuras destruidas o dañadas. Datos preliminares de CalFire indican que en los incendios del Sur de California se han perdido 28 vidas.

A Oscar Santiago Martínez y Rafael Santiago inmigrantes de la población zapoteca de Villa Díaz Ordaz, Tlacolula Oaxaca, les tocó el incendio trabajando en una de las casas de Palisades en las que laboran desde hace años junto con su paisano Pedro Jesús Matías.

Martínez desde hace 6 años tiene su propia compañía de handyman, pero desde hace 21 años que trabaja en el área de Palisades haciendo desde limpieza, pintura, jardinería y reparaciones, entre otras tareas que le solicitan sus clientes en Posetano Road de Pacific Palisades.

Él conjuntamente con Rafael estaban en una de esas casas trabajando cuando el incendio del 7 de enero pasado los sorprendió.

“Nos dieron las órdenes de evacuación como a las 12 para el área y en ese momento empezamos a tender mangueras, a regar agua y prepararnos”, dijo Martínez al narrar que la lumbre inició en el vecindario como a la 1 de la tarde, con varios puntos en llamas y con el aire arreciando, lo que aumentaba su peligrosidad.

Artículos con los que se prepararon los oaxaqueños para combatir el incendio en Posetano Rd en Pacific Palisades. Foto cortesía/Oscar Santiago Martínez.

El oaxaqueño ya sabía qué hacer en caso de un incendio porque ya le habían tocado dos siniestros, el de Topanga Canyon y otro también en Palisades, ocurrido antes de la pandemia, donde ambos fueron controlados.

“Fue hace como 4 años, en verano, cuando hubo una temporada de varios años que no había llovido, por eso sabemos de los protocolos de preparar y regar lo más que se pueda sobre la estructura y la maleza”.

Dijo que de hecho la temporada de limpieza de la maleza arranca en marzo y abril, después de las lluvias, cuando los propietarios mandan hacer la limpieza de sus propiedades por el reglamento de la ciudad que dice que la maleza no puede estar no menos de 3 pies de distancia de las construcciones para evitar que cuando se seque haya incendios en la temporada de verano.

Así que aclaró que dicho protocolo para las zonas de montaña, como la de Palisades, se lleva a cabo cuando es la temporada, no ahora que debería de estar lloviendo por la temporada de lluvias de enero, febrero y que muchas veces termina hasta marzo.

El trabajador considera que el cambio climático ha influido mucho en los cambios de las temporadas.

“Los tiempos se han recorrido. Hace tal vez 6 u 8 años era un mes de diferencia pero ahorita ha superado eso. Ahorita ni las lloviznas siquiera han llegado”, lamenta.

El oaxaqueño piensa que los protocolos de las ciudades montañosas deben de cambiar porque los tiempos han cambiado. “Ya no son los tiempos de antes”, afirmó.

Rafael dijo que antes, sus abuelos, en su comunidad zapoteca tenían las fechas de siembra y en esas fechas siempre tenía que llover y ahora no.

A Rafael le han tocado ayudar para apagar dos incendios, el de Palisades en las casas donde trabaja haciendo limpieza y en su comunidad en el incendio de hace un año que afectó Villa de Díaz Ordaz, Mitla y otras poblaciones cercanas.

Al comparar los incendios comentó que son diferentes porque en las poblaciones son los mismos comuneros y gente de la población quienes se encargan de sofocar los incendios porque no hay recursos. “Ahí participan todos, mujeres y niños”, afirmó.

Esas experiencias comentaron que les han servido y que ellos no sintieron pánico como mucha gente sino que se pusieron a pensar en prepararse de radios, lámparas y lo básico que pudieran necesitar para combatir el fuego en las casas donde trabajan.

“Había una alberca en una casa y pusimos botes llenos de agua por la avenida, por si los llegábamos a necesitar y nos coordinamos los dos con el hijo de uno de los dueños. En uno de los incendios nos costó mucho porque ya había avanzado, pero la coordinación fue clave porque estábamos contra reloj, si no podíamos salvar esa casa tendríamos que salirnos”, afirmó Martínez .

Y agregó que el problema fue una terraza (deck) que tenía sillas, almohadas, y muchas cosas que se empezaron a quemar y hacían mucha lumbre que empezó a incendiar los matorrales.

Deck ardiendo y en donde trabajaron Oscar y Rafael para salvar la vivienda. Foto/Cortesía Oscar Santiago Martínez.

“Abajo del deck había cosas de patio y eso genero más lumbre y como los cimientos son madera empezó a agarrar y llegamos justo en el momento exacto. Lo que hicimos fue tratar de que la lumbre no avanzara y sacarla con un tubular y empezamos a romper los pisos para exponer la madera y arrancar las vigas, separarlas para que no se siguiera incendiando. Rafa estuvo haciendo eso y el otro muchacho también y yo me fui para abajo del deck y saque las cosas que se estaban quemando para afuera para evitar que se siguiera quemando”.

Los trabajadores admiten que hubo un momento de pánico en donde Rafael dijo “ya no la hacemos”.

“El fuego es impredecible, pero había manera de salvar la casa porque la lumbre estaba en la orilla, en el matorral, pero empezó a agarrar más adentro y fue cuando Rafael dijo ‘ya no la hacemos’ y fue me fuí para abajo”.

Martínez indicó que se tuvo que esparcir todo lo incendiado abajo y eso agarró los matorrales, pero que eso les dio ventaja porque dejó de arder debajo de la casa tan fuerte como lo estaba haciendo.

“Ahora teníamos otros problema, los matorrales y si se quemaban eso se iban hacia las otras dos casas, pero nos dio tiempo de arrancar la viga, logramos traer agua y contenerlo. Y nos enfocamos en los matorrales, hasta contenerlos”.

Martínez dice que si no hubieran apagado en fuego en esa casa con el deck ardiendo seguramente las otras dos casas continuas se iban a quemar también.

“Rompimos el piso, se lograron desprender las vigas y al final se apagó el fuego”, contó para decir que en otra casa junto a una bodega llegaron justo antes de que se incendiara completamente.

“Logramos sacar los tanques de propano porque estaban a punto de explotar”, dijo al decir que en esa casa la lumbre estaba en un deck en la azotea y a punto de entrar a la cocina.

“Cuando entramos a la casa estaba llena de humo, porque la lumbre estaba en el deck del tercer piso”.

Explicó que todas esas casas tienen deck con vista al mar y es por eso que lo que se dedicaron hacer fue eliminar todo que fuera combustible para el fuego en las terrazas como sillones o almohadas, echándolos todos a la calle.

“Trabajamos en 8 casas moviendo cosas y en otras no tuvimos acceso, pero lo que hicimos fue ponernos en lugares donde teníamos visibilidad para literalmente cazar la lumbre y meternos por donde sea para tratar de salvarla”.

Los oaxaqueños después de apagar los incendios en las viviendas de la zona en la que trabajan en Palisades. Foto/Cortesía Oscar Santiago Martínez.

Los oaxaqueños indicaron que siempre tuvieron contacto con los dueños.

“De hecho algunos de ellos se contactaron con otros. En una casa tuvimos que abrirla porque no había manera de entrar y nos dieron las indicaciones para abrirla y entra a la terraza de hasta arriba”.

Esa fue la casa que se estaba incendiando por arriba de la terraza del tercer piso y fue en la ellos pudieron entrar para salvarla.

Los oaxaqueños consideran que la casa que más destrucción sufrió y que pudieron salvar, presenta un 20% en daños. “Fue la del deck que destruimos”, dijo Martínez tras mencionar “ahí vamos a crear una fuente de trabajo”.

Ambos oaxaqueños opinan que fue mucha coordinación la que tuvieron y que al parecer el fuego les daba tiempo de apagarlo entre una casa y otra.

“Al final dijimos ‘es como que pareciera que no estaba esperando… para ir de una hacia la otra. No fueron al mismo tiempo, si hubiera sido al mismo tiempo no íbamos a poder. Fue mira ahí hay fuego y ¡hay otro! vamos…”

Los oaxaqueños tras apagar el fuego en esa zona y a punto de salir de ahí se tuvieron que quedar más tiempo porque en una casa donde trabajan los saqueadores abrieron sus puertas.

“Vimos que una casa le abrieron sus puertas y no había nadie que estuviera en esa zona y contactamos al dueño y nos dijo ‘quédense por favor’ y los demás al enterarse de eso dijeron que iban a cubrir nuestros gastos o algo de eso, pero que por favor nos quedáramos y decidimos quedarnos nuevamente”, dijo Martínez.

Incluso comentó que llegaron carros de construcción y al momento de ellos ponerles la luz se alejaron. “En esa zona se salvaron varias casas y en esas casas seguramente tienen cosas de valor, así que la intensión de la gente era quizá saquear”, opinó.

Los trabajadores salieron del área el sábado 11 de enero hasta que llegó la Guardia Nacional al resguardo de la zona, mientras eso pasaba resaltaron el apoyo que le les brindó el oficial de policía de apellido Méndoza, un latino, que les llevaba comida, bebidas, y hasta un generador eléctrico enviados por sus clientes.

“Cuando salimos nos pararon en la Sunset para revisarnos  y saber que no éramos saqueadores; dimos argumentos y revisaron nuestras cosas, y contactaron a los dueños y nos dejaron ir”.

Los oaxaqueños dicen que los dueños de las casas que son sus clientes están agradecidos con ellos.

“Es algo difícil ver que el patrimonio del alguien se está volviendo o se vuelve cenizas y cuando conoces a la gente que ahí tienen sus memorias, fotos, sus cosas, no importa que sean ricos, pobres o quien sea, es tu sentimiento e instinto y nuestra forma de ser; puede que haya gente que diga ‘no es mío, ni de tonto me quedo’, pero de mi parte no; tampoco íbamos a arriesgar la vida y meternos sin saber”, sostuvo Martínez, el inmigrante oaxaqueño llamado héroe por salvar junto a su paisano Rafael y Pedro, al menos 15 casas ubicadas en la zona de Posetano Rode en Pacific Palisades.

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