Vernon, California– Líderes de la comunidad, sindicatos y grupos de fe se unirán en solidaridad con 400 empleados sindicalizados de Overhill Farms, mañana miércoles 14 de marzo, en un día de acción a las afueras de una de sus dos plantas procesadoras y empacadoras de comida. Los trabajadores, que son miembros del sindicato UFCW Local 770, están escalando sus acciones ya que la empresa se niega a acordar un contrato sindical justo que incluya un plan de salud accesible para los trabajadores.
La mayoría de los empleados de Overhill Farms son trabajadores inmigrantes de bajos salarios. Ellos son responsables de la producción de alimentos preparados como comida en platos, sopas, pastas, salsas y otras especialidades. Overhill Farms ofrece su servicio a la industria de alimentos, a clientes minoristas y de marca propia, incluyendo a Panda Express, Pinnacle Foods, Bolder Brands y Eating Well, entre otras reconocidas marcas.
Overhill Farms era propiedad de Bellisio Foods pero en el 2016, CPF, un conglomerado con sede en Tailandia, controlado por una de las familias más adineradas del mundo, compró la compañía. El presidente de CPF presumiblemente tiene una fortuna neta de más de $6 mil millones de dólares.
Las negociaciones con Overhill iniciaron el 31 de julio de 2017, dos meses antes de que venciera el contrato (en septiembre). Esta disputa se ha alargado demasiado y actualmente atraviesa una coyuntura crítica.
Por más de siete meses, los trabajadores han sostenido sesiones de negociación con Overhill. El comité negociador que representa a los trabajadores ha pedido un plan de salud económico ya que la mayoría de miembros de UFCW Local 770 ganan el salario mínimo y no pueden cubrir los pagos excesivos del actual plan médico.
El plan de salud de la empresa, el cuál ellos no han aceptado mejorar, es muy caro y no da beneficios adecuados para los trabajadores y sus familias.
Los trabajadores de Overhill no pueden pagar las altas deducciones y copagos médicos. Muchas veces, los empleados tienen que elegir entre buscar atención médica o sacrificar su propia salud y la de su familia para poder cubrir otras necesidades básicas. La propuesta de cobertura médica de la empresa sigue completamente inaceptable. La compañía ha rechazado el plan de salud económico propuesto por los trabajadores y se niega a negociar de manera justa.
Los empleados y su sindicato presentaron una queja de Prácticas Laborales Injustas (UPL’s) argumentando que la empresa violó los derechos de los trabajadores federalmente protegidos. En diciembre pasado, una abrumadora mayoría de miembros del sindicato votaron para autorizar una huelga de ser necesario.
Recientemente, la Federación del Trabajo del condado de Los Angeles, que representa a más de 300 sindicatos y a más de 800,000 miembros, respaldó la facultad de los trabajadores de Overhill Farms de irse a huelga contra la compañía si ésta no llega a una resolución sensata.
Los trabajadores están ejerciendo sus derechos protegidos federalmente de movilizarse y exigir un contrato sindical justo que incluya salarios dignos, beneficios de salud accesibles, seguridad de retiro, protecciones de antigüedad, un lugar de trabajo seguro y respeto en el trabajo. Su último recurso será parar las líneas de producción si se van a huelga.