*Muchos son excluidos del mercado laboral por no tener estatus regular
Los gobiernos de América Latina y el Caribe han tomado la decisión de regularizar a una parte considerable de los aproximadamente 6,5 millones de venezolanos que residen en sus respectivos territorios, motivados por diversas razones de índole económica, social y de seguridad. Estos programas de registro y regularización han posibilitado que los migrantes y refugiados venezolanos tengan acceso a servicios básicos y oportunidades en el mercado laboral formal, así como han contribuido a impulsar su integración a largo plazo y su inclusión socioeconómica. No obstante, a pesar de estos esfuerzos, todavía existen numerosos venezolanos que carecen de un estatus regular, lo que los expone a menudo a condiciones de vida precarias y los excluye de los servicios y el mercado laboral formal.
Dado que muchos venezolanos han expresado su deseo de establecerse permanentemente en sus nuevos lugares de residencia, se hace cada vez más evidente que los gobiernos deben realizar una evaluación crítica de sus instituciones y políticas con el fin de fomentar una integración efectiva. Un primer paso crucial consiste en comprender cómo los mecanismos de registro y regularización han influido en la integración económica de los venezolanos hasta la fecha, lo cual representa un desafío considerable debido a la amplia gama de factores que inciden en la integración, así como a las disparidades en los datos dentro de la región.
Un nuevo estudio realizado por el Migration Policy Institute (MPI) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) busca proporcionar una evaluación sobre los efectos de las políticas de regularización en los resultados de la integración laboral. Entre otros hallazgos, se concluye que los beneficios económicos asociados a la regularización suelen ser más significativos en los países receptores donde las políticas migratorias y laborales se aplican rigurosamente en la práctica. Asimismo, se señala que la naturaleza a corto plazo de muchos de estos mecanismos de regularización posiblemente ha limitado sus efectos en el mercado laboral, ya que tanto los empleadores como los migrantes carecen de incentivos para formalizar la relación laboral, dado que los migrantes pueden regresar rápidamente a un estatus migratorio irregular.
A través de entrevistas y grupos de discusión con expertos en políticas y asuntos regionales, migrantes, organizaciones enfocadas en la integración y actores del sector privado, este estudio explora los efectos de otorgar un estatus migratorio regular a corto plazo en comparación con uno a largo plazo. Se analizan variables como las tasas de informalidad en el mercado laboral y el cumplimiento de las leyes laborales, así como el valioso capital humano que los venezolanos han aportado a muchos países receptores.
El informe se divide en dos: por un lado analiza el caso de Colombia, que ha acogido la mayor cantidad de venezolanos desplazados y ha implementado el programa de regularización más extenso de la región. Colombia ha otorgado un estatus de 10 años a 2.4 millones de los 2.9 millones de venezolanos estimados en el país. Luego contrarresta, legitima o rechaza algunos de los hallazgos, por medio del análisis de una docena de los demás países que forman parte del Proceso de Quito, una iniciativa que prioriza la integración socioeconómica de los venezolanos. Los países del Proceso de Quito se encuentran reunidos en Santiago en un taller para discutir temas relacionados con la regularización e integración a largo plazo.
El análisis exhaustivo llevado a cabo por los investigadores sugiere que varios factores han sido determinantes en la configuración de las oportunidades laborales de los migrantes en el mercado laboral. En particular, el estudio busca ofrecer una evaluación preliminar de los efectos de las políticas de regularización en los resultados de la integración laboral. Entre sus conclusiones destacan que los beneficios económicos vinculados a la regularización tienden a ser más significativos en los países receptores donde las regulaciones migratorias y laborales se aplican efectivamente. Asimismo, se constata que la naturaleza a corto plazo de muchos mecanismos de regularización probablemente ha limitado su impacto en el mercado laboral, dado que tanto empleadores como migrantes carecen de incentivos para formalizar la relación laboral, ya que los migrantes pueden regresar rápidamente a un estatus migratorio irregular.
El mapeo comprensivo realizado por los analistas sugiere que varios factores han sido decisivos a la hora de determinar cómo los mecanismos de regularización están moldeando las oportunidades de los migrantes en el mercado laboral, entre ellos:
- Estatus regular temporal vs. permanente. Los programas de regularización más comprensivos han brindado a los venezolanos una vía hacia la residencia permanente, junto con el permiso para trabajar y el acceso a los servicios públicos. En contraste, los programas de regularización temporal implican un mayor nivel de incertidumbre tanto para los trabajadores venezolanos como para los empleadores, quienes pueden mostrar precaución al contratar a personas que podrían no quedarse en el país de manera permanente o no tener una autorización de empleo a largo plazo.
- Niveles relativamente altos de capital humano de los venezolanos. Los venezolanos, especialmente los que llegaron en periodos anteriores, tienden a tener altos niveles de educación. Sus habilidades representan un importante activo de capital humano que podría contribuir a los objetivos económicos y de desarrollo del país receptor en el caso de poder acceder a puestos de trabajo en sus campos laborales y a oportunidades de desarrollo profesional. Hasta la fecha, los salarios de los emigrantes suelen ser inferiores a los de la población nativa. Sin embargo, tras la regularización, hay evidencia de una mayor diferenciación entre los trabajadores venezolanos, con una fuerte correlación entre las características del capital humano y el nivel de ingresos.
- La existencia y aplicación de la normativa laboral. En ciertos casos, la complejidad de la legislación laboral, que incrementa los costos asociados a la contratación formal de empleados, puede desincentivar tanto a los empleadores como a los inmigrantes, incluso si estos últimos se encuentran en una situación regular, a formalizar acuerdos de empleo. La manera en que se aplican, o no se aplican, las regulaciones laborales y las restricciones sobre la contratación de inmigrantes en situación irregular también desempeña un papel determinante en si la regularización conduce al empleo formal y si los inmigrantes cumplen con las obligaciones relacionadas, como el pago de impuestos y la contribución a los sistemas de seguridad social.
El informe ofrece recomendaciones que podrían ayudar a los gobiernos a seguir adelante con sus compromisos para maximizar las contribuciones económicas de la población venezolana y reducir su vulnerabilidad socioeconómica, entre ellas:
- Reforzar los vínculos entre regularización y empleo. La mayoría de los programas de regularización proporcionan un estatus explícitamente temporal, con una duración de uno o dos años. La implementación de permisos de mayor duración, que permitan a los inmigrantes trabajar (cuando aplique), y la creación de una vía hacia la residencia permanente podrían establecer los cimientos para una estrategia a largo plazo que se centre en cómo la regularización puede respaldar tanto la integración de los inmigrantes como los objetivos de desarrollo del país receptor.
- Incrementar el diálogo entre el gobierno y el sector privado. Los agentes del sector privado desempeñan un papel importante en la integración de los inmigrantes en el mercado laboral, pero su participación en las conversaciones sobre políticas de integración suele ser limitada. Los gobiernos podrían tratar de involucrarlos más plenamente, así como aumentar la concienciación sobre las normas relativas a la contratación de migrantes y los derechos de los trabajadores.
- Apoyar la movilidad económica de los venezolanos. A pesar de los niveles relativamente altos de capital humano, muchos venezolanos no han podido aplicar sus conocimientos. Las oportunidades para agilizar los sistemas de reconocimiento de las credenciales obtenidas en el extranjero o para actualizar o desarrollar las habilidades podrían ayudar a más recién llegados a encontrar trabajo en sus campos y, potencialmente, ayudar a cerrar la brecha de ingresos entre nativos e extranjeros.
“A medida que los países de América Latina y el Caribe se distancien de las respuestas de emergencia a corto plazo y miren hacia la integración a largo plazo, existen oportunidades reales para vincular los mecanismos de regularización con los esfuerzos para satisfacer las demandas laborales”, escriben los analistas Diego Chaves-González y Natalia Delgado. “Estas herramientas políticas pueden ayudar a los países a diseñar programas de regularización que reflejen la evolución de las tendencias migratorias, conectarlas con beneficios económicos tangibles para los migrantes y las comunidades en las que viven y apoyar estrategias más amplias para abordar los complejos retos del desarrollo en la región”.
Lea el informe, Un camino sinuoso hacia la integración: Regularización de migrantes venezolanos y perspectivas del mercado laboral, aquí: www.migrationpolicy.org/research/regularizacion-venezolanos-mercado-laboral.
Para más información sobre la Iniciativa de América Latina y el Caribe del MPI, visite: www.migrationpolicy.org/programs/iniciativa-america-latina-caribe.