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En la prevención de los suicidios | Hay que des estigmatizar la salud mental y proveer servicios médicos

  • Que los niños o niñas y jóvenes sientan que no están solos y que se pueden recuperar con el amor de sus seres queridos o de organizaciones de poyo.
  • En Florida y lugares como Miami Dale enfrenta un aumento de suicidios sin precedentes. 

Los Ángeles, Cal.- El pasado mes de octubre del 2021, la Academia de Pediatría de Estados Unidos declaro las enfermedades mentales entre los jóvenes como una emergencia nacional, es ese contexto expertos, médicos y pacientes en el tema abordaron los datos, las tendencias que se observan e hicieron recomendaciones.

Durante una video conferencia de prensa organizada por Ethnic Media Services el pasado viernes 17 de junio, los testimonios dieron cuenta del grave problema que enfrentan los niños y jóvenes en salud mental, muchas veces en silencio y sin que sus padres se den siquiera cuenta o tengan la información adecuada para contrarrestar el mal que muchas veces termina de la peor manera con un suicidio.

Beth Jarosz, directora de programas de estado de KidsData, una organización en California que se encarga de recabar datos para que influyan en las políticas públicas dijo que las tendencias son consistentes entre los jóvenes de 15 años y de 10; con tasas de suicidio para niños de 15 a 19 años del 60% más alto en el 2020 de lo que fue en el 2007.

Igualmente dijo que la tasa de suicidios del 2020 para los niños de 10 a 14 años fue el triple de lo que fue en el 2007.

Para Florida indicó que las tasas de suicidio para los niños de 15 a 19 años fueron más del doble del 2010 al 2020.

Los datos de Florida los comparó con los de otros estados como en California en que la tasa del 2010 al 2020 subió 33%, Nueva York tuvo una tasa similar, en Texas subieron más del 80% y en Florida más del 100%. En Florida la tasa de suicidios en jóvenes es más alta para los blancos y asiáticos americanos e Islas del Pacifico, mientras que para los negros y latinos son similares.

Sin embargo para los jóvenes negros a nivel nacional las tasas están subiendo el doble en las últimas dos décadas.

Igualmente a nivel nacional las tasas son mucho más altas para las poblaciones indígenas que para otros grupos y para los asiáticos americanos es mucho mayor, dijo.

Jarosz, señaló que a pesar que las tasas dentro del estado de Florida han bajado en lugares como Tampa, Orlando y Miami, éstas han subido un 60% en los últimos 10 años.

“Los suicidios son un indicador en la salud mental de los jóvenes y las hospitalizaciones por auto lesiones han subido el doble del 2009 al 2020”, explicó.

También, comentó que las muertes por envenenamiento no intensional o sobre dosis han subido mucho, durante la pandemia, en los jóvenes.

Sobre todo dijo que en jóvenes LGTB, jóvenes que no tienen donde vivir, que han sido adoptados o jóvenes que han sufrido bullying o abuso.

“Sabemos que una de cada 6 jóvenes tienen problemas de ADD, ADHD, problemas de ansiedad, de conducta, comportamiento o depresión, pero sabemos que solo la mitad ha recibido tratamiento de salud mental o consejería para esos problemas”.

Para la experta lo que debemos hacer como sociedad es des estigmatizar la salud mental y  darles acceso a tratamientos, además de que en lugares como Miami Dale poder copiar lo que están haciendo en Nueva York o California para bajar sus tasas.

Susan Rachel, presidenta la junta directiva de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI por sus siglas en inglés) de Miami Dale dijo que ellos dan clases y apoyo a personas con problemas o trastornos de salud mental, así como también a sus familias clases educativas y formativas.

“Tenemos un programa de prevención que educa y les enseña cómo hablarle a un familiar de las autolesiones y esas cosas, y cuando acceder a los recursos que podrían necesitar. Para las ideas de suicidio dijo que ayudan a las personas o jóvenes y sus familias para que sepan cómo lidiar para lograr el bienestar mental.

Rachel piensa que, en las comunidades, el acceso al cuidado de salud mental, el apoyo y la comprensión es un derecho civil, así como lo es votar y que te cuenten en un Censo.

Lamentablemente dijo que el cuidado y conocimiento de salud mental es muy permisivo y muchas comunidades no tienen acceso, muchas veces, por su cultura que tienen y por el desconocimiento de dónde encontrar ayuda.

“Es por eso que NAMI está haciendo el trabajo”, comentó.

Jarosz dijo que el apoyo de los estados es importante y literalmente se le cayó el corazón cuando Florida salió del sondeo nacional sobre suicidios porque dice que no se puede saber si se tiene problemas si no hay un seguimiento a los datos.

“Es una gran pérdida para Florida”, abundó, al advertir que desafortunadamente los datos de mortalidad por suicidios van a seguir ahí.

La experta dijo también que hay una gran correlación entre el apoyo y el ataque que reciben los jóvenes LGTB en los estados donde viven.

En relación a los medios sociales dijo que no hay causa directa con tasas de suicidio, pero que las redes sociales para ciertos grupos lleva a problemas de salud mental que los lleva a suicidios.

“La depresión y la ansiedad están aumentado y eso lleva al suicidio en algunos casos”, dijo y recomendó que si alguien tienen depresión pueden evitar que sus pensamientos suicidas sigan aumentando.

Para aminorar el impacto de las redes sociales en la salud mental el enfermero en psiquiatría en Miami, Florida, Eddy Molin dijo que los números que impactan a los niños y jóvenes son escalofriantes con un aumento en los ingresos hospitalarios con ansiedad, conductas destructivas o conductas de control o falta de ello.

“Hay una forma de contar esto con los eventos que están ocurriendo en el lado de los tiroteos y las redes sociales, que tienen una influencia y capacidad de determinar de cómo piensan las personas.

Tenemos la capacidad de mostrar nuestros éxitos, pero sino los tenemos ¿qué hacemos? No podemos mostrar ese lado y eso no puede llevar a estar solitarios y al igual que los adultos, también los niños sienten eso”.

Dijo que los adolescentes sienten el proceso de desarrollo y no podemos esperar que lidien con eso como lo hacen los adultos, por eso es importante prevenir de las cosas que podemos observar para poder ayudarlos.

Molin puso como ejemplo el retiro, “es decir que si antes los hijos participaban en diferentes actividades y empiezan a retirarse, tenemos que prestar atención a eso y actuar acorde. O Si hay algún cambio en las personalidades, pasan más tiempo en cama o dejan de hacer las actividades que antes hacían.

Cuando se vean las señales se debe hablar con ellos y actuar de inmediato, sostuvo e indicó que igual que cuando tenemos un dolor de estómago y vamos al doctor, lo mismo se tiene que hacer cuando se identifiquen cambios o una enfermedad mental y no esperar que las cosas empeoren dramáticamente para ir al doctor.

Y recomendó que aunque no sean profesionales, los seres queridos, pueden ayudar a los que padecen una enfermedad mental, al estar disponibles para ellos.

Molin dijo que las personas deben ser compasivas y tener empatía y hacer un esfuerzo para ponerse en los zapatos del otro y sentir lo que sienten.

“Vamos a poder cuidarlos de manera compasiva, eso no quiere decir que hay que sufrir con la persona sino luchar con ellos para ayudar y aliviar el dolor de la persona.  Una de las formas es escucharlos, respetarlos y no juzgaros, y tener paciencia”.

Y “si hacen un acto de amor para llevar compasión y empatía. Eso ayudará mejor para que las personas puedan lidiar mejor con la salud mental”, afirmó.

El Testimonio

Desde niña Estephania Plascencia era perfeccionista, de lo contrario le daban ataques de ansiedad que se le manifestaban en palpitaciones, sudoraciones, nauseas o en dar  pataletas (berrinches).

La niña desde la escuela elemental tenía problemas para concentrarse y la pasó bastante mal académicamente a tal grado que en un momento dado llegó a pensar que no era capaz como el resto de los niños o niñas y eso afecto su auto estima.

Cuando creció y fue a la secundaria los síntomas seguían hasta que se graduó del Colegio. Muchas veces le costaba salir de la cama para realizar sus actividades normales y tenía ataques de ansiedad que la obligaban a aislarse a tal punto que no quería salir de su casa.

Placencia recuerda que por 6 meses no salió de su casa porque el solo pesarlo la ponía nerviosa y le daban nauseas, así que incluso dejo de contestar los mensaje de texto a sus familiares.

“Sentí que no tenía un propósito mi vida, entonces una persona muy cercana me convenció de buscar ayuda profesional. Lo hice, y luego de 18 años fui a un siquiatra- terapeuta y estoy en medicación”.

Estoy en terapia, con estrategia para lidiar con la situación para remplazar las cosas negativas”, dijo Plascencia, quien ahora es miembro de NAMI, organización que dice tuvo un papel fundamental en su recuperación al ser su red de apoyo y ser como su familia.

“Me dieron información y recursos que necesitaba con cursos en grupos que están pasando por situaciones similares”.

Ahora una de sus cosas favoritas es compartir su historia con estudiantes de la secundaria.

“En la post pandemia recibimos mucho más preguntas de cómo pedir ayuda o si su madre o padre no les creen, sobre depresión o ansiedad, cómo ayudar a los amigos y qué pasa si los amigos no quieren recibir ayuda”.

“Observando. Nuestra juventud necesita mucha ayuda, definitivamente”, afirmó, al comentar que el contar las historias y compartirlas es lo que más fortaleza les dan a las personas que están pasando por problemas mentales.

Asimismo, dijo que después de la pandemia, ella siente que están obteniendo ayuda y se les está tomando más en cuenta. “Las cosas se están mejorando creo yo”, opinó.

Y reafirmó que “hay mucho trabajo por hacer. Muchas persona piden ayuda, pero hay mucha personas que necesitan buscar ayuda.

¿Pero qué hubiera pasado si hubiera recibido ayuda más temprano? La joven respondió que sus padres no sabían qué era la salud mental y para ellos era simplemente una niña que quería ser perfeccionista.

“Creo que la educación hubiera hecho la gran diferencia”, consideró, al decir que fue su madre quien empezó a preocuparse por su comportamiento y luego cuando la diagnosticaron con depresión y ansiedad crónica.

Aunque dijo que todavía su padre está entendiendo y aceptando que su hija tienen un trastorno de salud mental y que por eso tiene que tomar medicamentos.

Joshua Ho, de la junta de comisionados del condado de Miami Dale, es padre de un estudiante que en la secundaria empezó con problemas de salud mental con manifestaciones en dolores de estómago y cabeza.

“Trate de entender qué pasaba. Sabía que era un poco controversial, era buen estudiante, sacando buenas notas. No entendía por qué estaba pasando esto. Se la pasaba muy molesto y airado, pensaba que había hecho algo mal y que era mi culpa.

Uno quiere ser un ejemplo para sus hijos o hijas, había mucha frustración y estaba molesto, así que fui hablar con un pastor, pero no ayudó, luego hable con un amigo de medicina oriental y luego a través de mi seguro encontré un consejero que habló con él para que hubiera más apertura y él está tratando de entender qué le pasaba y eso me hizo entender mejor las cosas.

Se necesito usar medicamentos, al mismo tiempo empecé a mantener una conversación más clara y tranquila con él. Ahora tiene 20 años y siempre le pregunto cómo está su salud mental”.

El padre le ha dicho a su hijo que pase lo que pase estará para él. El joven tiene suerte de que su padre sea un asiático con paciencia, manifiesta Ho quien dice que no quiere que su hijo o cualquier otro sea solo una estadística y que se tiene que hacer todo para ayudarlos.

Para Rachel lo más importante es que todos sepan que el trastorno de salud mental es más común que otros trastornos.

La experta también tuvo un hijo con problemas de esquizofrenia y paranoia severa que lo obligó a ser hospitalizado por 4 semanas y logró recuperarse.

“Hay que deshacernos del silencio. La gente debe saber que tiene que tener un tratamiento y que debe ser tratado a tiempo, y que hay recursos para guiarlos para su proceso de recuperación”, afirmó.

Beth Jarosz, directora de programas de estado de la organización de datos KidsData, Eddy Molin, enfermero en psiquiatría en Miami, Florida, Estephania Plascencia, dio su propio testimonio como afectada en su salud mental, Joshua Ho, de la junta de comisionados del condado de Miami Dale y padre con un hijo que padeció de salud mental y Susan Rachel, presidenta la junta directiva de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI por sus siglas en inglés) de Miami Dale (De izq a der y arriba hacia abajo).

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