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Alarma por la baja en los niveles de vida de niños y adolescentes por las altas tasas de mortalidad que están padeciendo en Estados Unidos

*Las 4  causas de mortalidad son: Los homicidios, suicidios, por sobredosis de drogas y accidentes automovilísticos.

* La probabilidad de que los jóvenes lleguen a los 20 años está disminuyendo.

Los Ángeles, Cal.- Médicos y organizaciones civiles que protegen a los niños están alarmados por la baja en la expectación de vida de los niños y adolescentes causadas por las altas tasa de mortalidad a causa de homicidio, suicido, sobredosis de drogas y accidentes de autos.

Y Covid-19 poco tienen que ver con ello, pero le echó leña al fuego, dijo el doctor Steven H.  Woolf y catedrático de Medicina de Familia y Salud de la Población en la Facultad de Medicina de la Universidad Commonwealth en Virginia y quien participó en una video conferencia el pasado viernes 21 de abril organizada por Ethnic Media Service.

Dos informes recientes indican  una tendencia preocupante: los niños y adolescentes han estado muriendo a tasas crecientes en Estados Unidos en los últimos años. Entre 2019 y 2021, la mortalidad infantil por todas las causas aumentó un 10,7% un año y un 8,3% el siguiente, el mayor incremento en décadas.

“Esto es muy inusual. No ha ocurrido mucho en el último medio siglo”, estimó Woolf al decir que generalmente no es sostenido el aumento de la mortalidad por toda las causas en niños de 1 a 19 años sino que hay aumentos y luego disminuciones pero que ahora el aumento por 2 años (2020 y 2021) consecutivos es muy inusual y es de una magnitud que no se ha visto, probablemente desde la pandemia de la gripe de 1918.

“Así que básicamente es un siglo que no hemos visto un aumento de esta magnitud”, dijo el experto quien lleva muchos años estudiando las tendencias sanitarias en Estados Unidos y reveló que por más de 15 años se han experimentado aumentos en las tasas en cuanto a suicidios.

“Esto es realmente una tendencia más profunda y más a largo plazo que debería preocuparnos”, asentó al hablare que los aumentos por sobre dosis de drogas también aumentaron poco antes de la pandemia de Covid-19, alrededor de 2018 y 2019 cuando cada vez más niños y adolescentes adquirieron acceso a los opioides sintéticos.

“La pandemia de COVID-19, por lo tanto, no causó esta tendencia, pero, como decimos le añadieron más combustible al fuego, las tasas aumentaron muy dramáticamente durante este período de tiempo, entre 2019 y 2021 las muertes en las edades de 10 a 19 aumentan en un 30%”.

Los aumentos han sido 9% por homicidios, 114% por sobredosis de drogas y un 16% por accidentes de autos.

Para Woolf las armas de fuego desempeñan un papel dominante en estos aumentos, alrededor de la mitad de los aumentos de todas las causas de muerte en las edades de 1-19 años, con un 41%.

A pesar que esas tendencias afectan a todos por igual aclaró que se vieron afectados unos más que otros como por ejemplo grupos raciales y étnicos, entre ellos los jóvenes negros que tienen un mayor riesgo de morir por homicidio.

“Los jóvenes negros representaron alrededor del 63% de las víctimas de homicidio que ocurrieron en el 2020”, detalló.

El doctor dice que la tasa de homicidios de negros, entre los jóvenes, fue 6 veces mayor que la de la población hispana, y 20 veces mayor que la tasa de homicidios de blancos, asiáticos e Islas del Pacífico.

Siendo por genero los hombres con mayor riesgo de morir que las mujeres. “Cuando pensamos en la intersección entre raza y género, descubrimos diferencias aún más dramáticas por lo que la tasa de homicidios entre los varones negros fue más de 60 veces superior a la de las mujeres blancas”.

En cuanto a los incidentes por autos dijo que los de mayor riesgo de morir son los indios americanos y de Alaska.

Mientras que las muertes por suicidios las tasas más altas son de jóvenes negros e indios americanos, que son tasas del doble de los jóvenes blancos.

En cuanto a muertes por sobre dosis comentó que típicamente los jóvenes blancos son el grupo racial que ha experimentado las tasas más altas, pero que los aumentos que han tenido las poblaciones negras e hispanas, en los últimos tiempos, los han alcanzado no solo en su consumo sino también en su mortalidad, por lo que consideró que esas tendencias son muy trágicas.

El doctor lamenta que enfermedades de la infancia como la leucemia, defectos de nacimientos y la reducción en la mortalidad prematura que han estado disminuyendo por año, ahora están siendo compensados por esos 4 patógenos artificiales: homicidios, suicidios, drogas y accidentes automovilísticos.

Woolf resalto la necesidad de hacer frente a las armas de fuego.

Las armas son un protagonista importante en el riesgo de muerte de un joven. Las muertes por arma de fuego entre los niños estadounidenses aumentaron un 50% en dos años y, en lo que va de año, se han producido 42 incidentes de disparos en recintos escolares, con el resultado de 17 muertos y 32 heridos en todo el país. En consecuencia, la esperanza de vida en este país ha experimentado un descenso.

“La violencia con armas de fuego está alcanzando proporciones históricas, y cuando llegamos al punto en el que toda la mortalidad está aumentando, para este grupo de edad de 1 a 19 años, básicamente significa que la probabilidad de que los jóvenes lleguen a los 20 años está disminuyendo”, dijo el doctor Woolf.

“Estamos perdiendo a nuestra población más preciada” sostuvo al decir que necesitamos una reforma sensata sobre las armas

Hizo hincapié que la mayoría de las víctimas jóvenes por homicidio han sido por el uso de armas disparadas por adultos.

Como los factores que se deben abordar dijo que en primer lugar están las armas, seguido por la crisis de salud mental que afecta varios tipos de depresión, ansiedad y otras tensiones mentales que los jóvenes enfrentan en estos días y que llega a resultados fatales como el suicidio.

Explicó que desde los noventa la esperanza de vida ha estado cayendo detrás de la de otros países pares, y después del 2010 dejo de subir por completo, mientras que en otros países sigue subiendo.

“La esperanza de vida se redujo a niveles terribles especialmente en la población negra e hispana”, comentó al decir que lo que han visto es que los jóvenes en sus veinte años son los que están siendo afectados y ahora también los adolescentes.

Explicó que la muerte de los jóvenes, adolescentes y niños no solo nos está afectando por los tiroteos masivos o escolares sino por los tiroteos que ocurren diariamente.

Kim Parker, Directora de Tendencias Sociales y Demográficas del Centro de Investigación PEW dijo que los niños latinos y negros tienen más probabilidades de morir por las armas que los blancos y asiáticos.  En Estados Unidos hubo un incremento general del 23% de muertes por armas de fuego durante el periodo 2019 al 2021.

“El 60% de las muertes por armas de fuego en el grupo de edad en 2021 fueron homicidios, mientras que el 32% fueron suicidios”, aclaró.

Dijo que independientemente de la edad el homicidio es el principal tipo de muerte por arma de fuego entre los niños.

Parker habló de una encuesta hecha a padres de todo el país en el otoño pasado sobre sus preocupaciones que enfrentan en estos días y la de los niños.

Indicando que la principal preocupación de los padres era la salud mental, descubriendo que alrededor del 76% de los padres dijeron que les preocupa que sus hijos sufrieran ansiedad o depresión en algún momento.

Al preguntarles sobre su preocupación de que sus hijos pudieran recibir un disparo en algún momento encontraron que casi la mitad de los padres estaban algo preocupados y un 22% extremadamente preocupados.

Un 50% de los padres hispanos expresaron un alto nivel de preocupación si un tiroteo podría ocurrir en la escuela de sus hijos, en comparación con el 40% de los padres negros y en menor grado que los padres asiáticos y blancos.

El doctor Woolf dijo que investigaciones de 20 años muestran que tener armas en el hogar aumenta el riesgo de una muerte por arma de fuego.

“La tendencia, creo, que realmente se intensificó durante la pandemia fue que la gente saliera a comprar aún más armas de las que ya tienen para protegerse de las amenazas percibidas que creo que se han generado mucho por la publicidad y el marketing, por los fabricantes de armas y la NRA, pero que en realidad no es una amenaza real.

En cualquier caso, esta percepción de que necesitan poseer armas y guardarlas en su casa por su propia seguridad, es en realidad es un factor de riesgo para que personas de sus familias sean asesinadas por esas armas”, comentó.

Kim habló de actitudes y experiencias raciales, indicando que hay datos que indican que los adultos negros son los que más sufren y son los más propensos a decir que se les trata con sospecha o de les discrimina en diversos entornos y ámbitos de la vida.

Como ejemplo dijo fue el incidente en Missouri donde una suposición o sospecha de peligro acompaño un acto tan inocente como llamar por un timbre.

“Desgraciadamente hemos visto en nuestros datos que no es infrecuente para los americanos negros”, indicó refiriéndose al incidente en el que casi pierde la vida el adolescente Ralph Yarl, al ser baleado con dos disparos por Andrew Lester de 84 años, propietario de una casa en Kansas City, Missouri.

El joven de 16 años tocó el timbre en la casa errónea cuando fue a recoger a sus hermanos menores.

Mayra Álvarez, presidenta de la organización enfocada en el bienestar de los niños The Children’s Partnership dijo que los niños no solo necesitan ser protegidos por sus padres sino por toda la sociedad.

“Los valores universales de que los niños son preciosos, se están dejando a un lado”, sostuvo al hablar que los avances en los números de mortalidad infantil pediátricos están siendo contrarrestados por causas prevenibles que no son biológicas.

Hizo un llamado para el cuidado de los niños y dar una respuesta. “Todos tener el papel de crear un ambiente que apoye a los niños para que se sientan amados y valorados”.

“Los padres, los guardianes, los educadores, los funcionarios públicos y cada uno de nosotros tiene un papel, dijo al indicar que problemas de las armas se tiene que abordar con una reforma de sentido común para que los niños crezcan y se conviertan en adultos prósperos.

Para eso sostuvo que se tienen que aumentar los programas de asistencia pública, para que las familias accedan a comida y vivienda porque comentó que la depresión y la ansiedad vienen cuando los padres no pueden ni siquiera comprar los alimentos, pagar el alquiler y llevarlos a la escuela, por estar relacionados a la pobreza.

Añadió que los programas de salud pública deben funcionar y no tener barreras, además de tener prácticas de sanación basados en las comunidades.

Kelly Sampson, Asesora Principal y Directora de Justicia Racial de Brady United, una de las organizaciones más antiguos para prevenir la violencia de armas indicó que el acoso con armas de fuego tienen que ver con la historia y cultura supremacista blanca.

Dijo que la violencia de armas es el asesino número uno entre los niños del país, sobre todo en los de color.

Y considera que es un legado que continua de la segregación y esclavitud, que es un ciclo de violencia y trauma que persiste en la gente de color.

Sampson hizo referencia a un estudio de un desarrollador urbano que analizo que el crimen violento se centra en comunidades negras que tienen que ver con disparidades estructurales y en las diferencias económicas y sociales.

“Sabemos que la industria de manufactura  y distribuidores tienen un papel fundamental facilitando las armas de fuego y  evitando la responsabilidad y rendición de cuentas”, dijo la experta al señalar que están trabajando con el gobierno federal para regular las armas de fuego y que las leyes sean más eficaces.

Sin embargo considera que no es suficiente que leyes y controles de armas sean más fuertes en un estado y en otro no, sino que tienen que serlo en todo el país.

Para Sampson la diferencia clave está en el acceso a las armas y que ahora “no tenemos reglas y regulaciones disponibles” enfatiza.

Dr. Steven H.  Woolf y catedrático de Medicina de Familia y Salud de la Población en la Facultad de Medicina de la Universidad Commonwealth en Virginia, Kim Parker, Directora de Tendencias Sociales y Demográficas del Centro de Investigación PEW, Mayra Álvarez, presidenta de la organización The Children’s Partnership y Kelly Sampson, Asesora Principal y Directora de Justicia Racial de Brady United, una de las organizaciones más antiguos para prevenir la violencia de armas (de arriba hacia abajo y izq. a der.).

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