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Todos los trabajadores merecen ser contados

Cada diez años, el Gobierno de EEUU realizan un conteo a nivel nacional para identificar las características de su población. De dicha información dependen numerosos programas y recursos para la comunidad. Aquellos grupos demográficos que no son contados e identificados durante el conteo corren el riesgo de perder servicios y representación que los considere y beneficie.

Algunos de los programas cuyos fondos dependen de la información recabada durante el Censo incluyen Medicaid (conocido en California como MediCal), Medicare parte B, Estampillas de comida (también conocido como Supplemental Nutrition Assitance Program o SNAP), becas de educación especial (IDEA), Sección 8 de vivienda y muchos más.

A la hora de distribuir fondos federales, o de determinar la representación en el Congreso, los grupos demográficos que no sean contados, no serán tenidos en cuenta en toda la década.

Es por ello que los sindicatos están planeando acciones específicas dirigidas a aumentar la participación de todos los trabajadores en el conteo nacional.

“Los sindicatos ya de por sí tenemos una muy buena estructura de comunicación con nuestros miles de miembros, probablemente la mejor”, señaló Christian Castro, director de comunicaciones de la Federación del Trabajo del Condado de Los Ángeles (LA County Federation of Labor, AFL-CIO), en entrevista con La Opinión. La federación fundada en 1885 es la segunda más grande del país y representa a más de 300 sindicatos y más de 800,000 miembros.

Castro describió las acciones planeadas por la federación para crear conciencia sobre la importancia del censo y empoderar a los trabajadores a participar en el conteo.

Pregunta de ciudadanía y otros malos entendidos

“Estamos hablando a diario y constantemente con nuestros miembros. En cada reunión que tenemos incluimos el tema del Censo, y buscamos aclararle a nuestros miembros inquietudes y conceptos erróneos que puedan tener sobre el Censo”, indicó.

Castro mencionó el efecto que causó la original propuesta de la Administración Trump de incluir una pregunta sobre la ciudadanía de las personas. Luego de años de batallas legales, dicha pregunta fue bloqueada por la Corte Suprema y no es parte del cuestionario.

“Incluso cuando sabía que dicha pregunta no sería incluida, el Gobierno logró infundir miedo en nuestra comunidad con la sola propuesta”, reflexionó Castró.

Otra acción planeada por la federación es la publicación de videos con historias reales de trabajadores participando del conteo para que los miembros puedan verse identificados.

“Hay quienes creen que el Censo es un asunto solo para estadounidenses blancos. Muchos miembros no se sienten identificados. Pero si yo veo a mi mamá en un video, si veo a otros hispanos, trabajadores o inmigrantes como yo, entonces voy a sentirme identificado y voy a prestar más atención al mensaje”, explicó.

La federación, centro de actividad de miles de miembros, también tiene planeado la instalación de un kiosko en todas y cada una de sus reuniones, en el cual las personas pueden registrarse, consultar, compartir preguntas e inquietudes sobre el conteo y recibir guía y apoyo para completar el cuestionario.

“El kiosco será una estación móvil, al estilo de una estación para votar, explicó. Castro también señaló que la federación está colaborando con otras organizaciones comunitarias y organizando eventos de información a la comunidad”.

Desbancando mitos

Castro contó que una vez que los trabajadores superan el miedo y la incertidumbre nacidos de la falta de información se dan cuenta de la importancia de ser contados.

“Una vez superado el miedo, los trabajadores se abren, hacen preguntas y deciden participar”.

Los temores son muchos y van desde el miedo a perder su vivienda, hasta el de perder su trabajo, su hogar o ser deportados.

“Por ejemplo, en la comunidad hispana muchas veces dos o más familias comparten la misma vivienda y temen que si responden al cuestionario, el propietario del lugar en el que viven pueda desalojarlos. Lo mismo ocurre entre aquellos trabajadores que viven en casas traseras o que no tienen documentos migratorios y que temen que su información sea compartida con ICE”, señaló.

La Oficina del Censo no comparte información con agencias de inmigración o de ningún otro tipo. Los datos colectados son completamente confidenciales.

Fondos federales

La información recabada durante el conteo es utilizada para determinar la distribución de fondos federales.

“Los resultados afectan tanto a sindicatos, como a trabajadores, ancianos, veteranos y jubilados. Un conteo erróneo puede resultar en menos fondos adjudicados a programas, servicios y organizaciones”.

“Este es un conteo de la población, no de los ciudadanos”, resaltó Castro. “Todos merecemos ser contados, todos merecemos ser contados, todos merecemos ser parte de la conversación. Debemos participar en el conteo por nosotros mismos, por nuestros hijos, por nuestra familia, por nuestra comunidad”, concluyó.

PARA MAS INFORMACION PUEDES VISITAR CENSUS.GOV O THELAFED.ORG.

“Estamos hablando a diario y constantemente con nuestros miembros. En cada reunión que tenemos incluimos el tema del Censo, y buscamos aclararle a nuestros miembros inquietudes y conceptos erróneos que puedan tener sobre el Censo”.

Christian Castro, director de comunicaciones de la Federación del Trabajo del Condado de Los Ángeles.

Nota: Los derechos de este material informativo e imágenes son de La Opinión y se usan como parte de una serie que serán difundidos por este medio de comunicación como parte de la campaña del Censo 2020.

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