Oax.- Oaxaca está cumpliendo 489 años de la elevación de rango a Ciudad de Oaxaca, sin embargo la pandemia ha detenido los festejos al aire libre y las celebraciones como se acostumbra en Oaxaca, con cohetes, con banda, chirimía, y calenda, además del infaltable mezcal que hace las delicias de propios y extraños que se fusionan en un abrazo solidario cada que suena el “dios nunca muere” o “la canción mixteca” que evoca recuerdos nostálgicos de los que están lejos.
El 25 de abril de 1532 el rey de España mediante la cédula real firmada en Medina del Campo establecía el título de “Muy Noble y leal Ciudad de Antequera”, y en 1987 fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Este año, sin embargo, se realizaron algunas actividades de manera discreta pero con mucho sentimiento como las mañanitas, y el repique de campanas de la catedral de Oaxaca, que es un símbolo internacional no solo por su importancia religiosa de los oaxaqueños sino porque es el punto de referencia de los paseantes por ubicarse exactamente en el centro del valle de Oaxaca y en el ombligo del centro histórico.
Lamentablemente el ambulantaje ha hecho presa cual ave carnicera de las calles coloniales y muchos de ellos han trastocado los edificios coloniales, al clavar diversos objetos metálicos para amarrar sus lonas y hules para mitigar el sol, que aunque no lo crean ha aumentado en consecuencia del cambio climático mundial.
Es en este trienio principalmente cuando el ambulantaje aumentó a más del cien por ciento, ocupando calles que antes eran arteria principales donde circulan el transporte urbano y los paseantes, como frente a la llamada casa fuerte sin que haya forma de frenarlos porque cuentan con el apoyo de la autoridad a cambio de los votos que próximamente necesitaran para ganar las elecciones, sin pensar en el daño que poco a poco le van haciendo al patrimonio histórico mundial, título otorgado por UNESCO por haber sido una ciudad colonial y tradicional que hasta ese año estaba muy bien conservada.
Podemos hablar de la historia de Oaxaca, de transformación y evolución y de cómo la modernidad y la urbanización le ha afectado, pero mejor veamos el lado bueno y aprovechemos lo poco que queda, sobre todo los días miércoles en que los ambulantes no se instalan en las calles del centro histórico y se puede admirar su belleza, por eso con una muestra de fotos seguiremos cuidando el Patrimonio Cultural de la Humanidad mientras resista.
