Por el Dr. Damanpreet Jamarai, director médico, UnitedHealthcare Medicare y Jubilación de California
En el condado de Los Ángeles, los residentes ahora disfrutan de algo que recuerda a los viejos programas de televisión clásicos, recuperando tiempos más simples. ¿Recuerda el antiguo programa de televisión Marcus Welby, MD? El doctor, con su amable trato para con los pacientes, hacía visitas domiciliarias y llamaba a muchos de ellos por su nombre de pila. Luego del examen, solía consolar a la familia y anunciar: “No se preocupen, estará bien”.
Pero las modas vuelven y las visitas domiciliarias están regresando para brindar mejor acceso y mejores resultados en el condado de Los Ángeles. Muchos adultos mayores ahora se benefician de los programas ofrecidos mediante muchos seguros de salud, que llevan a los enfermeros practicantes y sus habilidades de cuidado preventivo a sus hogares. Los enfermeros practicantes pasan hasta una hora con los pacientes, verifican su salud y los ayudan a conectarse con otros servicios sociales para tener una vida mejor y más independiente.
El condado de Los Ángeles tiene un desempeño similar al del condado promedio en California en materia de salud y bienestar de la población, y mejor que el condado promedio del país según County Health Rankings & Roadmaps, un estudio nacional operado por la Fundación Robert Wood Johnson. En el condado de Los Ángeles, California, el 29 % de los adultos informaron que consideran que su salud es regular o pobre, en comparación con el 18 % en California.
Una enfermera practicante que cree fielmente en las visitas a domicilio ha visto en primera persona cómo el programa está salvando vidas. Ella lo describe como apagar incendios antes de que comiencen.
Habla con cariño de Jack como un ejemplo de la forma en que el programa marca la diferencia. Un día, luego de que Jack terminara de hacer sus tareas, se dio cuenta de que respiraba con dificultad. Eso empeoró cuando entró a su casa. Afortunadamente, le tocaba recibir la visita de su enfermera practicante. Ella notó de inmediato que algo andaba mal cuando la presión sanguínea de Jack se disparó demasiado alto hasta 217/110. La enfermera insistió que fuera al doctor y recibiera atención. Jack admitió que, si ella no hubiera ido, él no habría ido al doctor, y dijo: “Casi me muero, la vena que va a mi corazón estaba un 97 % tapada”. El doctor le colocó un stent en el corazón y previno un ataque cardíaco masivo. Jack dice que su enfermera es su “ángel guardián”, y le atribuye a ella el haberle salvado la vida.
A Colleen, otra enfermera practicante que hace visitas a domicilio, le gusta llegar a conocer a sus pacientes mediante visitas regulares a sus hogares. Durante una visita reciente con su paciente Sue, notó de inmediato que había un problema. Sue estaba teniendo mucho dolor detrás de la pantorrilla, al punto de que no podía caminar. Colleen llevó a cabo una evaluación de dolor y usó una herramienta de detección para medir el flujo sanguíneo a las piernas y pies de Sue. La prueba mostró que Sue tenía poca circulación en la pierna, la cual, si no se trataba, podría haber conllevado complicaciones serias y llevar a la pérdida de la pierna. Colleen buscó atención médica adecuada de inmediato, lo cual no solo le salvó la vida a Sue, sino que salvaguardó su independencia.
Recuperar las visitas domiciliarias es renovar una práctica antigua que mejora la vida de los adultos mayores.
Si le interesa aprender más sobre el programa de visitas a domicilio, contáctese con su plan de salud para obtener más información.