- La comunidad Guatemalteca se une a la celebración religiosa y festiva
Los Ángeles, Cal.- Los mayordomos Gaspar Cruz y Cristina López realizaron el pasado sábado 9 de diciembre una hermosa fiesta a la milagrosa Virgen de Juquila por los favores recibidos durante el año y en especial por los cuidados que reciben con la salud del empresario oaxaqueño.
Pero este año fue totalmente diferente a los otros 3 años consecutivos en los que vienen celebrando a la Virgen de Juquila en Los Ángeles, California.
Y es que gracias a su amor a la Virgen y a que han hecho labor entre vecinos y la comunidad angelina han podio acercar a muchas más personas, como la comunidad Guatemalteca.
“Este año fue especial. Cada año es más grande la festividad y cada año llegan más gente de diferentes lados. Pienso que la fe mueve montañas y la gente llega especialmente por la fe que hace que todos estemos unidos en un solo sentir”, dijo Cristina.
Explicó que lo diferente a otros años fue porque ahora tuvo el apoyo y colaboración de mucha gente de Guatemala para realizar la festividad y los padrinos son de ese país, los señores Gladis Hernández y Enrique Alvarado.
Cristina dijo “gracias a Dios tenemos el apoyo de la comunidad oaxaqueña y guatemalteca. Los de Guatemala son creyentes de la Virgen de Juquila y ellos mismos llegan y se ofrecen, llegan con sus ofrendan y mano de obra, creo que es la devoción; y también llegaron mis amistades y gente de Oaxaca”.
Narró que la primeras dos veces, en año nuevo, empezó a organizar una pequeña celebración en su domicilio pero que esos años se quedaron con comida porque no asistieron los que esperan iban a llegar.
“Pero luego nos dimos a conocer en la cuadra y vieron cómo los oaxaqueños celebramos las fiestas y ahora muchos llegan año con año”.
La empresaria oaxaqueña dice que es bonito convivir con la comunidad y hacer amistades con los vecinos a los cuales les comentaban de las celebraciones oaxaqueñas, entre ellas la celebración a la Virgen de Guadalupe y las posadas navideñas.
Este año dice Cristina que es muy especial porque la fe que le tiene a la Virgen la fortalece para seguir adelante porque “es difícil ver a alguien enfermo de la familia”.
Y que a pesar del cansancio que conlleva la organización de la fiesta, para ella es un cansancio de satisfacción y de agradecimiento por los favores concedidos. “El cansancio luego pasa, no se siente mucho, porque lo que tenemos es fe”.
“Gracias a Dios y a la Virgen mi esposo está mejorando”, dijo al comentar que la diabetes es una enfermedad degenerativa, y que otros años ha sido difícil pero que este fue mucho más, pero que gracia a su fe y a que le agradece a la virgen, ella siente y ve el milagro en la salud de su esposo.
Por eso da las gracias a la gente que llegó a celebra a la virgen y a los que la apoyaron como a los padrinos y a la encabezada de canastas florales la señora Claudia Saucedo de Santa Cruz Amilpas.
“Sin los feligreses no habría celebración, por más bonito que se haga, si no hay fe o gente que vienen a venerarla por todos los favores y las bendiciones, la festividad no se llevaría a cabo”, señaló.
La procesión y calenda arrancó a las ocho de la mañana de la calle Normandie del área de Koreatown hasta el domicilio de los mayordomos encabezados por los padrinos que llevaban al frente la Virgen de Juquila y el Cristo de Tlacolula, un regalo recibido hace cuatro años de parte del ahuehuete Luis Hernández.
Posteriormente se realizó una misa de acción de gracias, luego se sirvió un rico desayuno y por la tarde una deliciosa comida. Durante todo el día la Virgen estuvo en su altar para recibir a los feligreses que la iban a felicitar por su día.
