Los Ángeles, Cal.- El Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) informó a los medios de comunicación, a las organizaciones y luchadores sociales del fallecimiento el pasado sábado 11 de noviembre de Rufino Domínguez Santos, uno de sus fundadores y directores, quien ocupó también el cargo de director del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante Oaxaqueño (IOAM).
El activista y luchador social oaxaqueño salió de su pueblo natal San Miguel Cuevas, a la edad de 16 años, como inmigrante y como tal vivió en carne propia las injusticias hacia los trabajadores agrícolas desplazados.
Esas vivencias le hicieron luchar por los derechos de la comunidad indígena oaxaqueña tanto en México como en Estados Unidos, donde emigró.
Los sueños de Rufino eran que los trabajadores agrícolas tuvieran por lo menos agua, baños y mejores condiciones en sus lugares de trabajo. Los mismos que tenían líderes antecesores a él como César Chávez.
Su trabajo fue de organizar y defender los derechos de los inmigrantes, una lucha que emprendió al lado de su amada esposa Oralia Maceda, sobre todo en el área agrícola de California, teniendo como base Fresno, donde se ubican una de las oficinas centrales del FIOB.
Por medio de un comunicado, el FIOB reconoce ampliamente la contribución de Rufino Domínguez Santos en su lucha por lograr escenarios de justicia, paz y libertad de los pueblos.
Asimismo, indica que recordarán y mantendrán presentes los ideales y principios por los que Rufino luchó durante su vida.
“Desde la década de los 80’s, su pasión por ver a los pueblos originarios sin explotación del trabajo ni violaciones a los derechos humanos lo llevó a crear con él, a la Organización del Pueblo Explotado y Oprimido OPEO, su primer trinchera desde donde inició una lucha sin tregua por la reivindicación de los pueblos indígenas”.
El deceso de Rufino se da a sus 52 años, luego de padecer y luchar por varios meses de un cáncer cerebral.
Recientemente fue homenajeado por su larga trayectoria en la defensa de los derechos de los trabajadores inmigrantes indígenas, asistiendo familiares, así como amigos personales, de la lucha del activismo y académicos.
Uno de los asistentes a dicho homenaje fue Mauro Hernández, exdirigente de la Organización Regional de Oaxaca (ORO), quien al saber del deceso de Rufino, expresó que es una lamentable perdida para toda la comunidad migrante porque hizo de su vida una constante lucha a favor de los pueblos indígenas.
“Difícilmente hay un líder que tenga esa agenda, en ambas partes de la frontera, aparte tuvo la visión de crear una organización FIOB que más tarde hizo no lucrativa y pudo desarrollar una agenda con la que ahora el Centro Binacional se enfoca en impartir cursos y talleres acerca de los derechos de los indígenas, ojalá y otras personas puedan seguir su lucha”, mencionó.
Dijo “perder a Rufino, en un momento en que los migrantes son acusados de ser una carga y que no deben estar aquí, deja un vacío muy grande”.
“Era un líder honesto, humilde, con esa visión de los derechos humanos de los indígenas, Rufino tenía esas características, desde esa trinchera luchó, lamentablemente con su enfermedad no pudo hacer más, pero estamos concientes del gran ser humano que era”.
“Ojalá y que alguien más retome su trabajo, es difícil de luchar como él, que contó con el apoyo de su familia y su esposa, lo que muchos de nosotros no podemos”.
Hernández dijo que el trabajo del líder oaxaqueño se agradece y se valora. “Se fue feliz porque la gente que sufre más por la intolerancia y la discriminación le pudimos decir gracias por su trabajo y su visión”.
“Mucha gente se va y no sabe su gran valor. Rufino se fue, con la comunidad que le agradeció ese trabajo. Fue satisfactorio para él escuchar que su trabajo va a quedar con nosotros, él estuvo contento, no podía mucho hablar, por su condición que no le permitía”, confesó Hernández, al mencionar del último momento que pudo estar cerca del gran líder oaxaqueño, durante su homenaje en Fresno.
De ese momento dijo que fue un evento emotivo para todos los ahí reunidos, en donde todos le pudieron agradecer su trabajo comunitario.
“Yo lo miré contento, aunque triste por la enfermedad. Nosotros nos sentimos orgullosos que es oaxaqueño y comprometido, fue un gran líder, que vivió en la pobreza, sin embargo deja un legado grande: No importa que no hayas tenido una gran educación, o el idioma…un líder es un líder, rompe las barreras, porque salir de las comunidades indígenas no es nada fácil”.
“Estudio solo la secundaria. Yo guardo un recuerdo como una persona humilde y también como funcionario de gobierno, en Coicoyán de las Flores en el 2013. Ahí miré el compromiso que tenía con sus paisanos de la mixteca”, dijo Hernández, al agregar que fue un viaje muy especial.
“Fue un viaje especial para mí. Ahí se vio a Rufino Domínguez, una persona honesta y humilde, de hacer bien las cosas… ¡Qué sean un ejemplo!”, señaló Hernández quien conoció a Rufino durante una intervención que tuvo en la Universidad del Sur de California (USC) cuando se impulsaba la creación de la Federación Oaxaqueña (FOCOICA) hace 17 años.
