Los Ángeles, Cal.- Expertos aseguraron que no será suficiente liberar las patentes de las vacunas para que se termine con la pandemia, sino que se tiene que hacer más, incluso una movilización como la ocurrida en la Segunda Guerra Mundial, con un esfuerzo más integrado.
Para el doctor Marc Lipsitch, profesor de epidemiología y director del Centro de Dinámica de Enfermedades Transmisibles de la Escuela de Salud Pública de Harvard, no es suficiente el argumento de liberar las patentes para compartir el conocimiento de ellas, lo mismo opina la doctora Rosane Guerra, del Departamento de Patología, Centro de Ciencias Biológicas y de la Salud de la Universidad Federal de Maranhao (UFMA), Brasil.
Para Guerra es muy simple, el no estar alineado con la terminación de la pandemia.
El doctor Lipsitch habló, durante una conferencia organizada por Ethnic Media Services, el pasado viernes 14 de mayo, sobre la inmunidad colectiva mencionando que hay muchos malentendidos y conceptos erróneos.
“La inmunidad colectiva es simplemente la existencia de personas en una población que son inmunes total o parcialmente inmunes y que ralentizan la transmisión al dificultar el paso del virus de una persona a otra”, comentó.
Y dijo que la inmunidad colectiva es un hecho que está sucediendo ahora creada por infecciones y también por las vacunas.
“Ahora estamos en una fase diferente de la pandemia en los Estados Unidos”, indicó al señalar que la verdadera pregunta, que está en la mente de muchas personas, es si alcanzaremos un nivel de inmunidad colectiva en la que la transmisión se vuelva casi imposible en cualquier forma.
Su respuesta la dio el mismo indicando que eso es muy poco probable, incluso con las vacunas que se tienen, pero que lo ve posible en ciertas áreas a medida que se tenga más información sobre las vacunas.
“El punto es que el virus no puede transmitirse de forma sostenida”, comentó, al referir que la reproducción era de alrededor de dos y medio o tres antes de iniciar las órdenes de quedarse en casa.
“Algunas personas piensan que fue más alto en algunos lugares y estoy de acuerdo, creo que probablemente fueron cuatro o cinco”, explicó, al momento de señalar que se tiene que reducir la transmisión en ese mismo factor, debido a que las variantes han aumentado el contagio.
Para llegar a la reducción de la transmisión en un factor de cinco, dijo el experto que se tiene que inmunizar a cuatro quintas partes de la población.
Pero “necesitamos inmunizar al 80% de la población. Eso significa que tienen que estar completamente protegidos contra la capacidad de transmitir el virus, y con la vacuna ciertamente hemos protegido en gran medida, pero no al 100%. Son muy buenas, pero no al 100%. Y de ahí la idea de intentar vacunar e inmunizar completamente al 80% de la población”, afirmó.
Al preguntarle sobre qué puede suceder en los siguientes años, el doctor dijo que habrá una transmisión continua del virus, con una tendencia a permitirlas, de acuerdo a los anuncios previos de los CDC, pero tratando de reducirlas con la vacunación.
“Lo crítico, a mi modo de ver, es que, si no estamos derrotando totalmente el virus, en cierto sentido estamos haciendo que sea menos peligrosa la transmisión”.
Lipsitch dijo esperar que sea un verano tranquilo y luego habrá un resurgimiento en el otoño a medida que el clima empeore.
Pero con la esperanza de que se pueda mantener una cobertura de vacunación lo suficientemente alta en las personas realmente vulnerables, lo que permitiría una escala menor de daños.
“Por lo tanto, aumentar la vacunación entre los más vulnerables para mí es realmente la máxima prioridad”.
Y aún cuando consideró que se está tratando de vacunar a todas las personas, no recomienda que la gente renuncie a la vacunación de sus hijos, cuando puedan recibirlas.
El experto opinó también que se deben compartir vacunas con el exterior, incluso antes de vacunar a la población de menor riesgo, como por ejemplo con las personas de riesgo del Sur de Asia.
Las variantes
El epidemiólogo, dijo que hay preocupación por las variantes que escapan a la inmunidad, pero que aunque en Estados Unidos se tienen casi todas las variantes del mundo, en algún lugar, aún no se han convertido en un problema.
Pero para la doctora Guerra, lo peligroso son las variantes, una de Brasil, junto con la de Sur África y otras tres que no han sido identificadas.
“Por eso tenemos que investigar lo peligroso y si se pueden controlar”, comentó, al hablar sobre la situación pandémica en Brasil.
Según la galena, el riesgo sigue siendo una vacunación lenta, aunado a los problemas políticos porque el presidente Bolsonaro no cree que la situación es severa y cada día le dice a la gente que salga más, que no use mascarilla, y que use medicamentos que no funcionan para la gente, lo que es un problema para el incremento de muertes, considera Guerra.
La P1 es más vascular que otras variantes, dijo al referirse a que esa variante ha ocasionado más casos en Brasil y está presente en varias partes de Sudamérica y en Canadá.
“Ahora están cerradas sus fronteras para los habitantes de Brasil, no es posible tener una burbuja en un país, porque no pueden moverse, es imposible, porque la gente viaja de un lado a otro. Entonces tenemos que cerrar nuestras fronteras, eso no es razonable”, indicó.
Y aunque dijo que en Brasil poco ha poco han bajado los casos, estos número siguen siendo altos. “En Argentina y Paraguay está controlando la enfermedad, yo pienso que hay implicaciones de genética”, opinó.
Guerra dijo que igual que en el país, en Manaos el problema es político, cuando en el sistema de salud hay un general a su cargo. “El no tiene conocimiento de la situación y la P1 está demasiado esparcida porque la gente viene de otros lados”, estimó.
“La P1 viene con ellos y no tenemos manera de lidiar con esto”. Tenemos un buen sistema de salud, pero el gobierno tomó las decisiones que hizo que no funcionaran.
De acuerdo a la doctora el porcentaje de población vacunada en Brasil es del 17%.
Para el doctor Ben Neuman, jefe Virólogo del Complejo de Investigación en Salud Global de la Universidad Texas A&M, no será hasta 2023 que mucha de la gente aún no tenga la vacuna porque no existe y no se trata de que haya un plan de líderes de naciones para vacunar a todos.
Sabemos que la inmunidad es la que va a ganar, dijo el experto al momento de indicar que la única manera de lidiar con esto es una solución global: “vacunar dentro de cierta cantidad de tiempo, seis meses, quizá un año, pero eso es el desafío”, opinó.
Explicó que se tienen buenas vacunas, pero que no se podrá lidiar con la pandemia con pequeños grupos o grupos vulnerables o con medidas parciales como se han estado haciendo hasta el momento.
Mientras esto pasa, dijo que han visto que el virus cambió de manera inesperada, y hay cierta reticencia a ponerse la vacuna.
El experto dijo que han empezado un estudio la semana pasada y que demuestra que hay más infección, lo cual hace que haya más virus, lo cual es desafortunado.
Sobre el uso de la mascarilla, el doctor dijo tajante, “Yo diría, ponte la vacuna y sigue usando la mascarilla”.
La iniciativa Covax
La iniciativa Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como propósito llevar vacunas a los países de bajos ingresos para que llegue al 20% de la población mundial para este año.
Peter Maybarduk, director del grupo de acceso de los ciudadanos públicos a los medicamentos, dijo que la manera de adquirir las vacunas es de dos maneras, si eres un país rico comprarlas para tener un portafolio por cuenta propia y otra por Covax que ayuda a 92 países de bajos ingresos.
Covax ha autorizado la distribución de Pfizer, AstraZeneca, J&J, Moderna y una vacuna china.
“Pero hasta el momento por medio de Covax solamente ha podido mandar 64 millones de dosis, lo que equivaldría solamente a un cuarto de las dosis que han sido administradas en Estados Unidos.
Estas “no son suficientes, incluso para uno de los países con mayores ingresos en el mundo”, menos, agregó, podría hacerlo para 92 países.
El experto dijo que las estimaciones hablan de 10 mil millones de dosis, pero que la iniciativa Covax está atrasada por desafíos en la fabricación como lo que ocurre en la India (uno de los mayores productores de vacunas del mundo) y los controles de exportación.
Así como la baja de vacunas de J&J que ha bajado su producción luego del desastre ocurrido en Estados Unidos.
Para Maybarduk no se deben simplemente cruzar los brazos y pensar que todo va a funcionar si no que es importante incrementar la producción de dosis siendo la vacuna gratuita para la vacunación global.
“Covax necesita fondos económicos”, indicó, al señalar que más o menos en dos años va haber vacunas para todos, aún así dijo que no está claro si todos van a vacunarse, si es que alguna vez lo hacen, pero la idea de las organizaciones mundiales es crear el doble de vacunas en el mundo.
