Los Ángeles, Cal.- Con sentimientos encontrados, pero con mucha alegría, Salomé García solo abrazó a su madre Ana Hernández Méndez, quien llegó en el segundo grupo de padres de hijos migrantes a reunificarse con ellos.
Después de 18 años sin verla, Salomé de 40 años y con tres hijos de 7, 13 y 15 años, tenía los sentimientos a flor de piel, lloraba e indicaba que solo una cosa le había pedido a Dios: “el poder ver a su madre”.
Su padre, hace dos años, murió en su natal Oaxaca sin poderle decir frente a frente lo mucho que le amaba.
Salomé, desde que salió de San Miguel del Valle, Oaxaca, en la región de Tlacolula, no había visto a su madre más que por fotos y el celular. Lo mismo su hermano Alfredo que tenía 20 años y su hermana Isabel con 25 años sin ver a Ana Hernández, ahora viuda de 71 años.
La inmigrante indicó que su madre tiene 8 nietos que es la primera vez que conocen y ven a su abuela físicamente.
“Desde que me vine en 1998 me vine a trabajar… “es como un sueño hecho realidad, tanto que le he pedido a Dios de poder verla. Mi papá falleció, sin poder abrazarlo, sin poder decirle que lo quería mucho, y ahora tengo la oportunidad de decirle todo eso a mi mamá”.
“Me siento muy contenta, muy feliz, gracias a ellos (IOAM) que nos ayudaron porque sin el programa esto no sería posible”, dijo la mujer antes de que el grupo de 19 padres oaxaqueños de hijos inmigrantes llegaran a la Iglesia de la Placita Olvera para reunirse con sus hijos y nietos el pasado sábado 18 de noviembre.
Salomé reveló que era la tercera vez que su mamá iba a realizar el trámite para su visa, antes se la habían negado.
“Se la habían negado por dos veces y por este programa ella si pudo venir y les agradezco mucho a la licenciada (Aída Ruiz) por ser muy paciente con ella. Mi mamá tiene 71 años”, indicó Salomé al comentar que su madre va estar por 10 días los cuales había pedido permiso en el trabajo para estar de tiempo completo con ella.
Otro de los que esperaba con emoción y cargando unas lindas flores era Pedro Núñez, esperaba a su padre Pedro Daniel de 86 años, a quien sus dos hermanos Francisco y Gregorio tenían más de 20 años sin verlo.
Afortunadamente Pedro había podido verlo hace un año, pero, igualmente, la emoción lo invadía y comentó que sus hermanos no sabían si en verdad era una realidad, el que su padre estuviera por llegar o se trataba de un sueño.
“No se la esperaban”, atinó a decir Pedro de sus hermanos revelando que al igual que la llegada de su padre, también, esperan que pronto su madre desde San Juan Teitipac, Tlacolula Oaxaca, los vengan a ver hasta el Sur de California.
Esta es la segunda reunificación que el Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM) realiza a cuatro meses de la primera reunificación de padres con hijos migrantes que residente de este lado de la frontera.
La directora del IOAM, Aída Ruiz, dijo después de presentar a padres con sus hijos. “Ahora sí pueden abrazar a sus padres, platicar frente a frente, en persona, con ellos. Es un trabajo que el gobernador nos dio la confianza hacerlo y realizarlo, el que continúe, porque el gobernador lo que quiere es que cada vez haya puentes entre Oaxaca y Estados Unidos”.
Ruiz dijo que Guelaguetza Familiar es un programa para unir a la gente y para que sus tradiciones y costumbres de los embajadores culturales continúen.
“Que no se pierda nuestra lengua materna, que los nietos que ya viven aquí, sepan de las historias de las comunidades de origen…
¿Cuáles son la gastronomías de nuestras comunidades? ¿Cuáles son las mayordomías?,¿Cuáles son nuestras costumbres? y que mejor que nuestros abuelos, que son los que tienen todos los conocimientos, las traigan de manera personal a cada familia para decírselas”.
“Muchas gracias y disfruten a sus padres”, dijo al agradecer a la Organización de la Inmaculada Virgen de Juquila “por permitirnos hacer realidad otro sueño, quiero agradecerle al padre que ha tenido la confianza con el gobierno de Oaxaca para que continuemos realizando este tipo de eventos de reunir a las familias”.
Por su parte el Padre Luis Estrada, pastor asociado de la parroquia de la Placita, dijo que platicando con una persona le dijo: ‘Dios es Grande’ y ciertamente ‘Dios es Grande’, señaló él prelado.
Durante estos años, que han pasado, 10, 15, 25 años que no han visto a sus seres queridos, durante estos años, lo que los ha mantenido de pie sin duda alguna es su fe y esperanza”, señaló.
Y agregó: “Quizá mucho de ustedes han dicho alo mejor no voy a poder ver a mi hijo, hija o papá o mamá, pero Dios es Grande”.
“Vamos a dar gracias por esa gran dicha de poner reunificar, de poder unirnos nuevamente con nuestros seres queridos. Reunificación quiere decir ‘restaurar’, reunión, otra vez, una sola familia, a través de los años. Ahora podemos vernos por los teléfonos celulares, pero nunca es igual físicamente”.
El sacerdote comentó que nuestro señor Jesús, a través del Evangelio, siempre ha apoya la unión familiar. “Que esta reunificación familiar nos ayude para que también sea una reunificación espiritual para que nos acerquemos a nuestro padre celestial”.
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