Los Ángeles, Cal.- Se estima que California emplea en la temporada de mayor trabajo al menos unos 50,000 indígenas mixtecos, la mayoría si siquiera hablan español sino su lengua materna, por lo que enfrentan una gran barrera para comunicarse en la escuela de sus hijos, el sistema de salud y en las cortes.
David Higbee, intérprete en varias lenguas, dijo que hay 350 idiomas poco comunes en California con pocas personas que sirven de traductores de las mismas.
Actualmente David es parte de un grupo de intérpretes de California que se oponen a la ley AB5 que entró en vigor el pasado 01 de enero y la cual no los deja que trabajen por cuenta propia, dejándolos en total desamparo y en muchos casos con la única alternativa de dejar sus profesiones, que les ha costado por muchos años y que son indispensables para una gran comunidad que no habla el idioma inglés.
California es multilingüe y necesita de los traductores e intérpretes, tal es el caso en particular de la comunidad inmigrante indígena oaxaqueña como la zapoteca, mixteca, otomí y otras.
Para David hay mucha necesidad en la gente porque no tienen suficiente dominio de inglés para entender en estos momentos de un diagnóstico del Covid-19 o para ir a los tribunales.
David quien ha trabajado en diferentes ámbitos como intérprete de conferencias, en el sistema judicial y en el médico, dijo que hay temas difíciles de comprender hasta para los propios hablantes nativos de inglés.
“Y como un hispano va a poder ir y presentarse ante un juez, encima de esto, son temas judiciales que en las comunidades indígenas rara vez existen los conceptos”, por eso dijo se tiene que encontrar a la persona adecuada que domina los idiomas para comunicar bien en inglés.
Explicó que los intérpretes trabajan en cadena, primero del inglés al español y luego del español al idioma mixteco u otro idioma. “Son idiomas que se ven muy frecuentes en los tribunales, entonces, tienen que traer intérpretes de otros estados, pero primero buscan en California y tienen que tener experiencia”, argumentó.
David comentó que la ley AB5 afecta a todos los intérpretes, pero de gran manera a los interpretes de lenguas indígenas porque mucha veces no tienen el volumen de trabajo que otros intérpretes, por eso muchos trabajan en otras labores y cuando surge el proyecto lo toman.
Añadió que no es posible que una persona como esa se ponga en nómina por solo por trabajar 4 horas al año en un proyecto que le llegó.
“No tienen sentido, ni es redituable ni para la empresa tampoco. Ahora bajo la lay AB5 tienen que incorporarse como empresa, pagar costos legales, si ellos ganan 3 mil dólares al año.
En muchos casos, los coordinadores de tribunales han dicho que estamos perdiendo a dos manos a los intérpretes de esos idiomas, porque no es rentable trabajar en el estado de California.
Otros se dedican a otra cosa, eso es un gran riesgo para los idiomas como el mixteco, zapoteco, náhuatl, mam y tantos otros, porque hay pocas personas que pueden interpretar”.
Al respecto, Esther M. Hermida, quien tiene 26 años de experiencia en el campo legal, dijo que muchos de los interpretes de lenguas indígenas ni si quiera hablan inglés.
Y aclaro “ellos nos interpretan en español y nosotros lo transmitimos al inglés. Es algo bastante especializado, se han hecho esfuerzo para capacitar a los jóvenes indígenas. Ayer estuve hablando con una intérprete certificada en español y zapoteco y le pregunté como está siendo afectada. Ella no tienen 800 dlls para incorporarse porque eso es lo que le requieren las agencias. Ella quiere ser autónoma.
Un caso en particular de lo importante de estos intérpretes en California, lo dio David quien comentó que recientemente una mujer hablante de panyabí de la India contagiada de Covid-19 fue al hospital donde la dieron de alta, pero le dieron indicaciones en inglés, idioma que no domina y contagió a toda la familia.
“Esto va a ser más frecuente que pase” argumentó, mientras lamentó que hay un problema de acceso a los idiomas y que por mucho tiempo han luchado por mejorarlo y ahora todo ese esfuerzo se está socavando.
A Gloria Rivera, otra traductora e intérprete jurada de la corte y médica, le preocupan lo que puedan sufrir las comunidades que no puedan contar con interpretes.
“La otra vez, en el trabajo, en el hospital, no se por qué me latió que un señor no era el español su primer idioma y le dije: ¿señor no es usted de Oaxaca? Y me dijo sí como lo supo.
Entonces le dije al médico que necesitaba un intérprete de mixteco. Tuve que explicarle a él y a la enfermera que el paciente sí era mexicano, pero era de Oaxaca y de cierta zona de la mixteca alta. Fue un poco de educarlos también”.
Para Rivera, la nueva ley AB5 es inviable para todos los profesionales traductores e intérpretes independientes, además de quitarles su independencia no podrían sobrevivir en muchos casos al tener que crear una corporación limitada y hacer gastos que muchas veces no tienen.
“Si tú ganas 3 mil y tienen que pagar 800 dlls, y pagar impuestos, y aparte tener que probar que eres negocio: pagar tarjetas, sitio web. No es viable, confeso.
Al final el que sufre es el pueblo, al que tienes que ayudarlo, a la gente”.
Ante la adversidad y ver que sus trabajos están en peligro de desaparecer los profesionistas de la lengua se unen en Lenguaje Pros Hurt By AB5 un grupo que busca una exención a la ley bajo la propuesta SB900 del senador estatal Jerry Hill (D-San Mateo).
Esther Hermida, quien es traductora de las conferencias diarias del Condado Angelino sobre Covid-19, dijo que “la propuesta es un gran logro y yo lo apoyo. Hay deficiencias, inicialmente el lenguaje incluía a los idiomas indígenas y esto lo eliminaron de alguna manera, lo pasaron por alto, pero es muy importante que esas lenguas sean exentas de la ley, no es justo el que tengan sobre gastos innecesarios”.
Hermida dijo que la propuesta SB900 “no es perfecta, pero es lo mejor que tenemos, quizá en el futuro se puedan hacer las enmiendas. ¡Yo la apoyo!”.
Comentó que su compañera intérprete de lengua en español y zapoteco quiere seguir siendo autónoma y solo está esperando los resultados de la enmienda y que se incluyan a los idiomas indígenas.
Los indígenas zapotecos, le comentó su amiga, es una comunidad tímida y esas personas no van hablar.
Y ejemplificó que aunque no es su función, ella en los tribunales les advierte para que conste en las actas. “En algún momento digo que la persona habla el español pero como segundo idioma”.
Este grupo de trabajadores de más de 5 mil, contribuyen con 2 mil millones de dólares anuales a la economía de California.