sábado, noviembre 23, 2024
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La pandemia extiende el riesgo de hambruna

  • En casos como Yemen la crisis humanitaria esta en su peor momento al grado que está en riesgo de hambruna aguda.
  • En Centroamérica debido al cambio climático a los agricultores les enseñan a cambiar sus cultivos por la crianza de abejas. 

Los Ángeles, Cal.- Los cambios climáticos, los conflictos armados y el covid-19 están provocando una crisis alimentaria sin precedentes en el mundo, desde Asía, África hasta Centroamérica en donde en esta última región se les está enseñando a los agricultores a cambiar sus cultivos por la crianza de abejas.

En Centroamérica cada vez que se presentan huracanes o tormentas dejando a miles de afectados que luego se ven desplazados como migrantes y campesinos que pierden sus cultivos, es por eso que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas está promoviendo la crianza de abejas.

Elio Rujano, encargado de dicho programa de las Naciones Unidas (ONU) para la región de Latino América y el Caribe dijo que en algunos países la economía informal en las calles es del 70%, por lo que la gente no puede salir y hacer su trabajo de día a día y ellos son los que la están pasando mal en esta pandemia.

En Cuba, dijo, la gente ha tenido que reducir la calidad de comida que están comiendo y en casos como el Salvador los huracanes han impactado al igual que las tormentas tropicales en otros países.

“6.8 millones de personas han sido afectadas y este número podría subir pronto a 7.4 millones porque mucha gente ha perdido sus redes de pesca y los agricultores sus herramientas de trabajo”, sostuvo, durante una videoconferencia organizada por Ethnic Media Services, el pasado viernes 26 de febrero.

Además de un clima errático, la pandemia vino a empeorar la situación como en el caso de Marlen, quien es un ejemplo de lo que está pasando. Ella vendía fruta en la calle con una maquina para pelarla, y su esposo era ayudante en la construcción. Ambos ganaban 10 dólares al día, pero con la pandemia el trabajo del esposo de Marlene se detuvo al igual que el de ella en la venta de calle.

La familia quien tiene muchos niños están vendiendo lo que pueden, pero no tienen lo suficiente y se incluyeron en la caravana migrante en enero. Ellos fueron beneficiados con el programa de alimentación de la ONU en Guatemala, narró Rujano.

El hambre impactaba a 2.2 millones en el 2018 y ahora casi 8 millones, explicó, Rujano quien dice que se debe trabajar con la comunidad para que pueda resistir contra Covid y el cambio climático. “Ayudar a las comunidades hacer resilentes, porque históricamente en Centroamérica plantan maíz y frijol, y ahora necesitan plantar cosas que sean más resistentes.

Los ayudamos a encontrar cosas que puedan cultivar y actividades como la producción de miel que pueden guardarla”, comentó al añadir que también les transfieren dinero en efectivo para que puedan comprar la comida que necesitan y que aprendan sobre nutrición.

“La gente sabía comer, pero no que es lo más nutritivo para sus niños” , indicó al referir que necesitan 47 millones de dólares para llegar a 2.6 millones de personas necesitadas en Centroamérica: Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. 

Yemen al borde la hambruna aguda

En Yemen el conflicto y el hambre continúan y está al punto de convertirse en hambruna aguda, alertó Annabel Symington, de la oficina de comunicaciones del programa regional de Alimentos de la ONU en ese lugar.

 “La crisis en Yemen resume la crisis humanitaria en el mundo desde 2018 hasta ahora”, comentó al explicar que son ya 6 años de guerra que ha devastado la infraestructura, los sistemas y las tierras agrícolas.

Hay 4 millones de personas desplazadas de un toral de 30 millones de personas. El valor de la comida ha subido 140 veces más y el valor de las dos monedas que circulan (de los dos grupos que se disputan el poder) es inestable.

También la disponibilidad y costo de los combustibles es elevado para cocinar, incluso antes de la guerra, aclaro.

Ahí han estado alimentando a 1 millón de personas y ahora con la pandemia de Covid, la inseguridad alimentaria llega a 12 millones, aunque dijo que la capacidad para evaluar los datos es limitada.

Y aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estado ayudando, las muertes debido a Covid son altos, aseguró, al informar que ahí no han visto una segunda ola de contagios como ocurrió en países europeos, pero que quizá haya una segunda ola, por lo que la gente está preocupada.

Pero que cuando le dicen a la gente sobre quedarse en casa, ellos dicen que han visto cosas peores y responden: ‘Cómo nos vas a decir que nos quedemos en casa cuando nos vamos a morir de hambre’. “Esto resume la situación”, agregó Symington.

Hay 11 millones de personas que enfrentan crisis en seguridad alimentaria, son personas que se levantan y no saben cómo alimentar a sus hijos. Muchos padres comen menos y muchas veces escogen a quien alimentar. Es una catástrofe. 

La mitad de los niños de 5 años tendrá una malnutrición aguda en el 2021 que incluye no solo el riesgo de muerte, sino afecta también su desarrollo físico y cognitivo, no desarrollarán su potencia y el impacto será resentido por generaciones. Y eso es muy importante porque está generación lo que necesita es nutrición para que cuando haya paz reconstruyan el país, manifestó.

Sin embargo y pese a que hay más de 1.2 millones de madres mal nutridas, y gente desplazada que viven en campamentos donde fata desde agua limpia, no ha sido declarado como hambruna, debido a la semántica que se le da al termino de hambruna.

Una hambruna tiene que se declarada por la cantidad de muertes y por ahora no hay manera de tener una evidencia, pero hay gente que se está muriendo y se debe actuar ahora sostuvo Symington al indicar que tener los fondos para dar respuesta también es un gran problema.

El donante más grande es Estados Unidos y su operación más grande del organismo alimentario es en Yemen donde han estado por los 3 últimos años alimentando a los desplazados que les dan raciones de comida enlatada y a la gente afectada por el conflicto harina, aceite, sal y otros productos; igualmente proveen nutrición para niños menores de 5 años y madres mal nutridas.

Y aunque los pasos del presidente Biden en el tema del conflicto de Yemen los anima, Symington dice que solo la paz se necesita para lidiar con la crisis general.

Programas de ayuda requieren mayor presupuesto

Con presupuesto de 8.5 mil millones de dólares de contribuciones voluntarias, el Programa Alimentario de la ONU ha respondido lo mismo que a desastres naturales que a la pandemia.

Bajo este programa dan alimento también para escuelas de 50 países del mundo, en donde para los niños a veces es el único alimento que reciben al amanecer, para madres embarazadas y agricultores que reciben además de alimentos otros recursos.

“No damos esas canastillas de comida que dan en las Iglesias o Bancos de comida, damos lo más básico para que tengan algo que comer”, aclaró Steve Taravella, portavoz principal del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA). 

El programa más grande para luchar contra el hambre en el mundo llega a 100 millones de personas en 88 países y para lograr su cometido cuentan con 5 mil camiones, 20 barcos y 100 aviones que se mueven a diario.

Para ellos sería un logro llegar a 0 hambre en el 2030, pero en los últimos años se ha incrementado el hambre de pasar de 60 a 90 millones de personas y va ha subir derivado a la pandemia a 270 millones.

Los conflictos, el clima y covid-19 es lo que ha impactado, dijo Taravella, al señalar que lo que más ocasiona hambre son los conflictos como lo están viendo en Yemen, Gana y otros países con violencia y conflictos armados que hace que su trabajo también sea más difícil porque se destruyen los sistemas de abastecimiento.

A parte, ellos mismos enfrentan riesgos como recientemente paso con un trabajador de PMA quien fue asesinado junto con el embajador Italiano en el Congo mientras lo acompañaba a una visita a un centro de alimentación.

Este año la demanda de su abastecimiento de alimentos que llega a 100 millones va a subir a 120 millones, lo que los va empujar a doblar sus esfuerzos en Yemen, Sudan, Nigeria y Burkina Faso, pero necesitan fondos de 13.5 mil millones de dólares para lograrlo.

Taravela estima que sólo podrán recaudar alrededor de 7. 8 mil millones de dólares por lo que están apelando a la gente excepcionalmente rica- dos mil multimillonarios- para que pueda hacer una diferencia para ayudar a la gente que realmente lo necesita.

India tienen los números más altos de inseguridad alimentaria

Mucha de esa gente que realmente necesita ayuda son la población de India quien tiene los números más altos de inseguridad alimentaria. “Uno de cada tres personas tienen problemas severos”, dijo Parul Sachdeva, asesora en India para la organización de ayuda  Give2Asia.

Comentó que India tiene 22% de inseguridad alimentaria y que el clima, conflictos, condiciones socioeconómicas afectan a la agricultura, al igual que los desastres naturales y ahora con covid, todos se han visto afectados, lo que ha sido más difícil para la gente que ya la estaba pasando mal.

En marzo- al inicio de la pandemia- dijo que hubo un gran éxodo de migrantes a sus villas, incluso a pie, que afecto a la ciudad en donde hay mucho menos trabajos que antes y que esos trabajadores no han estado pudiendo alimentar a sus familias.

Se estima que 8 de cada 10 personas no tendrán dinero para pagar su alquiler. “En marzo era la época de la cosecha y eso afectó la capacidad de tener alimentos e ingresos en al menos 100 millones de personas”, dijo Sachdeva.

Indicó que el paquete de ayuda que el gobierno dio en respuesta fue de 22 mil millones de dólares para la gente pobre que luego se extendió a 6.5 dólares por persona.

“Esto ayudaba a todos, pero muchos trabajadores informales no son parte de este paquete de ayuda”, reveló.

Por su parte la sociedad civil ha tenido un gran papel en la ayuda y una organizaron dio 1.8 millones de alimentos distribuidos a los niños cada día en India, pero la ayuda se ha terminado, lamentó, al narrar la historia de 16 familias que vendían pescado en Nueva Delí, antes de la pandemia y que luego no tenían ningún cliente.

Ellos, dijo, tenían 8 niños con hambre y una organización los ayudó con alimentos.

En la misma situación similar de inseguridad alimentaria se encuentran otros países como Nepal, porque tienen muchos migrantes de India, también Banglades y Pakistán, aseguró Sachdeva.

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