jueves, noviembre 21, 2024
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Periodismo responsable y de calidad: La vacuna para la desinformación.

*El Contenido Problemático sirve a intereses financieros y/o políticos.

* Los rumores y la manipulación son un peligro público.

Los Ángeles, Ca.- Para frenar el impacto de la desinformación es necesario educar a las personas con información noticiosa correcta y de calidad, con investigación periodística de fondo que le dé los elementos adecuados a los ciudadanos para que estén en mejores condiciones para analizar una situación y evitar que sea engañada o manipulada en beneficio de los intereses de un particular o de un pequeño grupo, según afirmó el experto en desinformación y sus efectos en la democracia Cameron Hickey.

El también presidente de National Conference on Citizenship (NCoC) y ganador del premio Emmy por su trabajo en PBS “News Hour” informó que el contenido problemático que se difunde a través del internet puede ser identificado como; desinformación, rumores, teorías de conspiración,  noticias falsas, mensajes de odio, todo ésto, para confundir y engañar a las personas lo que puede generar otro tipo de problemas o complicaciones.

Lo anterior trascendió durante un Taller de Actualización sobre la Desinformación del Covid-19 denominado “Vacunas y Salud Pública: Tendencias de Información Errónea”, para entender e identificar el contenido problemático organizado por la directora de Ethnic Media Services, Sandy Close, el cual se realizó el pasado 8 de febrero.

Cameron Hickey.

Hickey enfatizó que la desinformación es muy contagiosa y peligrosa, y en algunos casos es tan problemática como los virus que están por todos lados, pero en este caso puede llevar a las personas a tomar decisiones muy erróneas.

“De hecho cuando salió la pandemia en el año 2020 también inició una desinformación masiva”, recalcó. “Los rumores y mentiras se divulgan de una manera similar a un virus, se contagian, evolucionan, cambian de forma mientras van pasando de ecosistema a ecosistema, de comunidad a comunidad, entonces tenemos que tener cautela y pensar en cómo mitigar este impacto”.

“Es importante que reconozcamos que los mensajes problemáticos que vemos y escuchamos en internet tienen distintas formas, a veces decimos que se llama desinformación, a veces rumores, conspiraciones, divulgación del odio y por último noticias falsas, no importa como venga, va a hacer que no entendamos las cosas, generalmente quieren confundir a la gente o engañarla”, destacó el experto. “Entonces para frenar ese efecto negativo es importante identificar qué tipo de información errónea es, la cual llamamos contenido problemático”.

Explicó que cuando se trata de la desinformación en las redes sociales, por ejemplo, una retórica típica de los influencers o de oficiales públicos que pueden ser de distintas categorías como son mensajes que tienen que ver con el miedo y la manipulación, cuando sea así, son pistas que nos indican que tenemos que dudar de eso porque son tácticas para amplificar la desinformación.

“Otra señal de alerta de que se trata de información errónea son las teorías conspiradoras que son las que tienen que ver con un hombre poderoso malo, con un motivo malo y también cosas que son reales técnicamente pero difundidas sin el contexto adecuado puede engañar a la gente”, comentó Hickey. “También tenemos la pseudociencia, otros aspectos que tienen que ver con el Covid 19 pero que no están basadas en investigación o en la ciencia médica o no vienen de recursos de confianza”.

“Además nos deben alertar los distintos silbidos de odio, muchas veces algunas retóricas aluden a conceptos acerca de la identidad, que tienen que ver con los estereotipos, buscan dividir, tal vez no sean mensajes de odio pero sí son problemáticos porque hace que haya desinformación”, mencionó. “Después tenemos las lógicas erróneas, son argumentos que tal vez no son necesariamente reales, y por último una cosa que vemos muy seguido y tiene mucha importancia en el área de la salud pública, algo que es antiguo y que era correcto cuando fue publicado, pero cuando se publica por segunda ocasión en la actualidad tal vez ya no lo es”.

En lo que se refiere a la salud, Hickey indicó que las muertes súbitas de personas muy conocidas las están relacionando con la vacuna del Covid 19, cuando no hay evidencia de eso.

Ejemplos de desinformación diseminada en medios sociales.

Y dijo que hay otras narrativas que dicen que hay una agenda para deshacerse de la población, por eso las altas tasas de mortalidad, generándose así la desinformación.

“Otro aspecto son las muertes excesivas; hay un aumento de fallecimientos y también están culpando a la vacuna del coronavirus, cuando no hay evidencia de eso”.

Otro tema que ha surgido, comentó, “es hacer una desintoxicación de la vacuna del Covid -19, eso ha sido muy popular en algunas comunidades, es una idea errónea de que la vacuna es dañina, que es magnética y que te la puedes sacar del cuerpo usando hierbas y suplementos. Eso es falso, pero están usando esa información en forma sensacionalista para hacer dinero”, resaltó. “Hay que ser escépticos y tenemos que hacer señalamientos cuando vemos mensajes que conectan las preocupaciones de la gente con la posibilidad de vender cosas”.

Otro caso de mala información dijo es que “también hay un mal entendido del concepto de crear ciudades de 15 minutos en el Reino Unido que trata de que los vecinos no tengan que manejar muy lejos de su vivienda para conseguir lo que necesitan”, explicó Hickey.

 “Pero eso está siendo usado como un arma para que las personas estén preocupadas pensando que se está tratando de limitar su movilidad y todo eso está centrado alrededor del cambio climático, además ha habido otras historias de que el gas natural de las estufas aumenta el asma y otras enfermedades y el riesgo de esa desinformación se propaga muchas veces por motivos políticos”.

Expresó que la amenaza de la gripe aviar está de nuevo en nuestro radar y aunque consideró que aún no hay mucha desinformación al respecto sí existen ciertos riesgos potenciales amplificados por la cobertura del periódico The New York Times de que una pandemia fatal puede llegar pronto, la buena noticia es que ya tenemos una vacuna para eso.

“Esta es una oportunidad para que el periodismo intervenga ahora, tenemos que tener cuidado en como reportamos y sólo compartir los hechos sin dejar de prestar atención a los cambios que surjan para informarlo de la manera correcta para que después cuando la desinformación empiece a surgir ya la gente esté inoculada en contra de eso”, subrayó el experto. “Todos tenemos un papel para poder reducir el impacto del contenido problemático, los periodistas tienen una responsabilidad importante educando al público con mensajes de calidad, monitoreando la desinformación”.

No obstante, aclaró que los mitos y los rumores acerca del Covid 19 o de las estufas de gas o de otros temas van a continuar, así como tampoco van a desaparecer las personas que los divulgan, tal vez por motivos políticos, financieros o por “mover la olla y hacer que la gente se vuelva loca”.

“Por eso es importante frenar la desinformación inoculando a las personas, educándolas con información de calidad”.

Agregó que también “hay que desacreditar o desenmascarar a una persona que miente con la verdad, -sacándola de contexto- y resaltando los hechos reales.

¿Quién es Cameron Hickey?

Cameron es experto en temas de desinformación, su experiencia en el análisis de esta temática ha llevado al desarrollo de herramientas pioneras como Junkipedia y a la creación del programa de vigilancia de la desinformación impulsado por los ciudadanos, Civic Listening Corps.

Antes de unirse a NCoC, Hickey ayudó a dirigir el Laboratorio de Desorden de la Información del Centro Shorenstein en la Harvard Kennedy School para monitorear la desinformación y la desinformación en las elecciones de mitad de período de 2018.

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