sábado, noviembre 8, 2025
HomeReportajesAsí es como la comunidad de LAUSD está afrontando un nuevo año...

Así es como la comunidad de LAUSD está afrontando un nuevo año escolar en medio de la presencia del ICE

Por Briana Mendez-Padilla

Tras más de un mes del año escolar 2025-2026 en pie, las familias y los estudiantes de estatus mixto del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) siguen sintiendo estrés y temor por el ICE.

A mediados de agosto, la mayoría de las familias se sentían esperanzadas por el primer día de clases, en parte gracias a la campaña de divulgación del distrito escolar que les aseguró que se estaban tomando precauciones para la seguridad de los estudiantes, dijo Evelyn Aleman, fundadora de Our Voice: Communities for Quality Education.  

Aleman trabaja con familias inmigrantes latinas e indígenas a través de Our Voice, una iniciativa bilingüe en redes sociales que comparte con las familias fuentes de noticias, recursos y servicios relacionados con la educación. Según ella, el superintendente y su equipo hablaron con las familias de Our Voice y reiteraron su compromiso de proteger a los estudiantes.

El distrito ha colaborado estrechamente con los dirigentes de la ciudad y  municipales para reforzar las medidas de seguridad en el LAUSD y sus alrededores, según un portavoz del distrito.

Algunas de estas estrategias incluyen el establecimiento de protocolos de respuesta rápida en caso de actividades de control de  inmigración, la creación de un Paquete de Preparación Familiar  y la disponibilidad de recursos sobre derecho, referencias legales y  servicios de salud mental disponibles 24/7 para las familias a través de la campaña  We Are One. Las familias también pueden ponerse en contacto directamente con su escuela para obtener apoyo adicional, como transporte, agregó el portavoz.

Sin embargo, dado que el ICE y el Departamento de Seguridad Nacional siguen aterrorizando y realizando redadas en las comunidades locales, y el incremento de legislación antiinmigrante que se sigue aprobando, las familias se encuentran una vez más en estado de máxima alerta.

Una madre Oaxaqueña que habló con Impulso pero pidió anonimato por su estatus migratorio, compartió que este regreso a clases no contó con la típica emoción en los rostros de sus hijos. Dijo que ha sido un inicio de año muy difícil, incluso peor que COVID.​

“Las escuelas han dado información, pero si llegara a pasar algo, ya nadie está a salvo aunque tengamos la información”, dijo la madre de tres.​

Aleman dijo que algunas de las familias con las que trabaja están debatiendo la posibilidad de inscribir a sus hijos en las academias virtuales que ofrece el distrito. Señaló que esto no es algo que los padres necesariamente quieran hacer, pero sienten que podría ser necesario para la seguridad de su familia.

La madre oaxaqueña compartió que la escuela en línea está fuera de discusión. Dijo que después de su experiencia con dos niños pequeños tomando clases en línea durante la pandemia en un espacio reducido sabe que sus hijos aprenden mejor en persona. Además, estar al pendiente de que sus hijos se mantengan concentrados y enfocados en sus tareas sería un factor de estrés adicional y simplemente no podría ayudarlos con las tareas como lo haría su maestro.

Aleman dijo que, a medida que avanza el año escolar, será importante que las escuelas sigan en contacto con las familias y mantengan esa comunicación. Añadió que también le gustaría ver una mayor colaboración entre el distrito escolar y la ciudad.

“Creo que nos hemos acostumbrado mucho a hacer declaraciones sobre lo que no nos gusta, sobre lo que está pasando, pero estamos como estancados en la etapa de las declaraciones y mucha inacción”, dijo Aleman.

Impacto en la salud mental

La asistencia no ha disminuido a pesar de estas emociones intensas, como lo demuestra la tasa de asistencia del 94 % durante los últimos cinco días escolares, según el registro de asistencia del distrito. Sin embargo, aunque los estudiantes estén sentados en sus pupitres, es posible que no estén completamente presentes.

Los estudiantes están estresados y muestran mucha ansiedad, dijo Aleman, y añadió que muchos de ellos no quieren ir a la escuela por miedo a lo que pueda pasarles a sus padres mientras están fuera, y la posibilidad de volver a una casa vacía.

El absentismo crónico ya es un problema entre la comunidad Latina. Un informe reciente de Families in Schools reveló que casi uno de cada tres niños latinos de kínder (incluidos los de kínder transicional) del distrito han faltado a clase de forma crónica en el año escolar 2023-24. Aunque esto es menos que la tasa de absentismo del 52% del año escolar 2021-22, a los expertos les preocupa que el clima actual de miedo pueda lentificar el progreso hacia la reducción de las tasas de absentismo.

Lidiar con estas emociones no solo afecta a la salud mental de los estudiantes, sino que también puede repercutir en su rendimiento académico, ya que la ansiedad puede provocar problemas de sueño, falta de concentración e incluso problemas de comportamiento, según explicó Deborah Villanueva, trabajadora social psiquiátrica del Departamento de Salud Mental del Condado de Los Ángeles.

“Estamos viendo cómo muchos de estos comportamientos se amplifican y comienzan a afectar también las relaciones familiares, ya que a veces los padres se sienten un poco estresados en varios ámbitos, y es como un efecto bolo de nieve que crea presión encima del estrés”, afirmó Villanueva.

También es importante que los papás estén atentos a cualquier señal de angustia en sus hijos, dijo Aleman, para asegurarse de que reciban la ayuda adecuada. Lo principal que les recalca a los papás es la importancia de abrazar a sus hijos, validar sus sentimientos y hacerles saber que están ahí para apoyarlos.

Debido a la complejidad del impacto emocional y mental que estas tensiones en torno al ICE tienen en las familias, los profesionales de la salud mental como Villanueva pueden intervenir y ayudar a las familias a respirar hondo, dar un paso atrás y descubrir cómo manejar mejor lo que es importante para ellos.

“Podemos apoyarles en ese camino para que descubran qué es importante, qué pasos pueden dar a continuación para sentirse mejor, sentirse reconocidos y, con suerte, sentirse más empoderados”, dijo Villanueva. “Porque, al fin y al cabo, eso es lo que queremos hacer, queremos ayudarles a sentirse empoderados”.

Villanueva anima a los padres a asegurarse de tener estas conversaciones, que, aunque difíciles, son necesarias y se pueden llevar a cabo sin dejar de ser conscientes de la salud mental de los estudiantes.

“Siempre oigo lo mismo: “No quiero que mi hijo sepa todo esto. Ya tiene suficiente estrés. No quiero que se estrese”, pero a veces ese silencio o ese desconocimiento pueden afectar mucho al niño”, agregó.

Este inicio del año escolar ha traído consigo un aumento del estrés y la ansiedad para los estudiantes. Foto cortesía de Pexels

Por eso Villanueva enfatizó la importancia de la honestidad y tener en cuenta la necesidad de presentar la información de una manera adecuada a la edad. Explicó que, por ejemplo, un niño pequeño puede necesitar mucho apoyo y cuidados sin abrumarlo con detalles, mientras que un adolescente puede necesitar espacio para hacer preguntas, pero sin dejar de sentirse apoyado.

A la hora de abordar estas conversaciones, Villanueva recomienda centrarse en los siguientes pasos y en la resolución de problemas, como conocer y recopilar los correos electrónicos y números de teléfono de las personas a las que acudir. Esto ayuda a crear una sensación de seguridad y puede reducir la ansiedad tanto de los padres como de los niños, ya que les tranquiliza saber que están en sintonía y que hay medidas que tomar si se da el peor de los casos.

Para que los niños sepan cómo manejar su estrés y ansiedad, es importante que los padres den ejemplo con su comportamiento, añadió Villanueva. Ella utiliza la analogía de ponerse primero la máscara en los vuelos. Los padres deben dar ejemplo de cómo es el cuidado de la salud mental para que el niño también pueda adoptar ese comportamiento y ese proceso de pensamiento.

Algunas estrategias para desarrollar mejores hábitos de salud mental incluyen:

  • Tomarse descansos de las noticias: aunque es importante mantenerse informado, Villanueva sugiere limitar el consumo de noticias solo a la mañana o la noche o después de la cena, etc., para permitir descansos.
  • Practicar actividades relajantes en familia: estas pueden ser desde ejercicios de respiración hasta meditación o dar un breve paseo por el vecindario si es seguro.
  • Mantener el contacto con la comunidad: Villanueva hizo hincapié en que las escuelas, las comunidades y las organizaciones religiosas de las que ya forman parte las familias pueden ser un recurso reconfortante.

El Departamento de Salud Mental del Condado de Los Ángeles también cuenta con una línea telefónica de 24/7 para familias. Esta sirve como punto de entrada a los servicios de salud mental en el condado de Los Ángeles.

Se puede contactar con el Centro ACCESS llamando al 1-800-854-7771.

A través de esta línea de ayuda, las familias pueden acceder a servicios como el despliegue de equipos de evaluación de crisis, información y derivaciones.

Por último, Villanueva destacó la importancia de la esperanza, diciendo que se ha convertido en un pilar para ella.

“Ante tanta incertidumbre, lo único que podemos hacer es mantenernos informados, seguir siendo proactivos y defendernos, y seguir conectados”, dijo Villanueva.

Sobrellevando la vida mediante el activismo

El aumento de la actividad del ICE este verano ha influido en las conversaciones que mantienen los estudiantes, pero también ha impulsado su interés por el activismo, dijo Mau Trejo, organizador de campo y comunicaciones de Students Deserve.

“Creo que, en cierto modo, ésto ha aumentado la urgencia que sienten los jóvenes, y quieren recibir información sobre cómo hacer patrullas alrededor de sus escuelas y cómo facilitar los talleres de información sobre sus derechos”, dijo Trejo. “Se ven a sí mismos como recursos para otros estudiantes que quizá no estén tan involucrados en este tipo de trabajo”.

Uno de estos estudiantes es Eduardo, que está incorporando un taller sobre los derechos durante una asamblea en su escuela para el mes de la historia hispana.

“Es agradable saber que la información que me dieron se va a difundir a toda la escuela. Les muestra qué hacer y tener esa información les hace sentir más seguros”, dijo Eduardo.

Gilbert, otro miembro estudiantil, dijo que hablar en las reuniones del consejo del distrito permite al consejo escuchar de primera mano lo que está sucediendo en las escuelas, algo que de otra manera no sabrían.

“El consejo escolar ve principalmente todo desde fuera, y sólo ve cómo los estudiantes asisten o no a clase, sin ver realmente cómo se siente cada estudiante en clase y cómo y por qué sus estudios son tan bajos”, dijo Gilbert.

Students Deserve es una organización dirigida por jóvenes que aboga por reducir la presencia policial en las escuelas y redirigir los recursos hacia el apoyo a los estudiantes de comunidades marginadas. Gracias a su abogacía junto a la Police Free LAUSD Coalition, los estudiantes han conseguido logros como el Plan de Rendimiento Académico para Estudiantes Negros y, más recientemente, una financiación única de 5 millones de dólares para los Dream Centers, que ahora se denominan Centros para Estudiantes y Familias, en las escuelas secundarias del distrito.

Estos centros serían un espacio seguro para estudiantes inmigrantes y los conectaría con recursos académicos, profesionales y legales. En un comunicado a Impulso, Students Deserve dijo que el distrito debería dar prioridad a inversiones como estas, que apoyan a los estudiantes incluso en medio de los recortes presupuestarios previstos.

Empatía y unidad entre la división

Los estudiantes dijeron que este regreso a clases ha sido tenso, con oleadas de tristeza. Ha habido casos en los que uno o más de sus compañeros de clase han sido deportados, por lo que sus amigos y la comunidad escolar se han visto obligados a lidiar con la pérdida.

Jay, otro estudiante de último año de secundaria del LAUSD, compartió que tiene amigos indocumentados y que mucha gente en su escuela tiene miedo de hablar a pesar de querer hacerlo. Por eso ha decidido asumir un papel de liderazgo y ha organizado varios “walk outs” y ha asistido a diversas protestas. La gente de su escuela lo llama el “soldado callejero”.

“Lo hacemos por los demás, porque no todos pueden salir a manifestarse. Les decimos a los demás que se queden en casa y que nosotros lo haremos por ellos, porque al final todos somos iguales”, dijo Jay.

En la escuela de David, dijo que ha habido cierta tensión debido a un estudiante que ha estado publicando comentarios dañinos en Internet, lo que ha provocado divisiones entre sus compañeros de clase. Sin embargo, afirma que también ha fomentado la unidad, ya que ha observado que la gente se está involucrando en diferentes sindicatos y organizaciones.

“Nosotros somos el futuro, ¿sabes? Así que, si algo no está bien ahora, quién sabe lo que pasará en el futuro, por lo que es importante empezar lo antes posible”, dijo David. “Obviamente, disfruta de tu juventud, pero también infórmate sobre lo que está pasando en el mundo ahora mismo, aprende cómo te afecta y cómo puedes dejar huella en la historia”.

Briana Mendez-Padilla* es becaria de California Local News reportando para Impulso. 

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments