domingo, noviembre 24, 2024
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La barrera del lenguaje afecta a las personas no solo en su atención sanitaria sino a recibirla con calidad

  • Los latinos los más afectados.
  • Solo 15 estados del país tienen Medicare o su propio Medicare estatal o programas que rembolsa los servicios lingüísticos.

Los Ángeles, Cal.- El acceso al lenguaje sigue siendo un gran problema y barrera a la hora de obtener atención médica para aquellos que no hablan o tienen un inglés limitado, aunado a eso menos del 6% del personal sanitario son personas de color y se ve un panorama hostil para el acceso de estudiantil de minorías a la educación médica.

Ante este panorama, expertas hablaron de los impactos de las barreras del lenguaje en el acceso a la salud durante una video conferencia organizada el pasado viernes 21 de julio por Ethnic Media Services en el que se expuso que más de 14 millones de personas en Estados Unidos carecen de conocimientos básicos de inglés.

Indicando que las barreras lingüísticas se han asociado a un acceso limitado a la atención sanitaria y a peores resultados.

Se indica que los pacientes que no hablan inglés suelen recibir menos atención preventiva que los anglosajones y se enfrentan a mayores dificultades para acceder a la asistencia de salud de calidad.

La doctora Elena Ríos, presidenta de la Asociación Médica Nacional Hispana (NHMA), dijo que empezó su organización debido a los muchos problemas relacionados con la atención médica para los hispanos y a que no había ninguna organización médica.

La doctora explicó que el lenguaje en su propia profesión (médica) es parte del problema, junto con el racismo y la discriminación que enfrentan los pacientes.

Y hablando de proveedores indicó que hay pocos médicos hispanos o negros, y nativos americanos y algunos asiáticos, por lo que no se consigue una correlación racial entre médicos y pacientes. “Y eso es muchas veces un problema”.

Cuando piensas en el idioma y la atención sanitaria dijo que se tienen que pensar en las barreras sistémicas que hay desde el ingreso de los estudiantes a las facultades de medicina.

“Todos sabemos que hay discriminación cuando vamos a la facultad de medicina y a la residencia. Aprendemos sobre enfermedades, pero ni siquiera pensamos en los pacientes”, admitió al decir que dicen “bueno, aquí viene el diabético o aquí viene la persona con cáncer”.

Narró que cuando ella fue residente (de medicina) había muchos asiáticos refugiados de la guerra de Vietnam en Los Ángeles de los cuales se hicieron cargo y ahora dijo que todavía están llegando refugiados a través de la frontera sur, de todo tipo de países. “Incluso ahora tenemos más lenguas de personas indígenas de Latinoamérica”.

Ríos dijo que esa personas tienen un estigma y no quieren hablar con sus proveedores porque piensan que no los entienden.

“Las personas que tienen un dominio limitado del inglés se sienten insatisfechas y eso hace que no regresen (con sus proveedores) y luego tienen los peores resultados médicos”.

Dijo que de hecho hay menos gasto sanitario y financiación para esos pacientes.

Desde la perspectiva política dijo que solo 15 estados tienen en realidad Medicare o su propio Medicare estatal o programas de seguro de salud infantil que rembolsa los servicios lingüísticos a los proveedores, hospitales, clínicas, médicos y consultas.

Sobre leyes que han impulsado para mejorar el acceso a la salud, habló que la congresista demócrata de Monterrey Park, California, Judy Chuy, introdujo en el Comité de Medios y Árbitros de la Cámara un programa de subvenciones y oportunidades para los profesionales de la salud para su formación y para el cuidado de niños, así como para fondos para organizaciones sin fines de lucro.

Mientras que la congresista de Nueva York, Grace Meng sometió la propuesta de la Fuerza Laboral de Salud Mental y el Acceso al Idioma para los Centros de Salud Comunitarios.

Dijo que el apoyo sería para la formación del personal de salud en el acceso lingüístico.

También el congresista Republicano de California por el Distrito 34,  Jimmy Gómez, trabaja para la ley de acceso al idioma para los beneficiarios de Medicare. “Esto es importante porque se trata de personas mayores de 65 años”, dijo la doctora.

Sostuvo que ha habido grandes movimientos sobre el lenguaje, uno de ellos de los estudiantes de secundaria de las escuelas públicas de California para que tengan su diploma en otra lengua diferente al inglés y sean estudiantes bilingües.

Algunos asambleístas y senadores de estados hispanos quieren hacer lo mismo y empujar ese concepto para los estudiantes de medicina y enfermería, comentó.

Dijo que en los últimos años se ha dado un movimiento para que estudiantes hispanohablantes enseñen español a sus compañeros de la facultad de medicina.

En California el 40% de la población es hispana, refiere la doctora al decir que hay bastantes necesidades para ellos y también para la población asiática.

Ríos mencionó que hay médicos que vienen a este país, pero que son en su mayoría de India o China que de Latinoamérica, bajo un sistema de cuotas.

Sin embargo, dijo que “lo que necesitamos es personal sanitario comunitario y voluntarios que hablen el idioma de los pacientes. Para que puedan sentir que son bienvenidos al sistema sanitario”.

La doctora Ingrid J. Hall de la División de Prevención y Control del Cáncer de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) refirió un estudio de los CDC que indica que el 84 % de las personas blancas no hispanas dicen que tienen un doctor de cabecera mientras que un 78%  las personas hispanas que se sienten cómodas hablando inglés dicen tener un médico de cabecera.

Las disparidades continúan porque entre el 69% que ha dicho que tienen problemas con el inglés, son los hispanos que menos tienen servicios y dicen que no van al médico, no tuvieron dentista y recetas médicas, refiere el estudio.

Los impactos son en los servicios de cuidado preventivo, cuidados médicos, servicios preventivos de cáncer y cáncer colon rectal, explicó.

“Los hispanos con pocas habilidades de inglés son más perjudicados que los hispanos que hablan inglés”, comento Hall al decir que es importante que haya más alfabetización médica para que las personas vean la importancia de las pruebas de detección temprana y se puedan eliminar barreras.

La doctora dijo que los datos muestran que a pesar que los hispanos no hablan inglés siguen recibiendo una buena cantidad de pruebas de tención de cáncer de mama y de cuello uterino a pesar también de tener menos ingresos.

Explicó que eso se debe a que los departamentos de salud de los estados con alta población hispana ponen los recursos al alcance de las mujeres hispanas de bajos ingresos a través de las organizaciones de base comunitarias para llegar a esa población.

La doctora Latha Palaniappan, cofundadora de Stanford CARE dijo que cada vez que una enfermera va a cambiar las sábanas de un paciente o hacer chequeos, la comunicación se ve interrumpida por la barrera del lenguaje.

En muchos casos, los hijos de los pacientes son los que proveen los servicios de interpretación, lo que para la doctora Ríos eso no es bueno para los pacientes.

“Es una falta de respeto que una madre o un padre tengan que ser traducidos por sus hijos, pero en algún momento quizás sea necesario para obtener información básica”, comentó afirmando que cuando se trata de información personal eso no es bueno.

Opinó que los cambios sistémicos deben ocurrir en las instituciones, hospitales y clínicas. Y deben tener acceso a algún tipo de servicio de intérprete o traductor.

La doctora dijo que hay una clara necesidad de crear una cartera de proveedores de atención sanitaria culturalmente sensibles y, “sin embargo, en este momento menos del 6% de nuestro personal sanitario son personas de color”.

Ríos dijo que el obstáculo principal en este momento es la decisión del Tribunal Supremo de EE.UU. de no permitir admisiones basadas en la raza en ningún tipo de educación superior, es decir, colegios comunitarios, colegios y universidades.

Y para entrar a la escuela de medicina, dental o de farmacia se necesita al menos 3 años de requisitos.

La doctora habló del programa de becas de salud del (NHMA) para estudiantes que estén interesados y comprometidos en ayudar a las comunidades desatendidas.

Para ellos dijo que habría un salario 3 veces mayor del promedio. La mayoría de los estudiantes que van a la escuela de medicina son de familia de bajos ingresos  que terminan ayudando no solo a sus familias sino también a la comunidad, comentó.

Elena Ríos, presidenta de la Asociación Médica Nacional Hispana (NHMA), la doctora Ingrid J. Hallm, de la División de Prevención y Control del Cáncer de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC y la doctora Latha Palaniappan es internista e investigadora clínica y poblacional y cofundadora de Stanford CARE (de izq. a der.).

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