- Estudio revela que un 17% de las personas que han huido de sus hogares y quedado en la calle es debido a la violencia doméstica.
- Un váucher la sacó de vivir en las calles.
Los Ángeles, Cal.- Un nuevo estudio de la iniciativa Benioff de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) sobre vivienda y personas sin hogar publicado el mes pasado concluyó que al menos un 17% de las personas que están en la calle abandonaron su hogar a causa de la violencia de su pareja.
El estudio de Benioff, el más amplio desde los años 90’s, aborda cómo la violencia doméstica hace que las personas se queden sin hogar.
Y se hizo con 365 entrevistas profundas enfocadas en el tema e incluye 3 mil 200 cuestionarios, dijo la doctora Anita Hargrave asistenta de profesor adjunta de la UCSF e investigadora principal del informe: “Toward Safety: Understanding Intimate Partner Violence and Homelessness“.
Durante una video conferencia organizada por Ethnic Media Services el pasado 16 de febrero, la investigadora dijo que las personas sufren de violencia en casa por un agresor que puede ser un cónyuge o persona con el que salía.
Detalló que “el 40% de los participantes que declararon haber sufrido violencia por parte de su pareja en los 6 meses anteriores a quedarse sin hogar, indicaron que la violencia fue una de las razones por las que abandonaron su última vivienda”. Un 20 % de los participantes dijo que la violencia fue la razón principal.
“Los supervivientes tenían ingresos extremadamente bajos antes de quedarse sin hogar e informaron de que los ingresos mensuales de su hogar eran 600 dólares inferiores al alquiler medio de una habitación en el estado”, abundó.
Hargrave dijo que eso demuestra que la violencia de pareja puede precipitar la pérdida de la vivienda para muchas personas y es especialmente peligrosa para las que se encuentran en los márgenes económicos.
Para muchos de los participantes una ayuda económica relativamente modesta podría haberles ayudado a evitar quedarse sin hogar, señala las conclusiones del informe que indica que un 83% de ellos cree que un pago único habría logrado que ellos se quedaran en un hogar.
Asimismo indica que un 92% de los participantes señala que un bono de vivienda les habría mantenido alojados durante al menos dos años.
“Los participantes informaron de que habían abandonado sus hogares como estrategia de supervivencia, incluso cuando tenían subsidios de alquiler. Esto indica que la necesidad de garantizar la seguridad”, comentó.
El 42% de los participantes que sufrieron violencia de pareja antes de quedarse sin hogar, también la sufrieron durante el sinhogarismo y sentían que el hecho de no tener hogar les hacía vulnerables a una mayor violencia por parte de su pareja.
Un gran porcentaje, 95% de los sobrevivientes declararon que el alto costo de la vida era un obstáculo para salir de la situación de sin hogar.
La experta reconoció que primero es darles vivienda asequible y seguridad a los sobrevivientes para después seguir con su sanación, porque se requiere mayor estabilidad y recuperación, así como mayor acceso a refugios para víctimas de violencia doméstica no segregados e informados sobre el trauma.
En California hace falta un millón de vivienda asequible para la gente de bajos recursos y muchos sobrevivientes están tomando la decisión de quedarse en una relación abusiva por falta de vivienda.
“Tenemos que prevenir y financiar programas. Tenemos que apoyar a los sobrevivientes dándoles programas asequibles y de vivienda”, dijo al comentar que se tiene que permitir una salida rápida de la situación de maltrato.
Respecto a los refugios comentó que muchos requerían entrar a los refugios pero que no hay la capacidad para cumplir con la demanda. Solo un 5% de los participantes en el estudio reportaron pasar sus noches en un refugio.
Hargrave explicó que los refugios están enfrentando limitaciones tanto de recursos como en sus centros.
Reconoció que son parte de la solución pero que son limitados para enfrentar el gran problema que afecta a personas de color como a los afroamericanos y nativos.
La experta también dijo que cada estado y cada condado manejan diferentes programas de distribución de los recursos y qué tipos de recursos los sobrevivientes pueden obtener como por ejemplo los váuchers de vivienda que en algunos casos pueden pagar el 30% de los ingresos de las personas para que sostengan su vivienda.
No obstante para las personas es extremadamente difícil acceder a los váuchers de vivienda y los que los tenían sentían miedo de perderlos, indicó.
NY enfrentando aumento de violencia doméstica y por ende personas sin hogar
Nueva York ha experimentado durante los últimos tres años un aumento dramático de violencia doméstica con un incremento de personas sin hogar.
Cada noche, dijo Jennifer White-Reid del Instituto de Recursos Humanos de Nueva York, acogen a 3 mil personas y anualmente a 40 mil personas que enfrentan desalojo. Ellos operan 23 refugios, 15 de ellos exclusivos para sobrevivientes de violencia doméstica.
La experta señala que la violencia doméstica es una causa principal de que las personas se queden sin hogar en el país y en Nueva York también.
Comentó que aproximadamente el 40% de las mujeres y niños del sistema de albergues familiares para personas sin hogar de Nueva York están allí a causa de la violencia doméstica y que datos recientes del Comité de Revisión de Víctimas Mortales de Violencia Doméstica de la ciudad de Nueva York subrayan la urgencia de su misión.
“Entre 2021 y 2022, los homicidios de parejas íntimas aumentaron un 29% en toda la ciudad”, declaró tras decir que los aumentos fueron más altos en lugares como Brooklyn con un aumento del 225% en tanto para el Bronx el aumento fue de 57% en el mismo periodo.
Reid dijo que a pesar de esfuerzos de reducción de otras formas de homicidio los de la violencia doméstica persisten e impactando de gran manera a las mujeres negras e hispanas de comunidades marginadas.
Para la experta también la falta de vivienda y la violencia doméstica están vinculadas y se requiere se centren en equidad y en escuchar las voces de los sobrevivientes.
Reid comentó que un 98% de las personas víctimas de violencia doméstica experimentan también abuso económico la cual es una forma cohesiva-una forma de dependencia- hacia su abusador.
Otra cosa que mencionó es que el 50% de los sobrevivientes no se irían sin sus macotas de los hogares abusivos y de la importancia que éstos son para su sanación, por eso dijo que hay un programa que les permite llevar a sus mascotas e invertir en su educación.
“Una sobreviviente, Hope Dawson, encontró refugio con su mascota coco y ella uso su propia experiencia para poder publicar poemas y un libro, y empoderar a sus audiencias”.
Muchas veces cuando se habla de violencia doméstica no se reconoce que se está en una relación abusiva sino se está en el hospital pero puede ser desde un comportamiento controlador con las finanzas, explicó Reid.
Un váucher la saca de vivir en la calle
Desiree Martínez es una sobreviviente de violencia doméstica que no tuvo hogar durante 5 años y estuvo viviendo en su carro, refugios (shelters) y en la calle.
“Yo sufrí violencia doméstica y abuso mental y no tenía seguro médico, busque un médico local que me prometió cosas que no recibí”, dijo Martínez quien decidió quedarse sin hogar antes de seguir siendo abusada.
La sobreviviente dijo que en la calle hay muchos peligros, “hay mucho tráfico sexual y de drogas, pero que el abuso es lo que causa esos problemas”, lamentó.
“Uno tienen miedo y tiene que estar despierto toda la noche, tienes frio y usas drogas para no sentirlo”, narró al contar que por el miedo buscan grandes campamentos en donde están los sin hogar porque lo peor es dormir solo.
Explicó que mucha gente regresa con sus abusadores porque hay frio y hambre. “Tú quieres vivir y tienes que regresar y eso es mucho trauma”.
Martínez explicó que ella en la calle le enseñaron a sobrevivir y que incluso ella comió del mismo plato con personas racistas, tomando de la misma taza y sentados en el mismo cartón. “Esas son personas que el mundo se ha olvidado de ellos”, lamentó.
La sobreviviente dijo que muchas personas abusadas no quieren ir a refugios para no sufrir mas trauma y que muchos de ellos también no tienen espacio, además que los tratan como un número de archivar.
A Martínez el recibir un váucher (vale) la sacó de las calles, pero dice que si hubiera recibido vales de emergencia hubiera prevenido que ella pasara por más trauma.
“Si hubiera tenido 5 mil dólares para pagar el costo de la mudanza y los esenciales básicos de vivienda para el pago del primer y último mes de renta” eso la hubiera ayudado detalló.
Dijo que las víctimas de violencia doméstica necesitan 6 meses para poder recuperarse y luego tener un trabajo.
Lo que ha aprendido Martínez es que es más fuerte de lo que pensó, que hay muchos recursos, que puede sanar, que no está sola, y que puede alzar su voz.
“Hablar de mi historia me ha ayudado a sobrepasar la tormenta y decir mi historia en voz alta me ha fortalecido.
La gente sin hogar se siente invisible. Es importante que alce su voz, somos gente buena, solo necesitamos un hogar”, afirmó Martínez quien es directora ejecutiva de We Are Not Invisible, ha creado una plataforma de redes sociales para apoyar a la gente sin hogar y es defensora de la vivienda universal y los derechos civiles.
Para leer el estudio completo aqui.
Dr. Anita Hargrave, asistenta de profesor adjunta de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) e investigadora principal del informe: “Toward Safety: Understanding Intimate Partner Violence and Homelessness”, Jennifer White-Reid, del Instituto de Recursos Humanos de Nueva York y Desiree Martínez, sobreviviente de violencia doméstica y directora ejecutiva de We Are Not Invisible (de izq a der.).