miércoles, diciembre 18, 2024
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Una vida destrozada, el saldo de un ataque de odio

  • Teme por su vida, miembro de la comunidad LGTBQ
  • Dice desconfiar de todos

Los Ángeles, Ca.- Solo bastó un instante para que se cometiera un crímen de odio en contra de una ex-reyna oaxaqueña Muxe provocándole no sólo la pérdida de su ojo izquierdo sino que también le cambio totalmente la vida llenándola de dolor, temor, depresión y desconfianza, según reveló la víctima, a quien por razones de seguridad llamaremos Eloísa Mercado ya que comentó que está recibiendo mensajes de amenaza de muerte de nueva cuenta.

Durante la entrevista con el periódico Impulso, recordó que fue hasta los 10 años que supo con seguridad que le gustaban los niños, y agregó que a los 12 años se vino a vivir a Estados Unidos como indocumentado con la ayuda de su familia y fue entonces que decidió ser una chica transexual e irse a vivir sola, aunque siempre contó con el apoyo de sus familiares y de sus amistades.

“Fue entonces que me tocó vivir las pruebas de la vida. Tuve muchos trabajos distintos”, expresó Eloísa. “Hasta que en el 2014 cuando tenía 22 años intentaron matarme y antes en el 2013 fuí amenazada de muerte por una chica transexual con la que viví desde los doce años de edad, ella abuso de mí porque me puso a prostituirme y yo nunca recibí dinero, entonces a los 17 años decidí dejarla porque ella me golpeaba, se burlaba de mí y una vez intentó meter mi cabeza en el inodoro porque yo me le rebelé, se le iba su minita de oro, ella me amenazó y yo la dejé y regresé con mi familia”.

Exreina Muxe cuenta su historia como víctima de ataque de odio.

“Me puse a trabajar para salir adelante, fue entonces que tuve bonitas experiencias porque me escogieron para ser la Reyna de la Vela Muxe para las chicas oaxaqueñas transexuales, era la primera vez que me pasaba algo así y estaba muy feliz y orgullosa de representar a mi comunidad”, comentó. “Ya no le hablaba a la chica transexual con la que viví, pero ella cada vez que me veía me quería humillar, me seguía amenazando de muerte y cuando tenía oportunidad me golpeaba muy fuerte, es muy triste que los de tu propia comunidad LGBTQ te traten mal”.

Eloísa aseveró que fue el pasado 9 de febrero del 2014 en la noche cuando iba entrando al Club Silver Platter que se la encontró y que ella la miró con odio y durante toda la noche la estuvo provocando y la hizo sentir muy incómoda.

“Yo me disculpé con ella por insultarla anteriormente y le dije que nunca le hice nada mal como ella que me explotó”, recalcó. “Todavía confiaba en ella porque la quería por los años que vivimos juntas, pero ella siguió insultándome y la segunda vez que fuí al baño me volvió a seguir y traía una botella de cerveza Corona y se acercó a mi insultándome y acusándome de quererle quitar a su novia y yo le dije que eso no era cierto que tenía mi propia pareja”.

“Pero ella me dijo que no se te olvidé quien soy yo, tu familia se va a lamentar de verte en un ataud y rompió el frasco y me lo quería enterrar en mi cuello porque yo estaba agachada, fue en ese momento cuando volteo hacia arriba y sentí que me tocó en el ojo izquierdo, empecé a gritar mientras ella siguió golpeándome, aunque yo estaba bañada en sangre”, resaltó la joven Muxe. “Los paramédicos tardaron media hora en llegar y la policía nunca arribó al lugar, me alcanzaron cuando ya estaba en el hospital y allí me tomaron mi declaración”.

Explicó que en el nosocomio le tuvieron que realizar tres operaciones para quitarle 59 pedazos de cristales del ojo izquierdo que se lo tuvieron que quitar y ponerle un implante para poder salvarle el ojo derecho.

“Para mí fue muy difícil, muy traumatizante todo ese proceso porque mi agresora me destrozó todo el ojo, me dolía mucho y no veía nada. Tuve que ir a tratamiento con el psicólogo”, agregó Eloísa. “Mi ex-pareja huyo a México pero regresó a su casa y allí la arrestaron y fue hasta un año después que la ví en la Corte una vez que mis doctores me permitieron ir y allí la juez dijo que yo y mi familia quedábamos protegidos y a mi atacante la sentenciaron a 10 años de prisión, pero sólo cumplió cuatro años de cárcel porque en el 2018 ya estaba libre y en el 2019 me intentó matar de nuevo y no confío en la policía porque tiene familiares y conocidos allí”.

“Ninguna autoridad me aviso que la iban a liberar y aunque siempre conté con el apoyo de mi mamá y de toda mi familia, cuando me enteré que salió de la cárcel me puse gravísima de nuevo”, recalcó. “Me deprimí y tuve que tomar terapias psicológicas otra vez porque yo tenía como 22 años cuando eso sucedió, eso no es justo porque (ella) me mutiló para el resto de mi vida, acabo con todas mis ilusiones, yo quería estudiar”.

La joven Muxe recalcó que recientemente volvió a recibir amenazas contra su vida a través de mensajes de texto, por lo que no confía en nadie y vive con temor por lo que decidió vivir en hoteles cambiándose constantemente para no afectar a su familia, y aclaró que no ha buscado a un abogado de inmigración para arreglar su situación migratoria a través de la Visa U porque no tiene dinero y porque aún está tratando de que le paguen la indemnización que le otorgó el juez de su caso.

PIDE PROMOVER EDUCACIÓN Y TOLERANCIA

El director del grupo de danza folklórica Princesa Donají, Aldo Cruz, afirmó que ha sufrido incidentes de odio a través de agresiones verbales y psicológicos para los cuales ha tenido que tomar terapia durante los últimos diez años.

Xicaru Cruz/Aldo Cruz.

“Simplemente recuerdo que a nosotros nos criaron fuertes en México, esa palabra de bullying no existía para nosotros en los pueblos y en las comunidades eran muy normales los estereotipos y los sobre nombres, entonces, cuando vives en un ambiente hóstil te acostumbras y aprendes a ser fuerte para sobrevivir y que no te afecte la discriminación por el simple hecho de que te digan mariquita de forma despectiva”, comentó. “Yo siempre fuí un niño flaquito, enfermizo, pero nunca permití que me dijeran apodos, aprendí a hacerme respetar y me enfoque en la cultura y en el arte tratando de buscar un respeto y una asimilación”.

“Nunca he hablado de esto, pero todas las noches tenía conflictos. Yo lloraba en ocasiones, estaba hecho un mar de lágrimas en la almohada, tenía un problema existencial”, explicó la también ex-reyna de la Vela Muxe 2016.

“La misma sociedad hace que a veces nos sintamos rechazados, estigmatizados por quienes somos y que decir de la religión que tiene tanta etiqueta que todo es pecado, pués mejor no acercarte. Pero lamentablemente las palabras a veces lastiman más que  los propios golpes te hacen sentir como si fueras un bicho raro, como si tuvieras una enfermedad contagiosa”.

El también secretario de cultura de la Organización Regional de Oaxaca (ORO) dijo que para él como una persona gay fue todo un reto ganarse la confianza de los padres de familia para que le permitieran a sus niños aprender danza y formar parte de su grupo de baile, el cual creó hace once años y que ahora es parte de muchos de los eventos culturales de la comunidad oaxaqueña.

Indicó que para prevenir los ataques y los incidentes de odio lo que hace falta es una mejor educación, programas de orientación y tolerancia en nuestras comunidades y promover las terapias psicológicas para cambiar los malos hábitos y ayudar a la gente a salir adelante.

 Agregó que las autoridades deben trabajar en la creación de una mayor conciencia sobre la importancia de la integración familiar y social para acabar con los estigmas y los estereotipos.

Aldo Cruz/Xicaru, es su nombre muxe.
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