sábado, diciembre 21, 2024
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Aún peligran los cuidados de salud para los niños de California

SAN FRANCISCO – Conseguir revocar y reemplazar, o si no …

Ese ultimátum del Presidente Trump a Mitch McConnell, el líder de la mayoría en el Senado, ordenándole eliminar a Obamacare, puede ser tan solo hacer alarde de su poder, sin embargo la mayoría de los Republicanos en el Senado aún se empeñan en derrocar la ley de asistencia médica a pesar de tres intentos fallidos de hacerlo el mes pasado.

“Mientras que nos sentimos aliviados de que se han detenido las propuestas, sabemos que las amenazas continúan”, dijo Anthony Wright, el director ejecutivo de Access California, en una sesión informativa organizada por New America Media.

Si el Senado hubiera tenido éxito en la reestructuración de Obamacare, hasta 6 millones de californianos se hubieran visto no asegurados, dijo Wright. Actualmente, un tercio de los californianos depende de Medi-Cal (el nombre en California de Medicaid, el programa de seguro médico para personas de bajos ingresos).

Cuando los senadores vuelven de su descanso de agosto, tendrán que aprobar un presupuesto antes del 30 de septiembre. La reforma tributaria y asistencia médica serán una parte íntegra de ese debate.

Mayra Álvarez, panelista y presidenta de The Children’s Partnership, advirtió que si el presupuesto propuesto fuera aprobado, los cortes en el programa de asistencia médica impactaría a millones de familias pobres y de clase obrera y sus hijos.

Juntos, Medi-Cal y el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP, por sus siglas en inglés) cubren a más de 5.7 millones de niños en California. CHIP, un programa de 20 años, cubre a niños cuyas familias son de bajos ingresos pero no lo suficientemente pobres como para cumplir los requisitos para Medi-Cal. A menos que se reautorice su financiación por el gobierno federal, caducará el 30 de septiembre.

“Medi-Cal y CHIP son el sustento para familias que no se pueden permitir un seguro médico”, dijo Álvarez, destacando que los niños de color son los que se encuentran desproporcionadamente representados en los programas.

Entre los muchos beneficios que reciben los niños de los dos programas se encuentran servicios de prevención gratuitos, incluyendo cuidados dentales, exámenes de la vista, y servicios de salud mental. Eso los pone en camino a ser adultos sanos y productivos.

Medi-Cal ampliado, hecho posible con Obamacare, ha ayudado a cubrir a niños con autismo y cardiopatía congénita. Ha cubierto a niños en familias de acogida, dijo Álvarez.

Medi-Cal financiado por el estado ha cubierto a 190,000 niños indocumentados menores de 19 años desde que se lanzó en mayo del año pasado. Aunque el programa no recibe dólares federales, cualquier corte al Medi-Cal tradicional pondrá más presión en el presupuesto estatal, poniendo en peligro el programa financiado por el estado.

Andie Patterson, directora de Government Affairs con la California Primary Care Association, dijo que si los Republicanos no reautorizan la financiación de los centros de salud antes del 30 de septiembre, California puede perder $334 millones en financiación federal. Eso significaría que unos 324,000 pacientes no tendrán acceso a servicios de asistencia médica primarios y preventivos.

Patterson dijo que previo a Obamacare, muchos pacientes que venían a los centros de salud comunitarios no estaban asegurados, lo que les forzaba a funcionar en rojo.

Eso cambió muchísimo cuando Obamacare permitió ampliar Medi-Cal, agregando a unos 3.7 millones californianos más a sus listas. Hoy, casi el 57 por ciento de los pacientes de Medi-Cal, o uno de cada siete californianos, utiliza los centros de salud comunitarios, dijo.

“Cualquier amenaza a Medi-Cal debilita la supervivencia de los centros de salud”, dijo Patterson.

También amenazadas por los Republicanos son las clínicas de Planned Parenthood. Los Republicanos han dicho que dejarían de financiarlas durante por lo menos un año. Y aunque han dicho que desviarían esos fondos a centros de salud para que pudieran brindar atención a los pacientes de Planned Parenthood, “los centros de salud de California se oponen fundamentalmente a la idea”, dijo Patterson.

Dijo que esas clínicas atienden a unos 800,000 pacientes por año, la mayoría de familias de bajos ingresos.

“Será imposible absorber a esos pacientes o ofrecerles los mismos servicios”, dijo.

Patterson dijo que las clínicas CPCA están instando a sus pacientes a presionar a sus legisladores federales a que no derroquen Obamacare.

A una pregunta de un periodista que preguntó sobre la seguridad de las 1.5 millones de familias de estado mixto, muchos de los cuales han inscrito a sus niños en Medi-Cal, Álvarez dijo que por el momento nada ha cambiado y las familias deben seguir aprovechando el programa.

“La información [de los formularios de solicitud] solo se usa para decidir la elegibilidad, no se usa para fines de cumplimiento”, dijo, destacando que los defensores de la asistencia médica están haciendo todo lo posible para comunicar esto a las comunidades.

California Kids Still Face Risks to Health Care

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