- “Para mí pintar es pasional”, dice el pintor oaxaqueño Gabriel Rodríguez
Oaxaca. – Gabriel es un apasionado de la pintura, una mezcla entre lo profano y lo sacro, un personaje especial que, aunque tienen la carrera de historiador del arte, se inclina más por la pintura, porque para él la pintura como lo explica “es una cuestión más pasional” y de persistencia.
En esta época vender obra no es fácil, pero él ha tenido la dicha y la suficiente sencillez con las personas, que le han comprado piezas, desde la señora que hace el aseo en una escuela particular hasta grandes empresarios en la ciudad de Oaxaca, sin contar sus ventas en el extranjero.
“A mí lo que me axioma es que haga ‘click’ mi trabajo con las personas, independientemente de su estrato social, el sentir que se genera este puente de comprensión entre el espectador y mi trabajo, lo que él entienda de lo que yo propongo es tan importante como el mensaje que yo quiero transmitir, ya en cuanto a los precios y ventas nos acomodamos, y así ha sucedido, también yo siento que dando buenos precios y buena calidad te recomiendan y vamos creciendo poquito a poquito”.
Durante aproximadamente 15 años ha trabajado en su taller ubicado en el centro de la ciudad de Oaxaca, hijo de padres comerciantes de la población de Ejutla de Crespo, además de que su padre terminó la carrera de músico, pero no la ejerció, dice que pintar para él es un desahogo, es una forma de sacar todo este mundo interno tanto lo luminoso como lo oscuro.
Sacar “estas pasiones, estas metáforas visuales, porque son eso, son alegorías a emociones, a estados de ánimo, algunos cuadros parten de una composición abstracta que es completamente visceral, pasional, el arañar el bastidor con la espátula, poner el color creando texturas y después equilibrarlo con algo más racional para que el espectador pueda dialogar con la pintura.”
Oaxaca es una potencia cultural. México es la meca de la plástica, como sucedió con la cultura Griega y la cultura Romana, los romanos conquistaron a los griegos pero culturalmente hablando los Griegos conquistaron a los Romanos, absorbieron toda la cultura, y eso pasa un poco con México y la potencia más cercana que es Estados Unidos, ellos tienen todo el poder económico y militar, pero nosotros somos una potencia cultural y estamos permeando toda Latinoamérica y todo el mundo con la cultura mexicana.
“Yo me siento orgullosos de pertenecer a esta tradición oaxaqueña tanto pictórica como culturalmente porque es muy basta, tiene una tradición muy rica y tienen mucho que ofrecer”.
Gabriel Rodríguez hace gala de su conocimiento como historiador del arte y dice que la historia en el arte es cíclica, que tenemos que volver a replantearnos en sentido metafórico la técnica sobre el discurso, porque actualmente se ha antepuesto el discurso, el amiguismo el documento o la fama y se acepta como arte muchas de las cosas que solo son respaldadas por un discurso, pero que les falta la técnica en que apoyarse.
Abunda en el hecho de que a nivel mundial se está retomando esta estructura, esta tendencia hacia el bien hacer, hacia la calidad de la técnica junto con el discurso, lo más rescatable de estas vanguardias de 1920 y 1930, al día de hoy, es que el que se involucre el arte, la actividad intelectual y las problemática social, y tenemos el privilegio en esta época de la era digital de voltear hacia atrás y hacer acopio de todo el conocimiento que ha acumulado la humanidad y crear una propuesta nueva que incluya tanto la parte intelectual que sobrepone el discurso a la técnica como también el conocimiento que te conecta con la naturaleza, en la materia , en la luz, para que puedas sentir los colores.
Verlo pintar en su estudio sumerge al espectador, en un vaivén de colores, de sentimientos, de emociones hasta de estados de ánimo, y aunque los temas recurrentes en sus pinturas son los niños, Gabriel Rodríguez Ortiz, no tiene ninguna inclinación por cierto tipo de pintura, lo mismo pinta un paisaje con tortugas que un desnudo femenino o una representación del humano, porque dice que el hombre tiene relación del microcosmos al macrocosmos por lo tanto somos una creación especial.
Sus pinturas tienen un proyecto generalmente de investigación sobre el tema.
“ Me planteo un tema, hago investigación y medito en lo que quiero plasmar, porque pinto principalmente para mí, para las generaciones futuras y para el público en general que observan mis obras en las exposiciones, creándoles una atmosfera luminosa armónica y también para que el cliente pueda sentirse satisfechos con una composición a la que, si el gusta, explorar más a fondo puede encontrar una investigación filosófica, una cuestión espiritual más profunda, pero si solo compra un cuadro por la combinación de colores, por la combinación de la técnica, que encuentra lo que el cliente quiera, sea técnica o espiritual”.
Su trayectoria ha sido como la mayoría de artistas que buscan superarse, y que tienen que luchar solos en lugares donde decidieron ir a residir y donde las necesidades son apremiantes, al grado que como él comenta llego a cambiar dibujos por comida cuando estudiaba en la ciudad de México, anduvo haciendo retraso en el metro Balderas, en algunos restaurantes y en otros espacios o jardines donde se congregaba la gente, sin embargo eso lo ayudó a mejor su técnica y actualmente se obliga a tener una alta calidad en sus pinturas.
Sus muchas exposiciones lo han llevado por diferentes estados de la República, y lo ha complementado con exposiciones en distintas sedes de Oaxaca, como el Congreso del Estado o los patios del palacio municipa, además de algunas galerías que lo han invitado a exponer.
Su familia, aunque pequeña, su esposa y su niña, le ha dado todo el apoyo del cual dice está muy agradecido y aunque su niña actualmente lo acompaña a su taller y ya realiza sus obras de arte, él cree que es parte de su formación y que quizás en el paso del tiempo escoja una profesión diferente, como le ha dicho que quiere ser veterinaria, sin embargo el sigue en este camino lleno de pinturas de espátulas y de lienzos en blanco que cada día llena de colores para hacer rica la propuesta culturar pictórica de la ciudad de Oaxaca que es “la meca de la cultura a nivel mundial”.
