* Casi el 90% de los legisladores estatales y más de la mitad de los cargos locales han sufrido algún tipo de abuso que van desde amenazas hasta acoso e insultos.
Los Ángeles, Cal.- Más del 40% de los legisladores estatales han sufrido amenazas o agresiones en los últimos años y casi un 20% de los cargos locales han sido objeto de acoso e insultos, dijo Maya Kornberg investigadora del Programa de Elecciones y Gobierno del Centro Brena para la Justicia.
Dicha institución realizó una encuesta nacional a mas de 3 mil cargos locales de todo el país, con más de 350 legisladores estatales a los que les hicieron varias entrevistas sobre sus experiencias con abusos y cómo repercutía en su capacidad para hacer su trabajo y en sus ambiciones políticas.
Descubrieron que el abuso es generalizado. “Casi el 90% de los legisladores estatales y más de la mitad de los cargos locales han sufrido algún tipo de abuso.
Y también descubrimos que esto afecta de forma desproporcionada a las comunidades marginadas. Así, aunque los cargos públicos locales y estatales de todas las razas e identidades de género sufrían estos abusos, las mujeres y las personas de color eran las más afectadas”, comentó Kornberg.
La experta dijo durante la videoconferencia organizada por Ethnic Media Services el pasado 8 de marzo que los titulares de los cargos locales están experimentando más abuso y de diferentes tipos.
En comparación con los hombres y las personas blancas, las mujeres y personas de color eran mas propensos a decirnos que eran objeto de lenguaje abusivo sobre sus hijos y sus familias, sobre su aspecto, raza o sexo o ambas cosas, comentó.
Y reveló que las mujeres que trabajaban en las asambleas legislativas estatales tenían casi 4 veces más probabilidades que los hombres de sufrir abusos de naturaleza sexual.
“En general, lo que escuchamos en las entrevistas y en las encuestas de muchas de las personas con las que hablamos es que el abuso dirigido a las comunidades marginadas, incluidas las mujeres, las personas de color, las minorías religiosas y las personas LGBTQ, a menudo se transmitía de forma particularmente misógina, racista, antisemita, islamofobia u homofobia, y se dirigía especialmente a este elemento de su identidad.
Y esto es claramente un problema en sí mismo para la seguridad de nuestros funcionarios, pero también es una amenaza para nuestra democracia.
Así que descubrimos que una masa crítica de titulares de cargos locales y legisladores estatales están menos dispuestos a asumir cuestiones polémicas para legislar sobre cuestiones polémicas por miedo a los abusos”.
Kornberg habló de la historia de una legisladora estatal a la que entrevistó y le dijo que se apartó de la dirección de proyectos de ley sobre regulación de armas mientras sus hijos eran pequeños porque se enfrentaba a amenazas frecuentes y concretas.
“La regulación de armas fue uno de esos temas polémicos que escuchamos a la gente dar un paso atrás, al igual que también los derechos reproductivos y otras cuestiones”, comentó al indicar que la violencia también está afectando a la forma en que los funcionarios electos se relacionan con sus electores.
Detallando que descubrieron que alrededor de 40% de los cargos locales y el 20% de los cargos estatales dijeron que la violencia afectaba sus relaciones con su electorado en público o en línea y que les afectaba en su forma de hacer sus trabajo, disminuyendo su deseo de presentarse a la reelección.
Los impactos afectaron más a las mujeres tanto a nivel local como estatal, mencionó tras indicar que el aproximadamente a la mitad de las que ocupan cargos locales se sienten disuadidas a presentarse a la reelección.
Kornberg señaló que como forma de protección las mujeres eligen no ir a eventos locales, no quieren ser elegidas o volver a postularse, al igual que cuando hacen recorridos evitan manejar solas o cambian los viajes, y hacen distintas acciones para sentirse sanas y salvas.
El estudio del Centro Brena para la Justicia se llevó a cabo el año pasado en el contexto de la violencia en la democracia y en el que se indica que uno de cada tres oficiales electos está siendo amenazado y en el que el 80% de las mujeres electas que ganan los puestos trabajan en nombre de sus comunidades.
La experta dijo que oficiales están dando pasos atrás en reformas debido a su seguridad. “Un 8% de los legisladores de estado han sido intimidados por un arma y eso les da mucho miedo”.
En Estados Unidos hay un arma por cada mujer, hombre y perros. Hay más pistolas que personas en el país. Hay mas vendedores de armas que McDonald’s y comparado con otros países industrializados hay 20 veces mas violencia de armas dijo Shikha Hamilton, Vicepresidenta de la Organización de Brandy.
Algunos de los oficiales elegidos tienen buena relación con la policía y otros sentían que no estaban siendo apoyados por ella, y no se sentían seguros al llamar a las fuerzas del orden, por eso dijo Kornberg que es importante que los estados monitoreen los datos de abuso.
E indicó que hay un lenguaje de abuso más toxico para las mujeres que para los hombres respecto a comentarios de edad, apariencia, familiar y vida romántica. Además las personas de color experimentan comentarios hostiles sobre raza, etnicidad, apariencia y familiares. “Hacen blanco en su identidad y hay historias de legisladores que han sido atacados con insultos homofóbicos, anti raciales y difamaciones”, apuntó.
El informe hace recomendaciones para terminar los abusos, entre ellos que los estados permitan gastos en seguridad, que los oficiales electos reciban capacitación y que los estados regulen el llevar armas cuando interactúen con el público y hablar contra los abusos.
La lucha contra las armas
Hamilton dijo que en el 2000 las mujeres organizaron en el National Mall la marcha de un millón, la mas grande llevada a cabo en Estados Unidos, para terminar con la violencia de armas. “Las mujeres, en particular las madres, estaban detrás de esto” y gracias a su apoyo en las urnas varios incondicionales de la Asociación Nacional del Rifle (NRA fueron expulsados del Congreso en las elecciones del 2000 y dos estados aprobaron referéndum para acabar con lagunas legales en las ferias de armas.
“El presidente Bill Clinton elogió al millón en marcha por poner en marcha leyes de armas más estrictas en estados de todo el país y por hacer saber al lobby de las armas que no es rival para las madres de Estados Unidos.
Así que forjamos una llamada a la acción que no ha cesado y seguimos marchando hoy”, dijo la activista quien comentó que las mujeres han hecho de la violencia armada una de las principales prioridades de la administración Biden.
“Nuestra organización y nuestros llamamientos al cambio condujeron a la aprobación de la Ley bipartidista de Comunidades más Seguras y a la creación de la primera oficina de prevención de la violencia armada en la Casa Blanca”, comentó.
Los derechos reproductivos
Mónica Simpson, Directora Ejecutiva de la organización Sister Song, hablo de los derechos reproductivos de las mujeres habló del movimiento por la justicia reproductiva indicando que el movimiento empezó con mujeres negras para que tuvieran acceso a salud.
Pero que con leyes en contra de Roe vs wade, aprobada en el 1973, y revocada el 24 de junio del 2022 por la Corte Suprema, hay un impacto en la salud materna y ahora uno de cada 5 pacientes en lugares como Misisipi están viajando fuera de ese estado para buscar servicios de aborto.
“Ahora hay un gran temor de criminalización. Estamos luchando contra el acceso restringido especialmente en el Sur; somos la región que no ha expandido Medicare y en el que el acceso a la salud y otras barreras son formas de opresión”, afirmó.
Dijo que se están viendo desiertos de anticonceptivos y no tienen Medicare, que es lo que usan para sus cuidados médicos que están en riesgo.
Lamentó que la vida para las mujeres negras se haga mas difícil por la lucha contra la supremacía blanca y el racismo estructural del sistema sanitario. “Las estadísticas dicen que las mujeres negras mueren de 3 a 5 veces mas que las blancas en el parto”.
Simpson dijo que los problemas reproductivos está en la boleta y que ahora el presidente no puede decir ‘aborto’, y que ahora tienen que hacer muchas cosas para reducir el estigma para que el aborto no sea separado como cuidado médico reproductivo que incluye: aborto, menopausia, educación sexual y embarazo cuando se habla de sexo.
Los derechos de las trabajadoras
Ai-Jen Poo, Presidenta de la Alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas habló que en Estados Unidos cada día nacen aproximadamente 10 mil niños y hay 10 mil personas que cumplen 65 años y que no se tienen un programa nacional que ayude a pagar la guardería ni un programa federal de bajas médicas y familiares remuneradas, ni tampoco una prestación de cuidados a largo plazo.
“Lo que tenemos es 53 millones de cuidadores desbordados y en su mayoría mujeres. Y más de 7 millones de cuidadores mal pagados con una abrumadora mayoría siendo mujeres. Cerca del 90% y la mayoría de color”.
Citando a la científica social llamada Jessica Colarko dijo que otros países tienen redes de seguridad, pero los EE.UU. tienen mujeres.
“Hemos confiado demasiado en las mujeres de nuestras familias y en la economía del cuidado para que cuiden de nuestras familias por sí solas, sin apoyo, sin protección y sin un salario adecuado, en un momento en el que simplemente no podemos mantenernos de esa manera”, argumentó.
Dijo que el salario anual de un cuidador de domicilio en este país es de 23 mil dls, que son salarios de miseria, que no tienen prestaciones ni seguro médico, ni tiempo libre remunerado ni protecciones adecuadas.
“Por eso es tan urgente e importante que aumentemos los salarios de los cuidadores y que ampliemos el acceso a los servicios de guardería, a las bajas médicas familiares remuneradas y a la atención a las personas mayores y discapacitadas, especialmente en el hogar y en la comunidad para todos”, mencionó.
Indicó que durante la pandemia se puso en relieve las condiciones de los trabajadores esenciales.
“En los EE.UU. tenemos una epidemia de salarios de bajos costos y esto ha existido durante mucho tiempo”, afirmó al hablar que ahora mujeres de Service Employees Internacional Union (SEIU) son voluntarias para inscribir a votantes para que sus voces sean escuchadas y que se mejoren las condiciones de las mujeres que trabajan.
La tasa de fuerza laboral de mujeres en EE.UU para el 2023 fue del 46,5%, de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo.
Maya Kornberg investigadora del Programa de Elecciones y Gobierno del Centro Brena para la Justicia, Shikha Hamilton, Vicepresidenta de la Organización de Brandy, Mónica Simpson, Directora Ejecutiva de la organización Sister Song y Ai-Jen Poo, Presidenta de la Alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas.
