Los Ángeles, Cal.- Familias en todo California están sufriendo con sus finanzas, incluyendo inseguridades, el acceso a programas de salud y el apoyo para el bienestar, desafíos que hacen peor la existencia y las inequidades que hay en las familias de bajos ingresos y en particular en las familias latinas y de color, dijo Mayra Álvarez, presidenta de Childre’s Parthership durante una video conferencia organizada el pasado 01 de mayo por Ethnic Media Services.
Álvarez, dijo que lo anterior es resultado de un estudio con 600 padres de familia.
“Para muchas familias de California el corona virus ha sido increíblemente destructivo y pone en riesgo el bienestar de ellos y de sus hijos, sostuvo al indicar que más de la mitad de los padres de los niños de California siente muy difícil acerca de las finanzas personales; más de la tercera parte no se siente confiado de ser capaz de pagar lo básico para su familia como los alimentos, la vivienda y el cuidado de la salud.
De hecho más de 1 de 3 padres se saltan las comidas o las reducen para que sus hijos no se queden con hambre, número que se incrementa de manera significativa entre los nuevos padres con niños, explicó, al referir que entre el 57 por ciento de padres negros, el 76 por ciento de padres latinos y el 72 por ciento de todas las familias están preocupadas por la salud mental.
Aproximadamente entre 2 ó 3 padres han perdido sus citas de salud mental por sus niños y por el Covid-19 y menos del 18 por ciento es capaz de atender a esas citas actualmente, agregó.
Y añadió que el 23 por ciento de los padres está preocupado por el abuso y la violencia doméstica. “Con estos datos es claro que los niños y los padres de familia han sido golpeadas con esta crisis y son los mismos que tienen menos apoyo del sistema de educación, de salud y servicios sociales; podemos y debemos hacer algo para mejorar estas situaciones, el gobierno en todo el país debe ayudar a estas familias”, apuntó.
Álvarez dijo que los estudios demuestran que nuestra respuesta a esta pandemia debe ser dar prioridad al bienestar de los niños especialmente de color, de bajos ingresos y con problema de aprendizaje, de lenguaje, “porque mantener a esos niños seguros, saludables, alimentados y con vivienda nos ayuda a asegurar que serán personas exitosas en el largo plazo”.
“Es importante señalar que el impacto de esta pandemia va más allá de la salud física, la seguridad económica y el bienestar emocional y la población más vulnerable son los ancianos y los niños, y es a quienes hay que apoyar más en este proceso de reapertura.
Los Estados deben cumplir con suficientes pruebas del corona virus, el aislamiento, el seguimiento de los pacientes, la capacidad de los hospitales, el progreso para desarrollar una vacuna para proveer un medio ambiente seguro y la habilidad de los funcionarios públicos de salud de implementar medidas más restrictivas si el virus resurge”, consideró.
Sobre la reapertura de las escuelas y de los centros de cuidado infantil, dijo que va a ser necesario que se hagan modificaciones.
“Una vez que las escuelas abran, asegurarse de que se mantenga la distancia física o limitar el número de estudiantes durante la distribución de los alimentos y en las demás actividades; establecerse horarios para diferentes grupos de estudiantes; hay que ser muy específicos con los tiempos”, consideró.
Al hablar sobre tecnología y aprendizaje a larga distancia, comentó que los niños de familias de bajos recursos que no tengan los instrumentos necesarios se van a quedar rezagados, una situación peor para las familias latinas.
“Esperamos que juntos podamos tomar este tiempo, no solo quedándonos en casa sino también preparándonos en cómo ayudar a las familias en el proceso de reapertura.
Todos debemos de continuar tomando este virus seriamente. Es importante pensar en nuestros niños y saber que el bienestar, la seguridad y la salud es central para todos nosotros y para la viabilidad y economía de nuestro país a largo plazo. Nuestro futuro dependerá de nuestra habilidad de ayudar a estos niños a que se desarrollen para que se conviertan en adultos productivos.
Álvarez mencionó que todavía se desconoce cómo lucirán las escuelas para el próximo semestre, “ahora mismo cada paso para la reapertura se está estudiando con mucho cuidado y se están tomando en cuenta las indicaciones de los funcionarios de salud de todo el país, así como las que hacen los líderes estatales de California, como sea, cuando abramos habrá diferentes medidas sobre distancia física para controlar la expansión del virus.
“Este es un año de elecciones y las políticas y las decisiones que se están tomando han sido hechas por funcionarios de elección y todos nosotros estamos sintiendo el efecto de esas decisiones sean positivas o negativas, y creo que todo esto está trayendo poder a las comunidades latinas y afroamericanas, y eso me da mucha esperanza para lo que traerá el futuro”, sostuvo Álvarez.
Durante la conferencia, el director del Centro de Estudios Latinos en Salud y Cultura de UCLA, David Hayes- Bautista dijo que claramente hay bastante presión política para que se reabra los estados y en California -que tiene una población grande, de más de dos o tres veces que Nueva York y casi ocho veces más del tamaño de Nueva Jersey-, hay presión política para que se relajen las medidas de protección.
“Sí, California todavía está mejor que Nueva York, pero los números de casos y de muertes en California aún continúan creciendo particularmente en el condado de Los Ángeles, entonces nosotros aún no estamos en el aplanamiento; nosotros aún nos estamos moviendo hacia ese nivel, aunque a veces hay repuntes.
Los negocios esenciales tienen que permanecer abiertos para que el resto de la población pueda permanecer en sus casas, empezando con los campesinos que están trabajando sin medidas de protección, incluso sin un estado de documentación legal, hay que resaltar que ellos están alimentando al Estado pero también están sujetos a una deportación inmediata, los chóferes de trailers traen la mercancía a las ciudades, a los supermercados y a las tiendas para que la gente pueda tener sus alimentos y estar a salvo en sus casas y la mayoría de esos trabajadores esenciales son latinos y son los que están más expuestos al Covid-19 y también son la mayoría de los latinos los que no tienen seguro medico, son de bajos ingresos y tienen el problema del idioma”, comentó al pensar que se está subestimando el número de casos porque en muchas comunidades de color no tienen acceso al sistema para hacerse las pruebas del Covid-19.
“Hoy estamos básicamente viviendo los mismos problemas que se vieron en la Guerra Civil de Estados Unidos. Tenemos nuevas formas de esclavitud, malas condiciones de trabajo”, indicó.
Por otro lado, dijo que la población en California está cambiando desde hace 3 ó 4 años, donde el 53 % de los bebés son hijos de padres y madres pertenecientes a diferentes grupos étnicos y razas, lo que nos hace entrar al siglo XXI con una demografía ambigua.
“Básicamente vamos a forzar a este país a re-pensar cómo reorganizar socialmente a estos grupos porque no caen en las categorías ya establecidas. Yo veo con optimismo esta nueva situación”, mencionó Bautista.
Por su parte Melva Thompson- Robinson, directora del Centro para Investigación de las Disparidades en la Salud de las Vegas, Nevada, dijo que los casos de COVID-19 que afectan a la comunidad afroamericana es abrumadora.
“Creo que esto sucede debido a que hay mucha inequidad y racismo en el acceso a los servicios de salud de calidad y eso es un problema histórico y eso también afecta a las comunidades hispanas. Además muchos de los trabajadores esenciales son de la comunidad afroamericana y en sus trabajos no tienen los beneficios y la protección necesarios”, añadió.
Y más con la reapertura se pone en riesgo a las comunidades minoritarias que son las que están al frente de la pandemia en la producción de alimentos y supermercados, consideró el profesor de la División de Medicina Interna General de la Universidad de California en San Francisco, el doctor Tung Nguyen.
Nguyen citó lo que está pasando en las plantas procesadoras de alimentos donde se registró un foco de infección. “Sabemos que los trabajadores provienen de las comunidades minoritarias, eso (el Covid-19), hizo que más de 25 de esas fábricas cerraran y en respuesta, el presidente Trump las obligó a permanecer abiertas con una orden ejecutiva, pero no está claro si se tomaron medidas adicionales de seguridad para los trabajadores con el apoyo del gobierno.
Con ese foco de infección, los trabajadores que son de las comunidades minoritarias van a sufrir desproporcionadamente.
Las buenas noticias es que hay indicios de que está disminuyendo la pandemia en Estados Unidos, consideró, pero también dijo que las malas noticias es que no se está respetando el período sostenido de siete a 14 días cuando no hubiera un aumento de casos, lo que podría traer una segunda ola más grande de infecciones.
“Necesitamos entender que la situación es todavía muy difícil”.
Hay más de 20 mil casos y dos mil muertes diarias de manera consistente en Estados Unidos, para ponerlo en perspectiva es tener el evento del 11 de Septiembre cada tres días en número de muertes.
En todo el mundo aproximadamente el seis por ciento de la gente infectada ha muerto y en Estados Unidos es el cinco por ciento de la gente.