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Optimistas testarudos quieren cambios con justicia ambiental

  • La meta de detener el calentamiento global no se cumplió, dicen expertos.
  • Las migraciones por los cambios climáticos continuarán en regiones como África, Asia y Centroamérica.

Los Ángeles, Cal.- Ambientalistas que se consideran optimistas y testarudos quieren que los cambios urgentes contra el cambio climático se hagan con justicia ambiental, en la que las comunidades de color participen y no se dejen de lado.

Lo anterior fue revelado en la conferencia de prensa organizada por Ethnic Media Services el pasado viernes 19 de noviembre en la que participaron ambientalistas hablando de la lesión que deja la reciente reunión de las Naciones Unidas en Glasgow, Escocia, sobre la brecha climática mundial.

Ramón Cruz Díaz de la organización Sierra Club, habló de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del 2021 también conocida como COP26 en la que se revisó el progreso a 5 años del Acuerdo de París, los logros y los objetivos que tienen.

La reunión se llevó a cabo del 31 de octubre al 12 de noviembre pasado luego de posponerse por la pandemia de Covid-19.

Díaz dijo que en la conversación se habló de los sucesos del cambio climático, de las políticas, procesos y colaboraciones de los países, de los países que han adoptado los documentos y de lo que han dejado de hacer países como India y China en el tema del medio ambiente.

Así como los mecanismos financieros para responder a los desastres y las coberturas por los daños como lo hizo FEMA en el desastre de Puerto Rico.

Para el ambientalista la credibilidad de Estados Unidos esta mermada por su agenda doméstica y la internacional en la temporada del exmandatario Donald Trump, que se salió del Acuerdo de París, pero también considera que el gobierno actual del Biden está poniendo en la mesa el tema ambiental.

Dijo que hay una ausencia del gobierno federal por lo que los gobiernos locales, municipales y estatales tienen que trabajar por su lado.

Admitió que el elemento clave del acuerdo no se logró de detener el calentamiento global.

“Hemos visto el avance hacia esa meta, para las personas que hemos estado haciendo un seguimiento desde Copenhague, es una evolución, un avance, y no un retroceso”, comentó ,al indicar que la meta era 1.5 grados centígrados según el objetivo de Paris.

Sin embargo dijo que el mundo no es un lugar exacto, que se trabajan con modelos pero admite que se está en un desastre climático.

Citando un artículo científico dijo que el 85% de la población ya está siendo impactada por el cambio climático.

Por eso piensa que los países deben de hacer los esfuerzos necesarios poniendo sus contribuciones a nivel país y todo el dinero para cubrir esos esfuerzos, pero lamentó que el dinero no este ahí todavía por lo que dijo que lo que se ha dicho que es una falla.

“Pero al llegar a la meta, estaremos en el camino correcto. Lo que pasa es que no tenemos el tiempo”, argumentó, tras hablar de que se está en las últimas del capítulo del uso del carbón pese a la reticencia de India y China en este tema.

Como un gran avance dijo es la campaña de cerrar más de la mitad de las plantas de ese combustible en Estados Unidos.

Por su parte Dana Johnson, Directora de Estrategias y Políticas Federales por WE ACT para la Justicia Ambiental considera que el momento político en Estados Unidos nos puso en desventaja de ir a la COP, de tener un plan sólido y fuerte que realmente reflejara el compromiso de la justicia ambiental, por las políticas domésticas e internacionales que se los impidieron.

Johnson quien es trabaja para combatir el racismo medioambiental en las comunidades de color dijo que lo que se propone todavía se basa en soluciones falsas, mientras que hay una urgencia de un movimiento de justicia ambiental.

Citando que por ejemplo hay una planta de tratamiento en un área de afroamericanos en Washington, DC. y que están en la lucha para quitarla de en medio.

Por eso dijo que lo que quieren es que la gente sea participativa en la toma de decisiones y contribuir en lo que pasa en sus comunidades.

Por el lado de las soluciones “falsas” dijo que se tiene uno que preguntar si un negocio causa un impacto adverso a la comunidad o si el servicio contribuye a la crisis del clima, viendo que hay compañías que usan combustibles fósiles, la captura del carbón y el uso del gas, que es lo que el gobierno esta dando como opción viable; siendo que la calidad del aire sería mas pobre.

Johnson dijo que hay 128 páginas de recomendaciones, pero cómo alejarse de los combustibles fósiles y cómo nos preparamos como los trabajadores del futuro, y que comunidades tienen menos ventajas y hacia donde va ir el dinero.

Dijo que hay zonas de sacrificio para el consumismo de otras como por ejemplo India y África.

En estos lugares miles de toneladas de ropa que desechan los países ricos están llegando para convertirse en un gran basurero.

Tajante la ambientalista dijo que eso no es luchar contra el cambio climático.

Aunque reconoció como un acontecimiento que en enero el presidente firmó una orden ejecutiva para nombrar a la abogada ambientalista Brenda Mallory para dirigir como presidenta del Consejo de Calidad Ambiental de la Casa Blanca.

Dentro de los planes de la organización de Johnson está el que el próximo año  en la reunión ambiental en Texas tengan un pabellón de justicia en para que las personas tengan una presencia real en el COP.

La migración climática

Alex de Sherbinin, experto en migraciones climáticas habló sobre los efectos de los desastres, cambio climático y degradación ambiental que hacen que la gente migre de sus lugares de origen, indicando que Asia y África van hacer más impactados  por la movilidad junto con Centroamérica.

El experto dijo que los patrones climáticos globales han cambiado durante el último siglo, provocando eventos más extremos, que incluyen huracanes, olas de calor y sequías.

Indicó que aun cuando la meta es del 1.5 grados centígrados, un grado centígrado de incremento en el cambio climático cambia mucho para la población para quienes 4 grados más caliente sería una catástrofe.

Urgió una intervención política, por lo menos paso a paso, porque dijo que las consecuencias del cambio climático ya las estamos viendo sin precedentes en ciertas partes del mundo por ejemplo en India.

Sherbinin dijo que los indigentes son de las personas que están en alta vulnerabilidad por los eventos climáticos de olas de calor y para ellos dijo que puede haber avisos  de las agencias y de los hospitales.

“La migración se considera una estrategia tradicional para lidiar con problemas cuando hay sequia”, dijo, al indicar que las personas se pueden mover con la percepción de que las cosas pueden mejorar o empeorar, pero hay que tomar la decisión de la migración.

“La migración es  asegurarse de ingresos, en donde los factores ambientales son parte del juego porque si hay sequias o inundaciones también hay problemas”, considera.

En países como África dijo que las migraciones no necesariamente tienen que ver con lluvias o sequias sino más bien con cultura, política y economía.

Por otro lado dijo que hay comunidades rurales que dependen de las lluvias porque se dedican al pastoreo.

Y en cuanto a la disponibilidad del agua en diferentes regiones dijo que es uno de los factores más significativos para la migración y que se estima para el 2050 que haya entre 48 y 216 millones de migrantes internos en las regiones del Banco Mundial.

Mientras que los números de la migración más bajos son para los escenarios más amigables con el clima y para los de desarrollo inclusivo.

El experto dijo que históricamente hay una amplia evidencia de que los factores climáticos han jugado un papel importante en los movimientos poblacionales.

La variabilidad climática aceleró la migración tras el declive del Imperio Romano Occidental en 476 d.C. y la sequía estuvo presente durante la caída del imperio Maya, comenta.

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