*“No agachen la cabeza; sientan la navidad”, dijo el padre Arturo Corral de la Iglesia de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles en la Placita Olvera en referencia al tema migratorio.
*El “Ave María” fue cantado por el trompetista oaxaqueño Miguel Guzmán egresado del Conservatorio Nacional de la ciudad de México y oriundo de la comunidad de San Jerónimo Tlacochahuaya.
Los Ángeles, Cal.- Al celebrarse la homilía en honor a la Virgen de Juquila, el padre Arturo Corral de la de la Iglesia de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles en la Placita Olvera dijo a los feligreses que no agachen la cabeza y que sientan la navidad con mucha alegría.
Lo anterior en referencia a los tiempos actuales en los que se vislumbra un futuro incierto en el tema migratorio para la comunidad inmigrante.
Antes Corral ya había recibido en la puerta de la Iglesia a cientos de feligreses que participaron en la peregrinación que inició en Eco Park y que cargaban en sus manos las imágenes de la Virgen de Juquila e iban acompañados por los Chinelos de Morelos, estos últimos vestidos con sus coloridos trajes de terciopelo y sus enormes sombreros con plumas multicolores.
Era una algarabía con la música de banda y la marmota oaxaqueña en la que los feligreses participaban en la procesión organizada el pasado 8 de diciembre para pedir a la Virgen de Juquila interceder para no hacer efectivas las deportaciones y sí por una ley de registro para los migrantes.
El padre Corral comentó que es tiempo en que las personas vivan la navidad con alegría y les sugirió limpiar sus hogares y poner lo que mas les gusten para recibir las fiestas decembrinas.
La iglesia fue abarrotada por feligreses, algunos se quedaron en la puerta, mientras que los Chinelos siguieron bailando frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe a un costado de la iglesia donde luego de la homilía se realizó, como cada año, el paso del manto de la Virgen de Juquila, toda una tradición religiosa en el estado de Oaxaca.
Muy atareados se vieron los organizadores del Ministerio de la Virgen de Juquila, entre ellos Eucario Mireles de la comunidad de Yalalag quien dijo que el coordinador general, Maurilio Bautista, estaba ausente por una desgracia familiar a la que tuvo que atender personalmente en su tierra de origen.
Pero dijo que todo estaba saliendo muy bien y dio las gracias a los feligreses que caminaron en la peregrinación con los Chinelos de Morelos y el diacono que los acompaño.
“Estuvo muy precioso y bendecido”, dijo sobre el recorrido mencionando que todo estaba listo para el paso del manto y dar las reliquias que se acostumbran y luego una comida que previamente habían preparado de mole oaxaqueño para todos los feligreses.
“Esto se ha vuelto toda una toda una tradición y le damos gracias a Dios porque tenemos la oportunidad de revivir nuestra fe, año con año, y honrar a nuestro señor Jesucristo y a su madre a través de la Virgen de Juquila”.
Respecto a las peticiones de los peregrinos para que la Virgen de Juquila interceda para la no separación de las familias por deportaciones dijo que pide que la comunidad no pierda la fe y que confíen en Dios, que todo se va a resolver.
“Dios nunca nos castiga y nos da algo que no podamos cargar. Él siempre aliviana nuestras cargas y cualquier problema que tengan por muy grande que sea busquen en las iglesias donde está el santísimo y ahí hínquense para pedirle a Dios que los ayude en sus problemas y verán que Dios responde”, afirmó.
Desde el 2004 se estableció el Ministerio de Juquila en la Iglesia de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles en la Placita Olvera y desde esa fecha la imagen de la pequeña Virgen de 30 centímetros de altura recorre todo el año las casas de feligreses angelinos donde se queda por una semana. La Virgen peregrina recorre no solo la ciudad de Los Ángeles, sino también Monrrovia y el condado de la naranja.
Asimismo, cada domingo de cada mes se realiza una Misa Oaxaqueña con una banda de viento al medio día en su honor.
En esta ocasión para celebrarla se contó con la participación del músico oaxaqueño Miguel Guzmán quien cantó el Ave María durante la celebración religiosa.
El trompetista egresado del Conservatorio Nacional de la ciudad de México y oriundo de la comunidad de San Jerónimo Tlacochahuaya, en los Valles Centrales de Oaxaca, dijo que el estar presente en la celebración a la Virgen de Juquila era una forma de agradecimiento a los milagros que le ha hecho.
El músico fue invitado especial por parte del Ministerio de Juquila para participar en la misa y también por el padre Arturo Corral.
La Virgen de Juquila es conocida por ser muy milagrosa no solo en Oaxaca, su hogar, sino en otros estados de México, como Puebla, Guerrero, Chiapas, Morelos y el Estado de México entre otros.
Su fama milagrosa ha traspasado fronteras. Ahora oaxaqueños y de otros estados de México y nacionalidades la veneran en Los Ángeles, Santa Ana, Valle de San Fernando y otros lugares del condado de Los Ángeles y más allá.
Desde hace años en Montebello una familia chiapaneca la celebra iniciando con la tradicional danza azteca y luego un rosario. En diversas casas, negocios e iglesias como la Santa Cecilia y la de Santo Tomás, ubicada en el Corredor Oaxaqueño, Santa Anita en Santa Mónica, California, la honran con grandes celebraciones en su honor.
La Virgen de Juquila es una evocación de la Virgen de la Inmaculada Concepción con el título de Juquila por la población donde se encuentra en Santa Catarina Juquila Oaxaca también por la mezcla cristiana e indígena emerge una devoción especial cultural, religiosa y mística por ella.
Es una pequeña Virgen de 30 centímetros de altura de cabellos largos hacia enfrente, sus manos unidas, de tés morena, de mirada inclinada; se trata de una de las manifestaciones católicas en México con mayor cantidad de devotos, sólo antecede por la Virgen de Guadalupe y a la de San Juan de los Lagos.
LA HISTORIA
La historia de la Virgen de Juquila se remonta en el siglo XVI con el fraile Español Dominico, llamado Jordán llevaban la figura de una Virgen en sus recorridos misioneros en esas áreas de Oaxaca y Guerrero. Cuando murió el fraile la donó a un indio devoto, este le construyó una pequeña choza de palma en el lugar llamado el Pedimento donde la visitaban los fieles, pero un día sin precisar un incendio acabó con la choza quemando todo excepto la Virgen, su piel se tornó morena y su manto blanco quedó intacto.
Desde entonces al ver el milagro de la figura que quedo intacta por el incendio, miles de devotos y peregrinaciones iniciaron a visitarla y a pedirle que resolviera problemas, e iniciaron los milagros uno a otro por la devoción y agradecimiento. Miles de peregrinaciones llegan al Santuario de la Virgen de Juquila.