jueves, noviembre 21, 2024
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El amor, un arma contra la sobredosis de drogas

  • Buscan terminar con el estigma y la criminalización.
  • Indígenas, mexicanos, afroamericanos los más afectados.
  • En el 2022, más de 190 mil personas en California perdieron la vida debido a sobredosis de estupefacientes, según los CDC.

Los Ángeles, Ca.- Con amor, empatía, un trato más humano, con un mayor acceso a la salud y salud de calidad conforme a las necesidades de las personas con problemas de adicciones es como debe realizarse la guerra en contra de la sobredosis de drogas, en lugar de criminalizar o estigmatizar a los usuarios de substancias.

También recalcaron que las comunidades desatendidas que sufren más por las sobredosis de substancias son los indígenas, los trabajadores agrícolas de origen mexicano, filipino y los afroamericanos.

En  lo anterior coincidieron la presidenta del The Center at Sierra Foundation Kaying Hang, la fundadora de Central Valley Empowerment Alliance (CVEA) Mari Perez- Ruiz, la fundadora y presidenta de Crossroads Recovery Center Arlene Brown y el director ejecutivo de HIV Education Prevention Project of Alameda County (HEPPA) Braunz E. Courtney durante la  videoconferencia de prensa titulada Fighting Substance Abuse The Center at Sierra Health Foundation—Highligths Breakthroughs in Prevention and Recovery organizada por la directora de Ethnic Media Services Sandy Close el pasado viernes, 18 de enero.

Kaying Hang afirmó que en The Center at Sierra Foundation creen que cada persona merece una oportunidad para vivir una vida saludable a su propia manera y agregó que eso lo están logrando enfocandose en el acceso al cuidado de salud, calidad de tratamiento y prevención juvenil en los programas de uso de substancias.

La Presidenta de The Center at Sierra Foundation, Kaying Hang.

Mencionó que de acuerdo al Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) en el 2022, más de 190 mil personas en California perdieron la vida debido a sobredosis de estupefacientes, agregó que localmente eso equivale a seis veces el local de Sacramento Kings Arena, y se espera que esos números crezcan.

“Históricamente el gobierno federal y estatal han respondido al uso de drogas con cárcel y políticas extremas bajo la bandera de la guerra contra las drogas en (las décadas de) los 80’s y 90’s”, comentó Hang. “Por más de 50 años nosotros hemos sufrido las consecuencias de que encarcelan a las personas de color y de esos, las comunidades de más bajos ingresos fueron desproporcionalmente dañadas, así como las personas que usan drogas que han sido profundamente estigmatizadas y desatendidas a través de todo eso”.

“Las personas que usan drogas no son extraños, son nuestros vecinos, son miembros de familia”, resaltó. “Las buenas noticias es que la situación está cambiando y nuestras familias están lidereando el camino para mostrar al gobierno que pueden priorizar el cuidado de la salud sobre la criminalización, nosotros creemos unir las voces, la humanidad y las necesidades de la gente que consume drogas están relacionados y nuestros programas están alineados con esa visión y actualmente estamos trabajando con el estado de California y varias organizaciones comunitarias  que están desproporcionadamente dañadas para terminar con las muertes por sobredosis de opioides”.

Marie Pérez Ruíz explicó que Poplar cuenta con una población de aproximadamente 3 mil 200 personas de acuerdo al Censo, pero dijo que en la realidad hay más de 5 mil personas viviendo en 700 viviendas que están en malas condiciones, y agregó que en este lugar fue donde empezó el movimiento campesino y donde se firmó el primer contrato laboral agrícola que condujo a una serie de políticas rojas que ha afectados a estas comunidades hasta el día de hoy.

“El problema de la vivienda ha hecho que las autoridades de esa región indiquen que esas comunidades rurales no tienen un futuro, lo que significa que no ha habido inversión, ni infraestructura por más de 50 años”, resaltó. “Y es así que vemos más de 20 personas viviendo en una casa de 2 recámaras y eso ha tenido un impacto negativo en diferentes niveles como es en el acceso a la salud y en la calidad de la salud, además de que ellos no tienen el inglés como su idioma nativo”.

Expresó que para tratar de combatir el peligro de las sobredosis de substancias, The Central Valley Empowerment Alliance (CVEA) que opera en los condados de Kern, Tulare, King, Fresno y Madero trabaja directamente con jóvenes de las comunidades agrícolas e indígenas, que en su mayoría son provenientes de México y de Filipinas, para llevar a cabo una campaña de acceso y equidad en el cuidado de la salud.

“Lo que estamos tratando de hacer es usar nuestros valores para construir una comunidad con amor incondicional y organizarnos sin hacer juicios, para luchar contra los efectos negativos del uso de sustancias, porque yo veo una hermosa promesa donde otros dicen que no hay futuro”, comentó Pérez Ruiz. “El uso de las drogas en nuestras comunidades rurales es un problema muy serio y duro porque son el objetivo de los cárteles (del narcotráfico), nosotros hemos creado un parque y espacios de reunión de jóvenes y padres donde se trata este asunto y hacemos saber a todos que son lugares libres de drogas y de pandillas”.

“También nosotros hacemos mucho trabajo de uno en uno, vamos a sus casas y hablamos con todos los miembros de la familia, la participación de los jóvenes ha sido un instrumento clave en este proceso”, recalcó. “Porque al principio muchas personas se negaban a hablar, pero poco a poco vemos como todo está empezando a cambiar y ahora ellos están viniendo a hacer voluntariado y cada vez están desalentando a más gente a usar las drogas”, pero agregó que todo esto se hace con un trato humano, de amor y preocupación haciéndoles saber que cada persona es importante lo que les ha ayudado a revertir la estigmatización que existe sobre este asunto.

Pérez Ruiz informó además que de acuerdo a los reportes que han recibido hubo 47 hospitalizaciones por sobredosis relacionadas con los opioides y 51 visitas por sobredosis de heroína solamente en el condado de Tulare.

Arlene Brown, quien también es miembro de la Tribu Bishop dijo, por su parte, que los nativoamericanos tienen algunas de las tasas más altas de muertes por sobredosis de drogas no sólo en California sino a nivel nacional, lo que representa un problema enorme ya que fueron las primeras víctimas de la actual guerra contra las drogas.

Explicó que para poder luchar contra las muertes por sobredosis de opioides han creado sus propios paquetes de cuidado de la salud de acuerdo a la cultura indígena, donde no sólo usan Naloxone sino que también lo combinan con ceremonias de sanación y rituales holísticos, agregó que muchas de las personas que son primeros ‘responders’ son individuos que están usando drogas y que conocen del problema, quienes ayudan a los afectados a dejar atrás el aislamiento y la estigmatización y los llevan a lo que han llamado una “jornada de bienestar” porque eso los hace sentirse comprometidos a trabajar para rehabilitarse y  salir adelante.

“Sabemos que el método del gobierno de castigarlos por su consumo de drogas no funciona y la jornada de bienestar sí lo hace”, puntualizó. “Yo sé que hemos salvado más de 80 personas y entonces compartimos nuestros programas de sanación para nativos indígenas no sólo en nuestra comunidad sino en general para salvar a más personas de las sobredosis”.

Braunz E. Courtney también afirmó que cada individuo merece una segunda oportunidad para ser vistos como un ser humano y que pueden acceder a los cuidados de salud en la forma que ellos sienten que la necesiten y cuando lo necesiten.

“Se trata de tener un acceso equitativo a la salud pública y de normalizar a todos, dejar de estigmatizar”, subrayó. “Los funcionarios debe escuchar a la comunidad; como quieren los servicios no que les digan como los van a recibir, las personas deben poder ir a los centros de salud en cualquier estado de abuso de substancias en que se encuentre, y por eso nosotros queremos mostrarles como acceder a esos recursos”.

Mari Pérez- Ruiz, fundadora de Central Valley Empowerment Alliance (CVEA), Arlene Brown, fundadora y presidenta de Crossroads Recovery Center y Braunz E. Courtney, director ejecutivo de HIV Education Prevention Project of Alameda County (HEPPA) (de izq. a der.).

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