Por: Doreen Colondres
El farro es considerado un cereal ancestral. Es versátil, tiene buen sabor, textura y es una buena fuente de proteínas, fibra y hierro. Es fácil de preparar, y el complemento perfecto para una ensalada refrescante en cualquier momento, pero en especial durante el verano.
En el supermercado consigues el farro en la sección del arroz, donde se concentren los productos italianos. También puedes reemplazar el farro con quinua, cuscús perlado o pasta corta. El maíz fresco se puede agregar crudo, o lo puedes cocinar a la parrilla, comal o hervir por 10 minutos.
Lo que necesitas:
- 2 latas de 5 oz (285 g) Tuna en aceite de oliva (escurrido)
- 1 taza de farro
- 1/4 taza de aceite de oliva
- 1 diente de ajo
- 1/2 de cebolla blanca
- 2 mazorcas de maíz frescas, desgranadas (mejor si es maíz amarillo)
- 3 tazas de agua
- Jugo y ralladura de 1 limón
- 1 pepino, sin pelar, sin semillas y en cubos
- 5 oz (142 g) de tomates cherry (unos 20) y mejor si son orgánicos o heirloom
- Albahaca fresca (unas 10 a 15 hojas), enteras
- Sal y pimienta, a gusto
Lo que tienes que hacer:
Limpia el farro con agua del grifo. En una olla mediana a fuego alto, agrega las 3 tazas de agua y el farro, y calienta hasta que hierva. Luego, reduce el fuego a mínimo, agrega sal a gusto, cubre y cocina por 12 a 15 minutos. Una vez cocido, escurre el farro y reserva al lado. En un sartén a fuego medio-alto, agrega el aceite y el ajo y saltea durante 1 minuto. Luego agrega la cebolla y cocina hasta que esté transparente.
Combina con el farro y el resto de los ingredientes. Agrega el atún y condimenta a gusto. Refrigera o sirve de inmediato.
*Doreen Colondres es una Chef Latina, autora del Best Seller: “La Cocina No Muerde”, y fundadora de Vitis House en North Carolina.