- Estudiante logra superar sus traumas.
- Ahora es activista y pide más apoyos para las escuelas.
Los Ángeles, Ca.- Para Skyla Fuentes hubo un tiempo que vivió en un profundo aislamiento y depresión al ser objeto de bullying por parte de sus “amigas” y compañeras cuando era estudiante en la escuela secundaria Hollenbeck que se localiza en el Este de Los Ángeles, y todo era motivado por su físico porque tenía problemas de sobrepeso, pero ahora la joven asegura haber superado eso gracias al apoyo que recibió de su terapista y consejeros escolares.
Y tan es así que ahora la joven estudiante de 18 años de edad dijo que forma parte de organizaciones no lucrativas donde apoya la lucha de los alumnos y de los maestros por mejores condiciones en las escuelas.
Sin embargo, Skyla recordó que cuando iba a la secundaria a los 12 ó 13 años de edad sufrió mucho de bullying.
“Había estudiantes que me llamaban gorda, fea, y cuando eso pasaba me sentía muy dolorida, muy sola”, reveló. “Porque a veces eran mis propias amigas o las que yo consideraba amigas las que me decían eso, las que hablaban detrás de mis espaldas con otras personas acerca de mí”.
“Hubo un tiempo en la escuela que no tenía amigas porque no podía confiar en ellas, me hacían sentir de una manera que nunca pensé me iba a sentir, sola, entré en el momento donde estaba muy deprimida en ese entonces no había manera de que yo pudiera controlar mi peso, lo que hacía, como me arreglaba”, comentó Fuentes. “Tenía tanto dolor y lloraba por eso, iba con mi consejera y me quedaba allí porque no podía estar con los otros estudiantes porque era muy difícil para mí”.
Explicó que solo le comunicó lo que le sucedía a la consejera estudiantil porque no sabía cómo decírselo a su mamá.
“Había tiempos donde no quería ir a la secundaria, que me quería quedar en casa y nomás dormir todo el día porque no quería ver a nadie, afirmó Skyla. “Pero en ese entonces todos trabajaban en la casa por lo que tenía que ir a la escuela”.
Mencionó que la consejera siempre le preguntaba cómo se sentía y si quería hablar con sus compañeras, pero nunca quiso hacerlo.
Fuentes aseguró que ahora que ya está más grande y se encuentra en la escuela preparatoria Méndez ha cambiado como persona porque ya fue a terapia para hablar sobre el bullying y las cosas malas que le pasaban, además empezó a ir al gimnasio, a hacer deporte y a mejorar su arreglo personal por lo que comenzó a tener más confianza en ella misma y a tener un mejor entendimiento de las cosas, y ahora ya puede hablar de más asuntos que la inquietan con su mamá.
Comentó que también se involucró mucho en los programas de organizaciones como Students Deserve y de United Students para tratar de ayudar a los estudiantes en base a sus experience, añadió que su propósito es estudiar para convertirse en una abogada.
“Ahora puedo tener mejores relaciones con otras personas y me siento más cómoda conmigo misma, pero sí hay veces donde tengo esos días donde me siento triste, deprimida”, reconoció Skyla. “Pero ahora solo necesito un día de descanso mental y voy a ver a mi consejera estudiantil o a un maestro, quien siempre tiene las puertas abiertas para hablar sobre situaciones en la escuela o que están pasando conmigo misma como persona”.
Recalcó que el hecho de formar parte de esas organizaciones estudiantiles le ha ayudado mucho en su crecimiento personal y a estar mejor informada, además de que ellos la apoyan en el aspecto académico, mental y emocional, añadió que ahora ha podido compartir su historia con miembros del Distrito Escolar de Los Ángeles y exigir las cosas que necesitan para la escuela y los estudiantes y recientemente fue a apoyar las protestas de los maestros para que les mejoren sus condiciones laborales.
“He hablado con los estudiantes y las autoridades escolares de la necesidad de tener recursos para la salud mental como tener terapias, psicólogos, más consejeros y programas que ayuden a los alumnos a prepararse para entrar al Colegio o a la Universidad porque muchos no saben a dónde ir, ni cómo aplicar”, subrayó Fuentes. “Esto es muy importante porque hay muchos estudiantes que no han venido a la escuela por días y me dicen que es porque no se sentían bien mentalmente y que no podían funcionar en forma adecuada, que no podían concentrarse y yo he sido parte de esos jóvenes que ya no soportaba nada, que no podía pensar que sólo quería llorar”.
“Los miembros del distrito escolar dicen que nos escuchan, pero no es cierto porque necesitamos más ayuda y no nos la están dando, hay cosas de la escuela, personales y emocionales que nos afecten a los estudiantes, que sentimos que nuestra mente explota”, resaltó. “Y en la preparatoria solo hay 3 consejeros académicos y un psícologo y aunque ellos nos ayudan necesitamos más”.
De acuerdo a un nuevo estudio publicado en la revista científica Journal Of Educational Phsycology, cerca de uno de cada cuatro niños estadounidenses sufre de ‘bullying’ (acoso) crónico en la escuela, un problema que provoca mal rendimiento académico y baja autoestima en el largo plazo.
Por su parte, la doctora Elisa Jiménez afirmó que el bullying puede ser muy traumático porque afecta a todos los sentidos de la persona, en una edad en la que ellos necesitan mucho de la aprobación de sus iguales para asegurar su autoestima y sus etapas de desarrollo.
“Esto ha sido un problema muy fuerte porque los papás y las escuelas no se enteran porque los niños cada vez hacen más cosas en la computadora, entonces es difícil, y no hay tantos programas de apoyo”, resaltó. “Además a veces los niños no quieren decir nada ni aún cuando van a terapia, entonces cuando uno ve que no quieren ir a la escuela, que están llorando, que se sienten menos, que todo iba muy bien y de repente todo cambio, pueden ser varias cosas por eso siempre les preguntó alguien te está molestando?”.
Aclaró que las escuelas ya están teniendo terapeutas y consejeros pero no específicamente para el bullying lo que hace que a veces pase por debajo del radar, agregó que hay que tener un poco de entrenamiento en esa área porque si no los muchachos no dicen nada porque es un acto muy penoso para ellos y si dicen algo en la escuela les van a decir que son unos ratas y que no pueden resolver sus propios problemas y eso es otra forma de burla.
“Podemos evitar el bullying siempre y cuando los papás y las autoridades escolares se pongan de acuerdo y hablen claramente con los niños de que las conductas de tomar ventaja o burlarse del cuerpo o de ciertas cosas de otros niños, está mal”, reiteró. “A veces las niñas sobre todo las que vienen de hogares más integrados tienden más a pedir ayuda a la maestra y a veces la profesora está tan saturada de actividades que no les presta mucha atención o no les hace caso y no se dan cuenta de la magnitud del problema por eso después hay muchos jóvenes que intentan suicidarse y a veces debajo de todo eso están siendo víctimas de bullying”.
“Hay que decirles a los papás que hay que estar más atentos a los juegos que practican los niños en los dispositivos electrónicos”, afirmó. “Los especialistas dicen que la evidencia demuestra que el tiempo que ellos pasan en esos aparatos les está haciendo un daño espantoso porque los están inoculando con sexualidad y violencia”.