- Miles celebran la máxima fiesta oaxaqueña organizada por ORO desde hace 35 años
Especial de Impulso
Los Ángeles, Cal.- Luego de que suspenderse por la contingencia mundial del Covid-19, la Fiesta de la Guelaguetza, que se celebra aquí cada año desde 1987, volvió a sorprender tanto a la comunidad inmigrante oaxaqueña como al resto de los angelinos, quienes disfrutaron de la máxima fiesta oaxaqueña indígena organizada por la Organización Regional de Oaxaca (ORO).
La fiesta en su 35 edición arrancó con un programa desde las 10 de la mañana del pasado domingo 14 de agosto con la participación de Las Marimbas del Valle y La Calenda, que abrieron paso a cada de uno de los bailes representativos de las regiones oaxaqueñas ejecutados por los grupos folclóricos ya conocidos por la comunidad.
Entre ellos el Ballet Folclórico Nuevo Antequera, Grupo Princesa Donají y Huaxyacac, así como las comunidades de Yalalag y Los Elegidos de Asís, quienes bailaron al son de las Banda Yatzachi El Bajo (YEB), Alma Oaxaqueña y la Banda Recuerdo de Santa Cruz Peras.
Este año se celebró en el parque Edward Vincent Jr en Inglewood, luego de realizarse por varios años consecutivos en el Parque Normandie en Koreatow, donde inició la celebración de la Guelaguetza en el Sur de California y posteriormente en el Parque Lincoln, al este de la ciudad.
La ceremonia oficial fue presidida por Mauro Hernández, presidente de ORO e integrantes de la Mesa Directiva, así como personalidades invitadas.
Durante el acto protocolario, la ciudad de Los Ángeles le hizo entrega de un reconocimiento a ORO que se enmarca dentro del Mes de la Herencia Oaxaqueña, ocasión para que distintas organizaciones efectúen por cuenta propia un evento deportivo, cultural y de espectáculo financiados por el gobierno del Estado de Oaxaca.
La Guelaguetza es la fiesta más tradicional e importante de los oaxaqueños en ambos lados de la frontera, por lo que tienen un valor especial como identidad cultural para la comunidad y en donde muchas veces funge como un punto de encuentro y de reunión.
En la celebración se disfruta los mismo de los bailes y la música de banda tradicional que de la rica gastronomía oaxaqueña impulsada por el boom que ha tenido en los últimos años internacionalmente.
Este año, como en antaño, miles de oaxaqueños y no oaxaqueños disfrutaron del retorno de la fiesta racial al Sur de California, haciendo de ella todo un éxito para sus organizadores la ORO.