- Estiman que del 60 a 70% de las mujeres que han sobrevivido a violencia doméstica han atravesado control coercitivo.
- La violencia doméstica es más alta en personas de color y particularmente en las inmigrantes.
Los Ángeles, Cal.- Una de cada dos personas en California, han sido expuestas a la violencia doméstica, afectando más altamente a las personas de color y particularmente a las inmigrantes que no tienen los recursos y carecen de apoyos para recibir ayuda.
Lo anterior fue revelado durante una conferencia de prensa organizada por Ethnic Media Services el pasado viernes 28 de octubre en la que expertos hablaron de la falta de datos sobre la violencia doméstica en sus diversas formas y lo imperativo que es tener esos datos a través de que la gente los denuncie y solicite ayuda.
Las expertas participantes fueron Jenna Lane, de la oficina de comunicaciones de la Fundación de California Blue Shield, Erica Olsen, Directora de Programas de Red Nacional de Seguridad para ponerle un fin a la Violencia Doméstica, Deborah Tucker, presidenta de la junta de directores del Centro Nacional de Violencia Doméstica y Sexual, y Pallavi Dhawan, Directora de Política de Violencia Doméstica para la Oficina del Procurador General de Los Ángeles.
Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) a nivel nacional una de cada 4 y uno de 7 hombres habrá sufrido violencia doméstica de parte de su pareja intima en alguna parte de su vida.
“Soy parte de los 57% de los Californianos que son muy impactados por la violencia doméstica”, dijo Lane al indicar que al hablar de ser impactados por la violencia doméstica se habla de que ha sobrevivido a la violencia doméstica, ha sido la persona que ha dañado a otra persona o tiene algún amigo o familiar con esa experiencia.
“Más de la mitad de nosotros somos impactados por la violencia. Está en todos lados y es preocupante pero no puede ser abrumador, a su vez puede ser algo poderoso, porque no estamos solos y juntos podemos resolver el problema”, reconoció Lane.
La experta dijo que la violencia doméstica puede ser más que lesiones físicas y puede ser emocional o financiero como controlar el dinero o que lo echen de su trabajo, también puede ser tecnológico y legal con el hecho de que haya amenazas de llamar al ICE o puede ser social al controlar el ver a los amigos y familiares. Esto último dijo que se llama
control coercitivo, que es un rango de comportamientos controlados.
En la fundación Blue Sheld, dijo que creen que ponerle fin a la violencia doméstica es más que sacar a la persona de crisis porque es un ciclo que requiere romperlo con sanación y prevención.
“Es muy importante ayudar a las persona a salir de una situación de crisis, pero si como sociedad no les ayudamos además a sanar la violencia doméstica seguirá ocurriendo”.
El 70% de las personas han sufrido o causado la violencia doméstica, informó al decir que los hombres que han sufrido de niños violencia doméstica tienen riesgos altos de cometer eso mismo como adultos.
“Muchos sobrevivientes dicen que quieren irse de las situaciones abusivas y encontrar sanación pero necesitan ingresos y techo”, afirmó como cosas en las que se necesita además de comunicación para prevenir situaciones de violencia doméstica y que las propias comunidades aborden el tema.
Reconoció que a nivel nacional hace falta datos sobre la violencia doméstica, porque es difícil para las víctimas denunciarlo, por lo que considera que el propósito de concientización es aumentar las conversaciones para que pueda ser más ampliamente denunciado.
Y que las comunidades hablen y decidan como enfocar el tema para crear relaciones saludables.
El control coercitivo como crimen
La directora de Política de Violencia Doméstica para la Oficina del Procurador General de Los Ángeles, dijo que en el código criminal la violencia doméstica está muy limitada solo enfocándose al abuso físico o amenaza de buso físico y no se alinea a lo que han sufrido los sobrevivientes.
“La violencia doméstica va más allá del abuso físico. Es un patrón de comportamientos para conseguir control sobre otra persona, puede incluir violencia pero no necesariamente está ahí y no es la peor forma de abuso para un sobreviviente.
Realmente deriva su poder de un control de dinámica de poder desigual. Típicamente con el hombre hacia las víctimas mujeres o puede ocurrir en relaciones con ambos sexos. Y ese control dentro de las relaciones tiende a ser más vulnerable al abuso, generalmente contra la mujer y dentro de ellas a las mujeres de color”, comentó.
Dijo que para ella es importante reconocer que la violencia doméstica y el control coercitivo ocurre en todas las culturas y en todo grupo étnico y económico también, pero que la prevalencia del control coercitivo de la violencia doméstica es más alto en personas de color y particularmente en las inmigrantes, como un patrón de dominio de poder que se establece más en la autonomía de otra personas.
Y las practicas que se utilizan contra las víctimas dijo son: allanamiento, monitoreo y privación de recursos.
Señaló que esas prácticas las desarrollan con parejas íntimas cuando y porque el sistema es más grande que crea una falta de confianza entre los sobrevivientes que se rehúsan a buscar ayuda. “En mujeres de color, hay depresión oculta, porque por cuestiones culturales, se tratar de disminuir la mortificación.
El control coercitivo refuerza una variable en no reportar y buscar ayuda y eso permite que continue o refuerza el control y abre esa parte en la relación. Es difícil medir el control coercitivo y también dijo que no hay datos porque no se están escuchando las voces de las personas que lo padecen y sufren esos abusos.
“Típicamente estos números van a ser menos reportados en su prevalencia pero una encuesta de Evan Stark uno de los pioneros del control coercitivo estima de 60 a 70% de las mujeres que han sobrevivido a violencia doméstica han travesado control coercitivo”, dijo Dhawan.
La experta dijo que ha trabajado junto con la senadora Susan Rubio que es una sobreviviente de control coercitivo para identificar el tema dentro del código de California permitiéndoles a las víctimas que si reciben otro tipo de abuso tengan otras órdenes de restricción mencionando el control coercitivo, “que es definido en el código de familia como una depravación deliberada y es un patrón de comportamiento que adrede tiene un efecto de interferir con la libertad de la persona”.
Dijo que tanto a los jueces como al jurado les han mostrado como es el control coercitivo porque muchos no saben que la violencia doméstica no requiere abuso físico de moretones.
Explicó que el control coercitivo es aislamiento, falta de recursos, no permitirle a las personas ciertos comportamiento, y recursos y restringe a la persona de su autonomía. “Viene siendo la persona como una sombra de ellos”, afirmó.
Como un ejemplo de control coercitivo dijo que son las amenazas de inmigración.
Cualquier víctima que está sufriendo un comportamiento controlador, que está siendo controlada en su estatus migratorio, es un ejemplo de control coercitivo que necesita que la persona recura a protecciones de ese comportamiento.
“Pero la ley solo puede permitirle a esa persona tener una orden de protección y se tiene que suplementar con recursos económicos y de vivienda que están disponibles”, afirmó al decir que también hay recursos para el perpetrador de violencia doméstica o criminal para que no sigan agrediendo.
“No estamos haciendo suficiente en la prevención. La terapia y consejería puede ayudar pero es después de ocurrir la ofensa”, sostiene al indicar que a nivel nacional no hay ley federal sobre violencia doméstica y se les deja a los estados lidiar con los casos.
“Es frústrate que la persona tenga que renovar las ordenes de restricción y no hay ningún proceso nacional, solo VAWA la ley federal sobre la violencia doméstica”.
Tucker, presidenta de la junta de directores del Centro Nacional de Violencia Doméstica y Sexual habló de las políticas de 1994 y los esfuerzos de la Casa Blanca en el tema, indicando que cada cuatro años regresan los trabajos en el Congreso y los patrocinadores de las leyes contra la violencia doméstica.
Destacó que ahora los enfermeros están apoyando sus esfuerzos por identificar los incidentes de violencia doméstica entre parejas y que las leyes deben ser actualizada cada 5 años.
Lamentó que se estén atrasados los trabajos en el Congreso por que la habilidad de dialogo entre los demócratas y republicanos se han quebrantado.
“El congreso no entiende que su trabajo no es que dos partidos estén peleando uno contra otro sino más bien ellos fueron elegidos para que todos trabajen para la comunidad”, opinó.
Recientemente se inauguró un sitio web de la Fundación Blue Shield donde pueden encontrar más información: LetsEndDV.org.
Jenna Lane (izq.), de la oficina de comunicaciones de la Fundación de California Blue Shield, Deborah Tucker (centro), presidenta de la junta de directores del Centro Nacional de Violencia Doméstica y Sexual y Pallavi Dhawan (izq.), Directora de Política de Violencia Doméstica para la Oficina del Procurador General de Los Ángeles.