LOS ÁNGELES– El Concilio de la Ciudad de Los Ángeles aprobó unánimemente una ordenanza para proteger la salud y la seguridad de los trabajadores de supermercados, farmacias y entrega de alimentos a domicilio mientras las medidas para prevenir la propagación del COVID-19 se intensifican.
El Fiscal de la Ciudad de Los Ángeles tiene una semana para redactar la ordenanza que luego debe ser aprobada por los 15 integrantes del concilio de la ciudad.
Mientras muchos negocios cierran, los supermercados y farmacias permanecerán abiertos, potencialmente exponiendo innecesariamente a los trabajadores al virus si no se toman las precauciones de salud apropiadas. La moción del concilio aseguraría que empleados de tiendas de supermercado, farmacias y trabajadores de entrega de víveres a domicilio tengan acceso a pruebas del COVID-19 de manera gratuita; que ellos tengan horarios de trabajo flexibles especialmente dado que las escuelas están cerradas indefinidamente y que ellos no pueden trabajar desde el hogar; y que todos los empleados puedan lavarse las manos de manera regular y tengan acceso a equipo de protección como máscaras, toallas antisépticas y desinfectantes de manos, precauciones básicas que actualmente están haciendo tanta falta. La moción también indica que los trabajadores de entrega de alimentos a domicilio, a quienes las compañías para las que trabajan no les dan ninguno de los derechos de empleados, sean tratados como empleados como lo requiere la ley de California.
“Yo entiendo qué tan importante es que las personas tengan acceso a la comida en un entorno limpio y seguro pero nunca imaginé que como cajera en una tienda de supermercado nosotros estaríamos en el frente de batalla expuestos a un virus peligroso”, dijo Danielle Parks, cajera de una tienda Food 4 Less en Torrance. “Es urgente que nosotros tengamos el equipo y la flexibilidad que necesitamos para mantenernos seguros y asegurar que los clientes también estén a salvo. Nada es normal ahora excepto que la gente necesita comer. Yo espero que ya que los propietarios de las tiendas de supermercado están haciendo ganancias récord como resultado de esta crisis de salud, ellos puedan gastar algo de esos recursos para protegernos a aquellos que estamos trabajando duro en tiendas abarrotadas llenas de personas estresadas, poniéndonos en riesgo, manteniendo las tiendas en operación y atendiendo las necesidades de nuestros clientes”.
“No estamos en una situación normal ahora”, dijo John Grant, presidente de UFCW 770. “Eso significa que los trabajadore necesitan más protecciones y flexibilidad para poder continuar manteniendo las tiendas de supermercado abiertas y seguras para todos. El personal, la higiene y el reabastecimiento han cambiado de la noche a la mañana y el personal de los supermercados y farmacias han respondido. Nosotros necesitamos medidas para asegurar que ellos permanezcan protegidos en el trabajo”.
“Mientras más personas permanecen en sus lugares, los servicios de entrega de comida se harán más esenciales y son una parte importante para asegurar que el virus no se propague pero en estos momentos los trabajadores que entregan alimentos a domicilio no son tratados como empleados por las compañías para las que trabajan y no se les proporciona entrenamiento básico en manejo de comida o no se les dan días de enfermedad necesarios. Todos los trabajadores necesitan las mismas protecciones y el público necesita garantías de que las tienen. Los miembros del Local 770 de UFCW agradecen al Concilio de la Ciudad de Los Ángeles por actuar para atender sus necesidades en este momento crítico”.